La prometida de Kaioh Retsu

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¡Hola a todos! Miles de disculpas por la tardía publicación tuve problemas y el capítulo que escribí no lo encontré pasaron unas cosas y se me borró. Tuve que hacer uno nuevo y muchas cosas más. Espero les guste arreglé unos errores y esta semana es que escribí este capítulo. Ya para el 6 las cosas cambiarán el 4.5 y el 4.9 eran importantes para explicar el punto de vista de ambos personajes. Perdonen lo largo y nada espero les guste.
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     Mei caminaba a casa de Katsumi, vestía un qipao negro sin mangas, su cabello iba atado con un ji de flores silvestres color negro, su maquillaje era el de siempre solo que su delineado de ojos era negro al igual que su calzado. La chica tenía dificultades para caminar debido a su reciente herida ovacionada por Doyle quien le hizo un corte largo desde el estómago hasta medio muslo. Esta vez iba acompañada por su novio Retsu. Una sonrisa apareció en su rostro recordando cómo esos últimos cuatro días el joven moreno se había hecho cargo de ella. Siempre muy delicado cuando cambiaba sus vendajes y le gustaba al parecer cargarla. Pues no la había dejado caminar.

    Pero algo en ella la preocupó y era las palabras que habían salido de la boca de Galia.

-"Dorian incendiara la casa de Katsumi."

      Si era cierto que muchas personas sueñan con predicciones pero era le parecía demasiado real cómo para ser mentira. Ese hombre era uno de los condenados a muerte. Ya le había pedido una descripción detallada de ese hombre a la chica y todo indicaba que el si incendiaría la casa del amigo de su novio, Katsumi Orochi. Ese señor era un Kaioh muy reconocido en China pues fue uno de los últimos alumnos o algo más o menos del templo de su padre, además estaba el asunto que le había platicado el doctor. Parecía que estaba embarazada de Retsu. No podía creerlo. Eso le pareció imposible pero las pruebas de sangre habían dado positivo.

     Recordó cómo al día siguiente había olvidado tomar las cosas que Retsu le guardo por la discusión que tuvo con su padre, además estaba el asunto del compromiso. La chica suspiró, debía informar a su padre sobre el compromiso para que estuviera más tranquilo. Miro a Retsu quien la sostenía delicadamente de la cintura. Y luego volvió su vista hacía el frente. Habían decidido que Retsu se quedaría  junto a ella en una habitación en casa de Doppo Orochi pues era más seguro para ella y las chicas Hoshino quedarse hospedadas mientras eran vigiladas por los guardias de la mansión. Sin duda irían a por ellas tres pero estaba segura que ellos las protegerían bien.

     Se sonrojó al pensar que iba a compartir habitación con Retsu. ¿Y si nuevamente quería tomarla cómo suya? El sonrojó de la chica esta vez se extendió a sus tuo evitar juntar sus muslos evitando las palpitaciones de su entrepierna. Sería su segunda vez pues nunca podían terminar lo que empezaban todo el tiempo los interrumpían. Una gotita bajó por su nuca, la gente no tenía sentido de la privacidad.

     Llegaron a la habitación que les había preparado Katsumi junto a su madre y ahí en la cama fue donde Retsu la ayudó a sentarse con calma mientras el le buscaba agua. Mientras el estaba de espalda la chica no pudo evitar notar dos marcas de arañados cerca de su cuello. Desvió la mirada de él y se acosto en la cama dándole la espalda y destapando el qipao de su trasero para que viera su ropa interior que consistía en una tanga negra de encaje. La chica no podía evitar querer ser tocada por su amado. Sabía que no estaban en un lugar privado pero necesitaba sentirlo. Tantas emociones y sentirlo tan cerca calmaría un poco su corazón. Su corazón latía muy rápido pero quiso ser algo atrevida con el. El qipao era abierto en ambos muslos debido a la herida hecha por Doyle y a los vendajes.

   -¿Mei no quisieras-

    Se detuvo de golpe al ver el bien formado y redondo trasero expuesto de la chica, miró cómo la tanga le quedaba demasiado bien y muy ajustada, su miembro se levantó dando punzadas. La chica lo vio de reojo pero luego se escondió para que el no notara lo que había hecho. Ella estaba muy avergonzada pero quería ser tocada por Retsu. Desde el día en el hotel no le había tocado y ella anhelaba su tacto. Dejando caer la taza de té al suelo, la cual terminó rodando hasta la esquina de la habitación pero eso a Retsu ya podía importarle menos. Pues se encontraba justo encima de Mei mirándola fijamente mientras ella desviaba la mirada de él.