Only mine, only yours

Capitulo 14

—¿Por qué no nos dijiste nada Anne? —me preguntó Blaise.

—No creo que sea necesario que alguien sepa esto pero, por desgracia se me olvidó seguir ocultándolo. Y hablando de ocultar, ¿Cómo vamos con el tema Umbridge?

—Tenemos un plan pero necesitamos a tus hermanos. —me dijo Pansy.

—¿A Fred y a George? —ella asintió. —Creo que estarán preocupados y cuando se enteren de que vosotros sois la razón ni siquiera os dejaran acercaros a mi.

—Nosotros no tenemos la culpa, ya lo sabes. —dijo Theodore.

—Pero tampoco hicisteis nada para salvarme y en cambio yo cuando Draco iba a ser atacado le defendí. 

—Tienes razón, la cagamos. —todos miramos a Blaise. —Déjanos arreglarlo.  

—Vale. Sacadme de aquí. 

—Eso no podemos, ni Dumbledore podría sacarte de aquí. —afirmó Malfoy. —Hay protecciones de todo tipo, mortifagos por todos lados que no dudarían en mataros incluso a nosotros si te hacemos algo o intentamos liberarte. 

—Eso es lo que tiene ser una protegida. —dijo una voz detrás de mi, me giré y ahí estaban Tom y Matheo. 

—Tom, no creo que sea el momento...—dijo Nott.

—Protegida, ¿no?. —hubo silencio. —Por lo que ninguno de vosotros puede hacerme algo. 

—Muy bien, que lista eres. —me confirmó Tom.

Si me escapo de aquí nadie podría hacerme daño...

Me levante y fui dirección a la puerta. 

—¿A donde vas? —preguntó Tom agresivo.

No contesté y al oír pasos detrás de mí aceleré el paso. 

—Ni se te ocurra irte. 

Y en ese momento empecé a correr hacia la puerta, oía a los demas correr detras de mí pero no me paré.

Al cruzar una puerta eso estaba lleno de mortifagos que me miraron fijamente, miré atras y estaban llegando así que volví a correr. 

—Cogedla. —gritó Matheo.

—No podemos hacer nada sin ordenes de su padre, lo siento señor. 

Yo le dediqué una sonrisa. 

El pasillo parecía ser infinito hasta que de un momento a otro habían unas escaleras enormes, si intentaba bajar las primeras corriendo o andando me iría de bruces contra el suelo. Salté los primeros escalones, con la velocidad que llevaba corriendo me salté algunos mas de los que prevenía. 

Seguí corriendo y cada vez me sonaba mas el lugar, una vez abajo de las escaleras me topé con el padre de Draco que se me quedó mirando raro mientras corría. 

La puerta de la salida estaba aquí, la atravesé y el día era una mierda, lluvia y cielo nublado pero eso serviría para que no me encuentren con tanta facilidad. Di la vuelta a la mansión y salté la valla trasera. 

Atravesé un bosque y llegué a un pequeño pueblo, si ahí encontraba a alguien que me dejase usar los polvos flu podría llegar a mi casa o a Hogwarts. 

Una vez mas tranquila fui llamando casa por casa hasta que un hombre anciano me abrió.

—Hola muchacha, ¿Qué necesita? —el señor tenia un ojo de cada color.

—Hola señor, quisiera saber si me dejaría usar su chimenea y un poco de polvos flu.

—Tengo algo mejor que eso, pase. 

Una vez dentro una señora estaba sentada. 

—Hola niña, ¿Qué haces aquí?

—La están siguiendo y necesita ayuda Vinda. 

—Un momento, yo nunca dije...

—¿Prefieres irte a tu casa o con Dumbledore?

—No lo tengo claro...

—Los chicos que te buscan ya están aquí pequeña Black. 

—Soy Weasley señor, Anne Weasley. 

—Y tu abuela una Black, creo que ese apellido encaja mejor contigo Anne.

—Gellert, ¿Quieres que la lleve? — dijo Vinda.

—Así es, ella esta lejos de su hogar.

—Prefiero ir a mi casa, si no es mucha molestia claro. 

—Cualquier cosa ya sabes donde estamos Anne. 

Vinda me agarró de la mano y en un abrir y cerrar de ojos estábamos ya afuera de mi casa. 

Desde fuera se veían las ventanas iluminadas de las habitaciones, parece ser que están todos aquí. 

—¡Anne! —me giré y Fred venia sucio y cansado pero eso no le impidió correr hacia mi para abrazarme. 

—Yo también te he echado de menos Fred. 

—¿Dónde estabas? Nadie te encontraba en el castillo. —me cogió la cara con sus manos.

—Por lo visto no te lo han dicho. 

—¿Decirme que?

Pasamos adentro y Fred estaba furioso.

—Ronald Weasley. —fue directo y le cogió del cuello del jersey. 

—Fred, suéltale ahora mismo. —dijo mi madre en tono de regaño. 

—Eres un hermano horrible, ojala y nunca ella te perdone esto por que es penoso. 

Ron mi miró.

—Se lo has contado, ¿verdad?

—¿Qué está pasando? —preguntó George.

—Decidme algo. —mi madre se cruzó de brazos.

—Tu hijito Ron eligió a Hermione antes que a su hermana y casi muere a manos de los mortifagos por que si, ha estado secuestrada allí en vez de perdida y el lo sabia y no dijo nada. 

Todas las cabezas pelirrojas me miraron, unos con pena y otros con asco. 

—Cuentas lo que quieres, ¿verdad? —dijo Ron. —No nos ayudaste y en cambio defendiste a Malfoy junto con Bellatrix. 

—No es por ofender pero, si te llega a ayudar después de que tu la hicieses eso seria una tonta. —contestó George. 

—¿Por que no ayudaste a tu hermano? —mi madre me regañó.

—Madre ¿la escuchaste? Ron la dejó tirada. 

—Me da igual, es su hermano.

—Y yo su hermana, casi muero por la culpa de mi mellizo. 

—Sube a la habitación, estas castigada. 

—Madre lo siento pero no estoy de acuerdo contigo. —Fred subió conmigo.

—Ni yo. —George siguió por detrás a Fred.

—Eso la pasa por juntarse con esas serpientes y por confiar en ellos. —oí a Ginny hablar eso con mi madre.