𝕮𝖆𝖕𝖎́𝖙𝖚𝖑𝖔 𝟐

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Tras pasar la noche con la compañía de Cassian, la mañana llegaba obligándolos a volver a la normalidad, la princesa envió al Lannister por los pasadizos hacia su habitación, antes de que las doncellas llegaran a arreglarla para su nuevo día, Arabella intercambió miradas con su guardia, puesto que él era el único que sabía que el joven pasó la noche en los aposentos de la chica, Eric le dio una mirada rápida al interior de la habitación, mirando con confusión a la princesa al ver que estaba sola, Arabella se encogió de hombros con una sonrisa inocente.

Junto con las damas se arregló para salir de sus aposentos una vez arreglada, su cabello quedó completamente lacio con una pequeña tiara color dorado que estaba a juego con su vestido, un vestido muy simple que simulaba las alas de un dragón en cada brazo, además de un escote que dejaba mucho a la imaginación.

—¿Le gustaría comer en sus aposentos, princesa?

—No, de hecho, me gustaría hacerlo en el jardín —anunció saliendo de sus aposentos—. ¿Sir Eric, viene conmigo? —el guardia asintió yendo justo tras ella

Ambos comenzaron a caminar por los pasillos de la fortaleza dirigiéndose al jardín que la castaña más gustaba, el que tenía vistas al mar y un sinfín de flores que le encantaban cada que las veía, Arabella podía sentir la mirada del guardia encima, estaba claro que él quería algo.

—Te recuerdo que somos amigos, por lo que puedes hablar conmigo —soltó la joven mientras cruzaba una de las puertas de los patios—. ¿Lo vas a preguntar como mi guardia o mi amigo?

—El león no salió de la fosa del dragón anoche —Arabella soltó una pequeña risa por el comentario del guardia—. ¿Ocurrió algo por lo que debería preocuparme, pedir algún té especial?

—No, no hay de qué preocuparse, ni hay que pedir nada —soltó la princesa con una pequeña sonrisa en sus labios—. El dragón necesitaba compañía, y resulta que el león además de ser muy leal es justo lo que el dragón necesitaba. 

—De acuerdo, confiaré en su palabra, princesa.

Los ojos violetas de Arabella le lanzaron una mirada de ofensa, Eric dejó escapar una risa volviendo a su posición tras cruzarse con uno de los guardias de alto cargo, ambos terminaron de llegar al patio en total silencio, Arabella se acomodó en una de las mesas admirando las vistas en lo que llegaba su comida.

—Buenos días princesa, espero no molestarla —la joven levantó la mirada cruzándose con Larys—, ¿le importaría si tomo asiento junto a usted?

—Sir Larys... —comentó con sorpresa observando al hombre—, no, no, adelante, tome asiento —señaló una de las sillas disponibles frente a ella

Larys tomó asiento admirando de las vistas mientras que la joven comenzaba a comer en silencio, sentía los nervios correr por sus venas conforme el tiempo avanzaba, realmente esperaba que Cassian apareciera pronto con la noticia de que Viserys había cambiado de opinión, incluso aunque algo muy en su interior decía que no sería así.

—La notó un poco ansiosa, princesa —sintió la voz del hombre frente a ella—. ¿Se encuentra bien?, ¿es por lo del compromiso?

—Todo bien Sir —respondió enseñando una sonrisa falsa

—¿Segura?, puede contarme lo que sea, igual pronto seremos familia.

Arabella frunció el ceño al escuchar eso, analizó las vestimentas de Larys recordando que él era familiar de su nuevo prometido, el hermano menor de Harwin.

—Cierto, eres hermano de Harwin... —recordó con cierta culpa observando al castaño—. Larys, ¿puedo preguntar sobre tu hermano?, la verdad es que creo que es el Strong que menos veo por el castillo.

Unhappy marriage [Harwin Strong]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora