𝕮𝖆𝖕𝖎́𝖙𝖚𝖑𝖔 𝟖

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La noticia de Daemon con Rhaenyra seguía rondando en la cabeza de Arabella, no había hablado con los dos, por lo que la única versión que tenía era la que se mencionaba en los pasillos junto con la de su esposo, en esos momentos es cuando más le encantaría subirse a su dragón y volar hasta el valle para estar con su madre, pero ahí estaba, estancada en King's Landing.

Aprovechando los últimos días de su embarazo, descansaba en uno de los jardines del castillo en compañía de todos los miembros Strong, mientras que ella estaba sentada en el suelo, haciendo un bordado con total aburrimiento, su esposo tenía una charla de bastante seriedad con su padre y hermano.

—¿No sabe nada? —escuchó la voz de Larys—, ella debe saberlo.

—No voy a decirle —insistió Harwin con voz dura—, y ninguno de ustedes le va a decir.

—Debes decirle, Harwin —soltó con seriedad Lyonel—, no es tu decisión. Lo va a saber de una manera u otra, mejor que se lo diga su esposo, antes que alguien más del castillo.

—Arabella no está en el estado como para recibir ese tipo de noticias —giró a verla con preocupación, la castaña seguía enfocada en su bordado como para notar las miradas de los tres encima de ella—, ¿saben lo que podría desencadenar si le digo eso?

—Díselo antes de que se entere por alguien más —advirtió Lyonel dándole una última mirada a su hijo—, peor va a ser recibir esa noticia sabiendo que...

—¿De qué noticia están hablando? —interrumpió la embarazada con seriedad

Los tres hombres giraron a verla, Larys y Lyonel enfocaron su mirada en Harwin, el guardia suspiró tomando a su esposa de la mano invitándola a caminar por el lugar, Arabella, quien estaba enojada con él, lo miró con desconfianza, caminando a paso lento, dudando de si seguir la caminata.

—Sé que estás enojada —soltó al ver que la joven no lo seguía—, pero esto es muy importante, Arabella...

—De acuerdo —tomó la mano del castaño, adentrándose al pasillo en una caminata larga y silenciosa—, ¿a dónde estamos yendo, Harwin? 

—A nuestros aposentos —Arabella lo miró con el ceño fruncido—, lo mejor es hablarlo a solas, y en un lugar seguro... —murmuró abriendo la puerta de la habitación

—Harwin, por favor —rogó adentrándose a la habitación con desgano—, ¿puedes ser directo y dejar de hacer este drama?

—Es... sobre tu madre —soltó temiendo por la respuesta de la joven, Arabella se sentó en uno de los sofás apoyando una mano en su vientre—, ella... sufrió un accidente.

—¿Qué tipo de accidente? —tenía un mal presentimiento que se estaba presentando en su pecho, junto con un nudo en su garganta—, Harwin, por favor.

—Cayó de su caballo, y se golpeó la cabeza con una piedra... —Arabella tomó aire sintiendo las primeras lagrimas rodar por su mejilla—, ella no logró sobrevivir, lo intentó, pero... —la joven interrumpió

—Está muerta —sentenció con un sollozo—, y eso sin duda alguna no fue un accidente.

—Tienes razón, amor, tienes razón —se acercó tomando la mano de su esposa con cariño—, quizás algo asustó su caballo dejándola caer, pero, las malas lenguas dicen que fue culpa de Daemon...

Arabella asintió rompiendo en llanto, sin importarle el cómo se vería frente a su esposo en ese momento, ahora entendía porque la había traído hasta su habitación para poder hablar de eso, y por qué Lyonel y Larys le insistían de hablarlo pronto por la seriedad del tema. Harwin no dudó en atraer a su esposa a sus brazos, abrazándola sin decir nada sabiendo lo duro que estaba siendo para ella en ese momento recibir esa noticia.

Unhappy marriage [Harwin Strong]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora