Unhappy marriage [Harwin Strong]

𝕮𝖆𝖕𝖎́𝖙𝖚𝖑𝖔 𝟗

Lastimosamente, la boda de Rhaenyra y Laenor no tuvo mucho festejo por lo ocurrido en su boda, el moreno estaba hundido en la tristeza, olvidándose por completo que acababa de casarse, y de hacer ese tradicional viaje de recién casados a alguna parte del reino. La heredera al trono se paseaba por los pasillos recibiendo las felicidades por su boda, pese a haber sido bastante caótica desde un principio, incluso algunos le daban el pésame en lugar de la felicitación.

Sin embargo, otra pareja en el castillo radiaba felicidad por todas partes, pese a lo avanzado que estaba el embarazo de Arabella, se podía verla caminar por los jardines con Harwin, algunas mañanas, después de desayunar, iban a la fosa de dragones a visitar a Vhagast, algunas noches cenaban con la familia Strong y se quedaban charlando hasta altas horas de la noche, puesto que las mañanas se las pasaban en la cama, aquella pareja parecía mucho más enamorada ahora que tenían un hijo en camino, sin embargo, las cosas no eran tan perfectas como ambos lo aparentaban, los problemas surgían tan pronto las puertas de su habitación se cerraban.

—No viniste a cenar hoy —comentó el guardia sacándose la camiseta

—Sir Cassian me invitó a cenar... —respondió cepillando su cabello con temor

—Sir Cassian... —repitió golpeando su lengua contra su mejilla, Arabella cerró sus ojos lentamente sabiendo lo que se venía—. ¿Su esposa e hija no lo extrañaran?, digo, ya lleva bastante en la fortaleza para haber venido únicamente a la boda de Rhaenyra, ¿no lo crees?

—Quizás solo quiere pasar tiempo con su hermano... —ignoró la mirada que el guardia le daba a través del espejo

—Y por eso mismo te invitó a cenar hoy —la castaña dejó escapar un suspiro apoyando su mano en su vientre—, tiene muchísimo sentido, cenar con la princesa porque extrañas a tu hermano, quizás debería invitar a Rhaenyra a cenar cada que extrañe a Larys.

—¿Podemos no hablar de esto, Harwin? —se levantó de su lugar comenzando a caminar por la habitación con gran incomodidad—, este bebé ha estado demasiado inquieto el día de hoy, estoy agotada, y lo último que quiero, es pasar lo que queda de mi día discutiendo contigo por culpa de Cassian —anunció girándose a verlo con enojo

El guardia le dio una mirada a su esposa, sus ojos violetas parecían tener fuego ardiendo en ellos, demostrando enojo y dolor, su cabello recién cepillado caía con total libertad por sus hombros hasta el final de sus pechos, el camisón beige que traía marcaba bastante el abultado vientre, aunque estaba pegado a partes de su cuerpo a causa del sudor que la joven soltaba a causa del dolor.

—¿Cuánto llevas así? —suavizó su tono acercándose a la joven

—No lo sé... —soltó con respiración acelerada, apoyando una mano en su espalda como si eso ayudara algo—. Quizás antes de la cena, quizás después, realmente no lo sé... —comenzó a tomar aire mientras se acercaba al balcón de la habitación—. Harwin, creo que el bebé ya viene...

Pocos segundos después de que Arabella dijera eras palabras, la joven princesa sintió como por sus piernas se deslizaba un líquido, impactando en el suelo y parte de su camisón haciendo que se adhiera a sus piernas. Llevó una de sus manos temblorosas a su boca, cubriéndola con sorpresa, Harwin no dudó en acercarse ayudándola a tomar asiento.

—Todo va a estar bien, ¿de acuerdo? —acarició su cabeza dejando un beso en su frente—. Le diré a Eric que busque a un maestre y las parteras, no te voy a dejar sola en ningún momento —acomodó sus mechones rebeldes volviendo a dejar un beso en su cabeza—, y si lo deseas, iré por Alicent o Rhaenyra en este momento.

—No, no las busques... —respondió tirando su cabeza hacia atrás, escuchando otro rugido de su dragón—. Contigo estoy bien.

Harwin asintió acercándose a la puerta para pedirle al guardia que buscara al personal, escuchando como su esposa soltaba maldiciones en Alto Valyrio que venían acompañados de los rugidos de Vhagast desde la fosa de dragones sintiéndose con fuerza en el pueblo.