𝕮𝖆𝖕𝖎́𝖙𝖚𝖑𝖔 𝟑

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La boda de Harwin y Arabella se celebraría después del nacimiento del bebé que la reina Alicent cargaba en su vientre, era realmente extraño que la celebración no fuera pronto, sin embargo, a los futuros esposos no parecía molestarle, al contrario, aprovechaban todo ese tiempo para conocerse mejor, ir a pasear por el pueblo o por el castillo, a veces Arabella estaba presente en los entrenamientos de la guardia, o Harwin la acompañaba en las tardes dónde solía pintar cuadros.

Las cosas entre ellos parecían ir bien, quizás no para definir un amor entre ellos, pero ahora tenían una amistad entre sí que parecía satisfacer a Lyonel y a Viserys, ambos estaban al tanto de los deseos de Arabella para casarse con Cassian, pero conforme avanzaba el embarazo de la reina, también lo hacía la relación entre el joven Strong y la hija del príncipe canalla. 

—¿De verdad quieres que conozca a tu dragón? —preguntó el guardia sin creerlo

—¡Por supuesto!, Vhagast debe saber que ahora me debe compartir contigo —aseguró con una sonrisa—. ¿Acaso el famoso machacahuesos le tiene miedo a un dragón? —lo miró con burla

—Arabella... —un ruido cerca a ellos lo hizo callarse

Ambos compartieron una mirada rápida, confirmándole al otro que habían escuchado lo mismo, llevaban un rato caminando por uno de los bosques cercanos al castillo en completa soledad, o al menos eso creían. Al escucharlo una segunda vez, los dos se pusieron alerta, Harwin tomó su espada preparándose para cualquier cosa que estuviera por allí, Arabella levantó su falda tomando una daga que tenía escondida en su pierna.

Ambos miraron hacia el lugar dónde provenía el ruido, expectantes a que algo saliera de allí, estaban armados y preparados, fue un poco decepcionante al ver que un conejo salió corriendo de allí siendo perseguido por otro conejo, Arabella dejó escapar un suspiro guardando la daga de nuevo en su pierna.

—¿Por qué tienes una daga? —soltó mirando la pierna con el arnés que cuidaba el arma—, ¿siempre la traes contigo?

—¿Por qué no tendría una daga? —lo miró ofendida bajando su falda—. Es por mi seguridad, Harwin, soy una chica, además muchos quieren hacerle daño a mi padre o familia y yo podría ser un buen objetivo —mencionó recordando algunas amenazas al aire a su padre—, siempre debo tener algo con qué defenderme, así que sí, siempre la traigo conmigo.

—Estás rodeada de guardias.

—Mi padre me enseñó todo lo que necesito saber para sobrevivir si un guardia no está conmigo —respondió orgullosa recordando los entrenamientos con su padre—, eso es una gran ventaja. 

—¿Cómo era tu infancia?, para nadie es un secreto que tus padres... —la castaña interrumpió

—No sé soportan o quieren —completó por el con una sonrisa triste—. Bueno, creo que, a pesar de sus diferencias, ambos trataban de que no me afectara, en un principio solía dividir mis temporadas con ellos, algunas semanas con mamá, otras con papá, hasta que llegué a una edad en la que era mi decisión, simplemente subía a Vhagast e iba con quién quisiera estar —Harwin la miraba completamente atento, notando como esa sonrisa triste cambiaba por una alegre—. Papá solía enseñarme cosas que normalmente no debería, así que muchos años me los pasé aprendiendo a manejar dagas y espadas, como atacar a alguien, a actuar de forma silenciosa, y demás cosas que seguro a ustedes en la guardia también les enseñan, por otro lado, con mi madre tenía todo tipo de actividades, con ella aprendí a montar a caballo, a nadar, solíamos pintar en las tardes, incluso me enseñó arquería.

—Dagas, espadas, arquería —enumeró asombrado ganándose un golpe amistoso de la castaña—, ¿estaré hablando con la próxima comandante de la guardia de la ciudad?

Unhappy marriage [Harwin Strong]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora