Arabella recién llegaba de montar en su dragón, sabía que hoy era un día muy importante para la familia Targaryen, pero aun así se había tomado el tiempo de volar por los aires junto a Vhagast, le parecía una estupidez hacer un gran festejo en honor a Aegon cuando él ni siquiera lo recordaría.
Y aunque tenía una lista de todos los planes que podría hacer en lugar de ir al festejo por el segundo día del nombre de Aegon, ahí estaba, entrando a la fortaleza para ir a sus aposentos a tomar un baño y cambiarse el traje de montar por algo más adecuado.
—¡Por todos los dioses! —llevó una mano a su pecho al ver al hombre sentado con un libro en las piernas—. Harwin, ¿qué haces aquí?
—Esperándote —respondió obvio mientras cerraba el libro—. De hecho, vamos tarde... —se levantó acercándose a la joven princesa
—No vamos tarde, me encontré con Alicent tan pronto llegué —quería ignorar aquella sensación en su pecho al escuchar que la estaba esperando—, no encuentran a Rhaenyra, por lo que, tenemos tiempo —comenzó a sacarse lentamente el traje de montar—. ¿Por qué me esperaste?
—¿No sería extraño que llegáramos por separado, siendo esposos? —cualquier ilusión que la joven tenía desapareció por completo—. Sabes que a la gente le encanta hablar.
La joven se paralizó ante el tacto del guardia, Harwin besó su cabeza lentamente ayudándola a terminar de sacarse el traje, le entregó una bata para que se cubriera en lo que llegaban las damas con todo listo para el baño de Arabella.
—Podría llegar con Rhaenyra, Viserys, Alicent y Aegon, después de todo son mi familia —respondió girando en su eje para toparse con los ojos azules del guardia—. Y tú, podrías haberte ido con Larys y Lyonel, tú familia.
—Ahora yo soy tu familia —exclamó tomándola de la cintura—. Y tú, eres la mía —esas palabras parecieron encender un fuego al interior de la princesa, y su esposo lo notó—. ¿Cuánto tiempo crees que tenemos para no llegar tarde?
Las damas aparecieron antes de que Arabella pudiera responder, las mejillas de la princesa tomaron color al notar sus miradas, y más cuando una se acercó a recoger su traje de montar, las manos del guardia no se movieron de su cintura, al contrario, se aferraron a ella atrayéndola más hacia él.
—Déjennos solos, por favor —exclamó el guardia, las damas no dudaron en abandonar el lugar tras una afirmación de la princesa—. Dioses, Arabella, ¿es normal el nivel de calor que tiene el agua con el que te bañas? —soltó mirando la bañera llena de humo
—Tengo la sangre de dragón, Harwin.
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Era la primera vez que se veía a Arabella usar los colores de la casa Strong, su vestido tenía como color principal el azul marino, con pequeños detalles en azul cielo y otros en un verde oscuro, sin dejar de lado ese toque Targaryen con unas escamas de dragón en la parte del corsé.
La princesa agradecía haber llegado antes que el rey, por lo que cuando el carruaje real llegó, se ubicó junto a su esposo recibiendo con aplausos al rey junto a su pequeño niño, Rhaenyra y una muy embarazada Alicent.
Viserys tenía a su pequeño hijo en brazos, mientras que su esposa e hija estaban a sus lados esperando a que terminara su pequeño montaje, Aegon no recordaría nada de esto, y aun así lo celebraban con gran emoción, sabiendo que es un par de horas el niño estaría dormido en brazos de alguna nodriza o su madre.
Arabella le dio una mirada a su esposo, Harwin estaba bastante concentrado en la familia real como para notar la mirada de la otra princesa junto él, la castaña llevaba meses batallando con sus sentimientos por su esposo, puesto que ambos, pese a tener casi dos años de haberse casado, tenían intereses muy diferentes, pese a que hayan otros en común, aunque Harwin a veces pareciera mostrar lo contrario. No habían logrado "enamorarse", como muchos esperaban que ocurriera, pero Arabella, estaba despertando esos sentimientos que creía eran simples palabrerías.
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Unhappy marriage [Harwin Strong]
FanfictionPocos creían que el príncipe Daemon Targaryen había logrado tener descendencia con Lady Rhea Royce, pero era cierto, de aquel terrible matrimonio había nacido una preciosa niña, quién era la perfecta combinación de sus padres, un cabello castaño com...