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FLASHBACK:
El taxi avanzaba por las calles, envuelto en el suave murmullo de la noche, mientras Serena, embriagada por el alcohol, buscaba refugio en el hombro de Jessy. Con un suspiro de resignación, cedió al cansancio se dejó caer más y colocó su cabeza en las piernas de jessy, dejando escapar una sonrisa de satisfacción. Al abrir los ojos, su mirada se encontró con la de ella, revelando un destello de ternura y complicidad entre ambas.
—Mendoza, usted es muy bonita.—Decía en un susurro
Con ternura, Jessy deslizó suavemente su mano por la mejilla de ella, quien respondió tomando su mano y entrelazando sus dedos con los de ella. En un instante, Serena se dejó llevar por el cansancio y se quedó dormida murmurando palabras apenas audibles que se perdían en el silencio de la noche.
Una vez frente al portón, la suave luz de la luna iluminaba apenas el camino mientras Jessy bajaba del carro y extendía su mano hacia Serena, ayudándola a salir con delicadeza. Jessy solicitó al portero que abriera y asistiera a Serena hasta su hogar. Sin embargo, al observar la situación, una sombra de preocupación cruzó el rostro de ella, entonces se dio cuenta de que no era una buena idea dejarla sola con un hombre desconocido en ese estado vulnerable. Con una determinación repentina, giró sobre sus pasos antes de que el portón se cerrara, decidiendo permanecer junto a Serena hasta que estuviera segura en su hogar.
—Señor, gracias por su ayuda. No se preocupe, yo llevaré a la señorita a su habitación para que esté más relajada, usted entiende —Dijo Jessy. El portero asintió y volvió a su puesto de trabajo.
Al agarrar a Serena nuevamente, ella estaba un poco dormida. Entonces, Jessy decidió cargarla. En eso, Serena se despertó, levantó la cabeza y le dijo con una sonrisa.
—No te fuiste. Qué bueno que no te fuiste.
Una vez dentro, en la suave penumbra de la habitación, Jessy extendió con delicadeza una mano hacia Serena, ofreciéndole su ayuda mientras se quitaba el vestido que se aferraba a su piel. Cada movimiento era un baile intimo en el que la confianza y el deseo se entrelazaban en el aire.
Serena, ahora en ropa interior, se encontraba vulnerable pero radiante bajo la luz que se filtraba por las cortinas. En un instante de desequilibrio, sus manos buscaron instintivamente el equilibrio en el cuello de Jessy, quien la acogió con suavidad de la cintura y la guió hacia la cama. La intimidad del momento se intensificó cuando, sin querer, Jessy cayó sobre ella, haciendo que sus cuerpos se encontraran en un abrazo reconfortante y apasionado, creando un vinculo intimo entre ellas que trascendia las palabras.
En ese momento, Serena inhaló el perfume de Jessy, una fragancia embriagadora que dominaba el aire. Con una sonrisa, expresó su admiración por su aroma, reconociendo lo bien que olía. Sus miradas se encontraron, llenas de promesas y pasión, mientras el mundo parecía detenerse a su alrededor.
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Antes de ti, no había nada en mí.
RomanceEn mi libro, te sumergirás en el fascinante encuentro entre dos mujeres cuyas vidas parecen estar en extremos opuestos. Una es una empresaria obsesionada con las apariencias y el éxito material, mientras que la otra es una guitarrista libre y despre...