NUEVO AMANECER

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Denji despertó, pero notó que no tenía ropa. Se quedó inmóvil por un momento, tratando de recordar por qué estaba así. Recordó que hacía calor, era verano, pero algo más lo incomodaba. Giró la cabeza y vio a Makima durmiendo a su lado, abrazándolo. El contacto era cálido, pero también perturbador. No sabía cómo había llegado a esto, y se preguntó si estaba en medio de otro sueño extraño. Pero no, esto era real.

Makima lo abrazaba como si buscara consuelo en la cercanía. Denji pensó que esto podría haber sido parte de sus sueños fallidos, esos momentos utópicos donde él y Makima podían estar juntos sin la sombra del Demonio Control. Pero ahora, con todo lo que había pasado, esto no era más que un recordatorio de un pasado que nunca podría ser. Makima ya no era el Demonio Control, pero eso no hacía que fuera menos peligrosa o menos complicada.

Denji se movió con cuidado, tratando de no despertarla. Miró a su alrededor y recordó que era sábado. Nayuta tenía el día libre, lo que significaba que el desayuno tendría que ser especial. Se levantó con cautela, dejando a Makima en la cama, y fue a buscar algo de ropa. Mientras se vestía, su mente estaba llena de pensamientos confusos. No sabía qué esperar de Makima ni cómo manejar esta situación. Lo único que podía hacer era seguir adelante.

Denji: Hablando para sí mismo mientras se ponía la camiseta Bien, Denji. Tienes que hacer el desayuno y asegurarte de que todo esté bien. No dejes que esto se complique más de lo necesario.

Una vez vestido, Denji fue a la cocina para preparar el desayuno. Había pan, huevos y algo de tocino. Decidió que un desayuno completo sería la mejor manera de empezar el día. Mientras cocinaba, escuchó los pasos ligeros de Nayuta entrando en la cocina. Ella tenía el cabello despeinado y llevaba su pijama favorita.

Nayuta: Con tono alegre y algo adormilado Denji, ¿qué vas a hacer para el desayuno? ¿Podemos tener tostadas con miel?

Denji sonrió, tratando de ocultar su preocupación. Nayuta no necesitaba saber lo que estaba pasando. Ella solo quería disfrutar de su día libre.

Denji: Con voz tranquila y cariñosa Claro, Nayuta. Vamos a tener tostadas con miel y algunos huevos. ¿Te parece bien?

Nayuta asintió con entusiasmo y se sentó en la mesa, esperando el desayuno. Denji continuó cocinando, pero su mente seguía volviendo a Makima. ¿Qué iba a hacer con ella? ¿Podría realmente confiar en alguien que había sido tan peligrosa en el pasado?

Denji: Hablando para sí mismo mientras fríe los huevos Solo concéntrate en el desayuno, Denji. Una cosa a la vez. Mantén las cosas bajo control y no dejes que nada se complique demasiado.

Denji estaba en la cocina, preparando el desayuno para Nayuta, cuando escuchó el sonido de pasos ligeros entrando en la sala. Era Reze, vestida con la pijama que alguna vez perteneció a Aki. El hecho de que ella estuviera vestida adecuadamente lo hizo sentir un poco más aliviado. Después de todo, las cosas ya eran lo suficientemente complicadas sin tener que lidiar con situaciones incómodas.

Reze: Con tono algo somnoliento Buenos días, Denji. ¿Huele a tocino? Me alegra ver que haces el desayuno.

Denji: Sonriendo ligeramente mientras fríe el tocino Sí, pensé que algo simple sería bueno para empezar el día. Toma asiento, pronto estará listo.

Reze se sentó en la mesa, y Denji volvió a concentrarse en la comida. Pero no mucho después, Makima apareció en la cocina, todavía con la manta envuelta alrededor de su cuerpo. Denji suspiró, sabiendo que tendría que encontrarle algo para vestirse. Fue a buscar en una caja donde guardaba las cosas que pertenecieron a Power, la Demonio Sangre que había sido su amiga y compañera.

Nueva Vida, Viejos Demonios CHAÍNSAW MANDonde viven las historias. Descúbrelo ahora