Kim Taehyung es un cirujano exitoso que lleva una vida aparentemente perfecta en Seúl. Su carrera como cirujano le ha otorgado prestigio y reconocimiento, mientras que su matrimonio le ha brindado estabilidad y "felicidad." Sin embargo, lo que parec...
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—Dr. Kim, despierte...—tocó su hombro —.
Taehyung despertó de sobresalto, y su corazón se encontraba latiendo desbocado mientras su respiración estaba acelerada. Miró confundido a la enfermera que estaba de pie frente a él. Tratando de recuperar la calma, se sentó en el sofá y se apoyó en él, intentando que sus agitados pensamientos se aquietaran.
La enfermera le ofreció una sonrisa tranquilizadora y le aseguró que todo estaba bien. Taehyung cerró los ojos por un momento, respiró profundamente y poco a poco fue sintiendo cómo la tensión abandonaba su cuerpo. Con cada respiración, se fue relajando y logró encontrar la serenidad que necesitaba.
—¿Estaba teniendo una pesadilla?
—Eso creo...—cubrió su rostro —.
—Lamento despertarlo después de esa cirugía tan larga, pero su esposo está afuera.
—Gracias por avisar...
Taehyung se puso de pie y salió a la recepción a encontrarse con su esposo. Este lo recibió con los brazos abiertos y un gran beso en los labios.
—¿Dormiste bien?
—Sí, ¿y tú?
—Te extrañé mucho, mi alien. Te traje algo de comer y vine a preguntarte si quieres venir conmigo a Daegu. Tengo una reunión importante y necesito quedarme por allá durante tres días.
—Amor, me encantaría ir contigo, pero tengo varias cirugías para esta semana.
—Lo supuse —suspiró desanimado. —En ese caso, llámame todos los días.
—Lo haré...—sonrió. —¿Tienes algo más que decirme?
—Pasé toda la noche pensando en algo y me gustaría saber tu opinión.
—¿De qué se trata?
—¿Qué te parece la idea de tener un hijo?
—¿Un hijo?
—Sí, llevamos casi 5 años casados y me gustaría tener un hijo contigo.
—Bueno, fue algo que me tomó por sorpresa.
—Hagamos algo, en los días que esté en Daegu, piensa en esa posibilidad. Y después me das una respuesta...
—Está bien. Lo pensaré —se acercó y le dio un beso. —Te amo mucho. Por favor cuídate...
—Yo también te amo...—sonrió —.
Hyun Gi se despidió una vez más de Taehyung mientras subía a su auto para ir al aeropuerto. Se puso los lentes oscuros y cubrió la frialdad en su mirada. A través del espejo del retrovisor, se encontró con la mirada de su chófer, quién esperaba pacientemente instrucciones.
