Kim Taehyung es un cirujano exitoso que lleva una vida aparentemente perfecta en Seúl. Su carrera como cirujano le ha otorgado prestigio y reconocimiento, mientras que su matrimonio le ha brindado estabilidad y "felicidad." Sin embargo, lo que parec...
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🎭🐰🐻🎭
—¿Hijo?
—Ha pasado mucho tiempo, mamá...
—Mi bebé...
Jeon Tae Hee avanzó con pasos temblorosos hacia Taehyung mientras cada uno de ellos estaban llenos de emociones encontradas. Taehyung permaneció inmóvil con los ojos fijos en su madre mientras ella se acercaba. La calidez en sus ojos era la misma que recordaba desde la última vez que la vio. Cuando ella finalmente estuvo lo suficientemente cerca, él dio un paso adelante, y sin dudarlo, la abrazó.
El abrazo fue fuerte, como si ambos temieran que si se soltaban, todo desaparecería. Tae Hee sintió cómo el pecho de su hijo latía con fuerza al igual que el suyo, y dejó que las lágrimas que había contenido por tanto tiempo cayeran sin vergüenza.
Taehyung por su parte, cerró los ojos mientras la abrazaba y sentía el calor familiar, y el perfume que traía consigo recuerdos olvidados. Cuando finalmente se separaron, él la miró con una sonrisa que contenía toda la felicidad y la nostalgia que lo inundaba. Tae Hee levantó una mano temblorosa y acarició el rostro de Taehyung mientras trazaba sus facciones para asegurarse de que no era un sueño.
—Has crecido tanto —murmuró con la voz quebrada y sus ojos fijos en él. —Eres todo un hombre ahora.
Taehyung no dijo nada y simplemente asintió mientras sus ojos estaban llenos de lágrimas. Tae Hee, incapaz de contenerse, empezó a llorar de nuevo, pero esta vez, las lágrimas eran de alivio, porque tenía a su hijo de vuelta entre sus brazos.
—Pensé que no te volvería a ver...
—Perdón por no buscarte, mamá...
—No, es mi culpa —lo abrazó. —Pensé que estarías mejor lejos de nosotros...
—¿Ella... —miró a la joven —es Da Hong?
—Sí —asintió y sonrió, —es Da Hong.
—Ha crecido tanto —sonrió —.
—Taehyung oppa...
Da Hong se acercó rápidamente a Taehyung con una sonrisa cálida y radiante mientras sus ojos brillaban con emoción al verlo. Sin dudarlo, lo rodeó con sus brazos en un abrazo sincero.
—Eras muy pequeña cuando me fui de casa, ¿cómo es que te acuerdas de mí?
—Siempre escuché hablar de ti. Mamá me contaba tantas historias sobre ti que siento que ya te conozco de toda la vida.
—¿De verdad?
—Siempre te imaginé guapo, pero no pensé que lo fueras aún más. Mamá siempre decía que eras alguien muy especial. Ahora lo entiendo...
