Kim Taehyung es un cirujano exitoso que lleva una vida aparentemente perfecta en Seúl. Su carrera como cirujano le ha otorgado prestigio y reconocimiento, mientras que su matrimonio le ha brindado estabilidad y "felicidad." Sin embargo, lo que parec...
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Jungkook llegó a Busan con el corazón destrozado y la mente agitada. Al entrar en la mansión de su familia, buscó de inmediato a su padre, ya que estaba decidido a encontrar a Taehyung y a Damla. Al entrar al despacho del señor Jeon, lo vio sentado detrás de su gran escritorio, con una expresión seria y fría, como siempre.
—¿En qué parte de Siria está Taehyung? —preguntó sin preámbulos, con el rostro lleno de desesperación.
El señor Jeon levantó la vista de sus papeles, y observó a su hijo con una mezcla de molestia y cansancio.
—¿Hasta cuándo seguirás detrás de Taehyung? —respondió seco e impaciente.
Jungkook dio un paso hacia adelante, con lágrimas brotando de sus ojos mientras su voz temblaba al suplicar:
El señor Jeon suspiró, sin mostrar empatía ante la angustia de su hijo.
—Jungkook, mantente alejado de Taehyung si quieres seguir con vida.
Jungkook sacudió la cabeza mientras sus lágrimas caían sin control.
—¡No entiendes! Taehyung está en peligro al lado de Hyun Gi, él es un lunático... —su voz se quebró. — ¡Yo no puedo dejar que le haga daño a Taehyung otra vez!
—Hyun Gi mató a tu esposa y a tu hijo. Y aún sabiendo eso, ¿te atreviste a tocar a su esposo? Hyun Gi ya ha demostrado de lo que es capaz, y aun así, sigues desafiando su maldad —el tono de su voz era frío, sin un rastro de compasión.
Jungkook sintió cómo la desesperación lo consumía, pero no retrocedió.
—Debo protegerlo... —murmuró, casi como una súplica desesperada. —No puedo dejar que sufra más.
El señor Jeon esbozó una sonrisa amarga.
—¿Protegerlo? —repitió con ironía. —Taehyung ha vivido toda su vida con su agresor, y aún así sigues preocupado por él. Taehyung ha elegido quedarse con el hombre que más daño le ha causado, ¿por qué insistes en salvarlo?
Jungkook miró a su padre, aturdido, mientras las lágrimas corrían por su rostro sin control y su llanto se hacía más fuerte.
—No es para tanto, Jungkook. —Se inclinó hacia él con indiferencia. —Olvida a Taehyung. Puedes volver a casarte, tener otro hijo. No sigas sufriendo por Miray ni por Taehyung. Son pérdidas, sí, pero no irreparables.
—Papá....
El señor Jeon observaba a Jungkook con los brazos cruzados, con un rostro severo y sin rastro de empatía. El llanto de su hijo no lo conmovía, al contrario, parecía irritarle.
