Kim Taehyung es un cirujano exitoso que lleva una vida aparentemente perfecta en Seúl. Su carrera como cirujano le ha otorgado prestigio y reconocimiento, mientras que su matrimonio le ha brindado estabilidad y "felicidad." Sin embargo, lo que parec...
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Después de que Taehyung se fuera del estudio, Jungkook se encontró en un mar de emociones confusas. Sentía una mezcla de felicidad y miedo, pero también una profunda tristeza. Decidió recoger sus cosas y regresar a su apartamento, ya que solo ahí, en su propio espacio, podría tomar un respiro en la tranquilidad.
Una vez en casa, en el silencio de su habitación, Jungkook no pudo evitar sentir el eco de la conexión que acababa de experimentar con Taehyung. Tomó asiento frente a su computadora y la encendió para editar las fotografías. Al repasar las que había tomado durante su sesión, su corazón comenzó a latir con una intensidad incontrolable.
Cada imagen capturaba la esencia única de Taehyung: su mirada profunda, su sonrisa cautivadora y su presencia magnética. A medida que examinaba cada fotografía, algo dentro de él despertaba un deseo ardiente, una pasión que lo consumía por completo.
Las imágenes resonaban en su mente, reviviendo el momento íntimo y fugaz en el estudio. Se encontraba cautivado por la belleza y la autenticidad de Taehyung, y no podía resistirse a la fascinación que lo envolvía.
En la soledad de su apartamento, se dejó llevar por la intensidad de sus sentimientos. Cerró los ojos e imaginó el roce suave de los labios de Taehyung contra los suyos, la sensación de su cercanía y la eléctrica conexión que habían compartido.
Aunque la incertidumbre llenaba su mente, sabía que estas emociones profundas y apasionadas no podían ser ignoradas. La llama en su interior brillaba con fuerza, alimentada por las fotografías que habían capturado el momento en el que su mundo pareció volverse del revés.
Con cada fotografía que admiraba, se convencía aún más de que su historia con Taehyung estaba destinada a ser escrita con letras de fuego y pasión. Y en esa soledad y reflexión, decidió que estaba dispuesto a luchar por aquello que despertaba en su interior, sin importar las barreras que los separaba.
Estaba sumergido en un torbellino de pensamientos mientras la imagen de los besos y caricias de Taehyung seguía viva en su mente. Mientras dejaba que su imaginación fluyera libremente, su teléfono sonó con insistencia y rompió el hechizo que lo envolvía. Con un suspiro frustrado, tomó el teléfono y vio el nombre de su madre parpadeando en la pantalla.
—¿Mamá?
—Jungkook, mi amor. Me alegro que me contestes ahora...
—¿Pasó algo?
—Tu padre quiere que tomes el primer avión a Busan y te presentes aquí lo antes posible.
—¿Ahora mismo?
—Sí, cariño. Tu padre necesita verte con urgencia...
—Está bien, mamá. Voy a preparar mi bolso y buscar el primer vuelo a Busan.
