Un día más

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Un nuevo día se hacia presente en uno de los reinos más peculiares y caóticos que el mundo jamás haya presenciado. El enigmático Reino Champiñón.

Un lugar bien conocido por estos lares del mundo por lo antes mencionado. Un sitio en donde nadie quisiera vivir sí es que no quería terminar en el cementerio junto a miles de personas más a causa de las graves catástrofes que han ocurrido y azotado a lo largo de los años.

Pero aun con ello algunos se las han arreglado para hacer un hogar en este reino. Siendo demostrado por las centenas de personas que se encuentran en las agitadas calles de esta ciudad.

Muchos dedicándose a su trabajo mientras que otros dan un paseo simplemente para relajarse y buscar que hacer para entretenerse un rato mientras disfrutaban la ligera briza del medio día.

En el centro de este enigmático reino, más en especifico en un parque. Muchas personas disfrutaban del día junto a amigos y familia; hablando, carcajeando y disfrutando de la compañía de sus seres queridos mientras que algunos pequeños jugaban y corrían por el lugar, divirtiéndose en todo momento. Un día tranquilo para estas personas que se mostraban desinteresadas del peligro latente que podía ocurrir en cualquier momento, mostrando de esta manera la cotidianidad de ellos ante ese tipo de situaciones y como en el caos se puede encontrar la tranquilidad.

En ese mismo lugar y mientras todos disfrutaban se haría presente una de las personas más reconocidas del reino, cuyo aporte al reino solo ha traído desgracia a este, pero para algunas personas ha traído alegría, y un poco de caos a sus vidas. Se trata de nada más y nada menos que nuestro fontanero de rojo: Mario.

Mario se encontraba dando un pequeño paseo en el parque mientras devoraba un plato completo de espagueti, demostrando gran satisfacción y felicidad al acabárselo, continuando con su desconocido camino. No hay una razón particular por la que Mario se encuentre dando un paseo, solamente se encontraba aburrido en el castillo de Peach y sin mucho que hacer ahí, aparte que no había nadie en el castillo, se le ocurrió dar un pequeño paseo por la ciudad mientras comía algunos espaguetis, despreocupado de lo que puede pasar mientras tarareaba su mítica melodía.

Llegado un momento en su caminata se detuvo debido a una sensación de su cuerpo, una necesidad básica de cualquier ser vivo: ir al baño.

Así que se apresuraría a toda velocidad mientras arrollaba a algunas personas y objetos que se cruzaban en su camino en busca de un baño; para su suerte, no tardo en encontrarse uno. Sin perder el tiempo entro para observar que todos los urinarios estaban ocupados y como una persona salía de usar uno de los excusados.

Sin perder el tiempo tacleo al pobre hombre y se encerró en el cubículo.

-Time to take a piss.- Habló antes de hacer sus necesidades.

Después de unos segundos, nuestro fontanero saldría satisfecho por cumplir con esa necesidad. Sin embargo, en el momento en que se estaba retirando la puerta se cerraría repentinamente, atrapando su miembro.

Su primera reacción fue un poco de indiferencia mientras que en su mente se decía: "Oh shit, here we go again". Solo para que instantes después comenzara a gritar víctima del insoportable dolor que sentía. 

Comenzando a agitarse y tirar de la puerta para liberarse bajo los ojos de todas las personas que lo observaban asqueados e incomodos por lo que ese hombre le hacia a la puerta. Aunque a Mario no le importaba nada de eso, solo quería liberar su miembro de la puerta.

Pero pese a sus esfuerzos le era imposible liberarse, comenzando a entrar en pánico por no lograrlo con métodos simples. Viéndose obligado a usar otros métodos para liberarse como fue una barreta, fallando y golpeándose la cabeza con ella. Un taladro el cual termino explotando, uso un sistema simple de palanca que termino rompiéndose, uso una motosierra para cortar la puerta pero se terminó matando, trato de romper la puerta con un hacha, fracasando en cuanto el filo se rompió apenas toco la puerta e incluso con un lanzacohetes pero tampoco sirvió, dejando la puerta sin ningún rasguño y a él carbonizado.

Estoy harto de estoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora