Arreglando las cosas.

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Una semana ha pasado desde lo ocurrido con Meggy y la plática con Luigi relacionada a ella. Nuestro fontanero se ha propuesto la tarea de arreglar las cosas con su mejor amiga, dejar su rivalidad de lado y ser de nueva cuenta aquel dúo imparable que no se separaba por nada en el mundo.

Sin embargo, no fue tan fácil como Mario creía. Esto debido a que cada oportunidad que tenía para hablar con la susodicha era interrumpido inesperadamente por un acontecimiento en donde Mario tuvo que salvar incontables veces su vida de aquellas horribles situaciones, que en su mayoría, eran impuestas por Smg4 para hacer sus "grandiosos" videos. Quitándole varios días donde fácilmente pudo aprovechar para hablar, o siquiera estar, con Meggy.

Pero la cosa no terminó ahí. Ya que la ex-inkling tampoco es que pusiera de su parte para esto. Tendiéndole diversas trampas para después interrogarlo con el fin de saber el "oscuro y malvado plan" que traía Mario entre manos. Situaciones en las que Mario trataba incontables veces de evitar el conflicto y usar el dialogo con ella con la esperanza de que entendiera, teniendo fe de que tal vez comprendiera y entendiera que no tiene nada malo entre manos y que quiere arreglar las cosas.

Lastimosamente, Meggy no creía eso. Tratando de innumerables formas de sacarle la información como diera lugar. Llegando el punto en que lo torturo de la peor forma para un italiano; ponerle piña picada a una pizza.

La situación se había vuelto tan estresante y molesta para Mario que consideraba encararla o incluso cortar definitivamente los lazos con ella. No obstante, opto por no hacerlo. Sabía lo tan importante que era Meggy para él, y más si contamos las incontables veces en las que ellos dos han estado juntos; no teniendo el corazón para hacerlo. Y mucho menos ahora que se había prometido tanto a él mismo como a Luigi que arreglaría todo.

Para su fortuna, los roces con Meggy no serían muchos. Solamente ocurriendo dos veces durante toda la semana, además de que, aún pese a aquellos roces, terminaban con una pequeña "tregua de paz" donde parecía que de un modo muy torpe estaban arreglando las cosas.

Sin embargo, Mario no creía que estuviera funcionando. Es por ello que estuvo los últimos días pensando alguna forma un poco más efectiva de arreglar las cosas con ella, pero no lograba conseguir nada.

Fue en esos momentos de bloqueo mental que de una forma muy oportuna Smg4 hizo acto de aparición, y como sería de esperarse de él solo vino para realizar otro video donde Mario sería el protagonista en un video juego con una temática similar a "The Sims".

Y como era de suponer, el video no fue más que maltratar a Mario en su "vida cotidiana", y claramente "NO" manipulada. Fue durante el desastroso y caótico video que Mario encontró la forma perfecta para hablar con Meggy y arreglarlo todo. Siendo eso en forma de un cupón para dos helados gratis en una muy reconocida heladería del reino.

Fue gracias a este cupón que de inmediato Mario tuvo la idea de invitar a la peli-naranja a comer un helado juntos. Siendo la oportunidad perfecta para arreglar las cosas.

Es por ello que ahora nuestro fontanero se encuentra en camino al departamento de la peli-naranja para proponerle esta pequeña salida. Pensaba en las formas correctas para proponérsela, desde algo sencillo como decirle y todo solucionado, o hasta el punto de ser un poco más extravagantes con unas flores o incluso algún arma buena de las que han salido al mercado de los inklings. Pero también pensaba en como se lo tomaría Meggy, si de por si el tema de que ella está sospechando mucho de él complica mucho las cosas. ¿Ahora viene para proponerle que salgan por un helado? Si, las cosas están un poquito complicadas. Sin embargo, el confía de que aceptará la salida.

No tardando mucho en llegar al enorme hotel que tanto él como Bob fundaron hace tiempo atrás cuando Meggy estuvo fuera del reino por un tiempo. Al entrar, notaria los ríos de personas que esperaban para pedir una habitación mientras que los trabajadores hacían todo a su alcance para atender a todas las personas posibles, todo mientras Mario pasaba de todos ellos hasta el elevador donde presionaría el botón del piso más alto.

Estoy harto de estoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora