El momento ha llegado.

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El tiempo ha pasado...


Han pasado los días desde aquel incidente con el de azul y el rencuentro con un viejo amigo...


Y por supuesto, la tan esperada propuesta de Mario hacia Meggy para salir en una cita...

Y si recordamos. Pese a lo ocurrido ese día, las cosas terminaron bastante bien para nuestro fontanero de rojo. Teniendo éxito al momento que la peli-naranja le aceptó la cita con él, quedando para el viernes de la siguiente semana.

Tras lo sucedido, Mario de inmediato regresaría a casa estando en un estado de emoción y felicidad explosiva para contarle todo lo que ocurrió a su hermano. Este último, al escuchar lo que ocurrió también se emocionaría de gran manera, abrazando a su hermano emocionado para celebrar con él su gran hazaña.

Y Luigi no fue el único que se emocionó por la buena noticia. Ya que tras que Mario se comunicara con Tari, esta tendría una reacción muy similar a la del fontanero de verde, estando tan feliz por Mario que se podía escuchar al otro lado del teléfono como estaba corriendo de felicidad y contándole de la noticia a su colección de patitos con una emoción indescriptible.

Sin embargo, pese a la gran celebración que se estaba dando. Esta no duraría mucho, ya que tenían un asunto mucho más importante que atender. El cual, claro está, sería el preparar al de rojo para el gran día que se avecinaba.

Dando inicio a su nuevo objetivo. El trío de amigos se reuniría para trabajar en ello mientras repasaban y daban nuevas ideas para lo que sería la cita. Teniendo una gran variedad de nuevas ideas y puliendo las que ya tenían, reorganizando su plan y puliendo hasta el más minúsculo detalle bajo la petición de Mario, el cual quería que todo saliera lo más perfecto que se podía.

Logrando de esta manera crear un grandioso plan. 

Plan que consistía en que, como sería de esperarse y ya estaba planeado. Primero se encontrarían en el centro de la ciudad para que después llevarla a cenar en un muy lujoso y famoso restaurante italiano. Para después dar un pequeño paseo, pasando a un arcade para divertirse un rato, y de ahí, llevarla a algún lugar bonito para confesarle sus sentimientos de una vez por todas. Todo mientras era respaldado y vigilados por el de verde y la peli-azul para de esta manera asegurarse que todo salga como era planeado y tratar de evitar algún evento que pudiera arruinarlo todo, y sin hablar de que ellos lo estarían apoyando desde atrás.

Un plan simple y sencillo, pero efectivo si se ejecuta de forma correcta. O eso era lo que percibían Luigi y Tari. Ya que en cambio con Mario, él no estaba tan de acuerdo; creía que el plan era muy sencillo y que aun debía pulir varias cosas.

Esto hizo que el de rojo estuviera muy ansioso por el tema de la cita y que esta debía quedar al pie de la letra con el plan. Generando que continuamente el trío estuviese revisando cada parte del plan de forma minuciosa. Pero antes de que esto empezara a salirse de control, el de verde, con apoyo de Tari, hablaría con Mario para que se relajara. 

Entendían que estuviera ansioso y que deseaba que todo saliera lo más perfecto posible, y eso era normal, pero debía relajarse. Ya que si continuaba de esta manera era muy probable que todo lo que construyeron no funcionara, y su plan se viniera abajo.

Con estas palabras, nuestro fontanero se relajaría y comenzaría a pensar mejor las cosas a partir de este punto, prefiriendo "pensar antes de actuar". Pero que se le puede hacer, como se lo mencionó Luigi; es normal que estuviera ansioso. Y más cuando se está tratando de un gran momento que puede decidir su futuro.

Estoy harto de estoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora