Las horas han pasado desde lo ocurrido con Meggy y el problema con aquel grupo mafioso. El cielo ha pasado de un brillante color azul a un color morado oscuro con tonos rozados en los extremos más cercanos al horizonte. Los pequeños destellos de estrellas poco a poco se hacían visibles en el cielo, siendo seguidas con el alzar del astro representante de la noche y el descanso. La luna.
Gracias a la luz que ha estado acumulando durante el día finalmente podía reflejarla. Iluminando con una luz azulada la superficie terrestre en esta parte aledaña del reino. No obstante, su luz se vería un poco opacada debido a la presencia de una luz cálida proveniente de una cabaña. Siendo aquella cabaña nada más y nada menos que el hogar de los hermanos Mario.
En el interior de este acogedor hogar podemos encontrar a nuestro dúo de hermanos en el comedor del lugar. Mario estaba parado, caminando de un lado para otro con la mirada fija en el suelo y con una expresión pensante y preocupada mientras que Luigi estaba sentado con una taza de té, observando como el de rojo se movía de un lado a otro con expresión pensante y analítica.
El silencio del momento consumía parcialmente el lugar y a ambos hermanos, siendo lo único que no hacía que el lugar quedara completamente sumergido en el silencio eran los pasos de Mario que eran tan rítmicos como los de un reloj. Sin embargo, este silencio no tardaría mucho más en existir en cuanto Luigi habló.
-Entonces... ¿Me explicas una vez más lo que pasó?- Las palabras de Luigi de inmediato hicieron que Mario se detuviera para después mirar a su hermano.
-Luigi. Creo que ya están sospechando sobre mi...
-¿Sospechando?- Preguntó incrédulo. -Pero si todo ha salido bastante bien. No has tenido tantos problemas como antes y mucho menos con los demás. Hasta podría decir que todo está acorde al plan.
-Si lo se. Pero al parecer no todos se lo están tomando de la forma correcta.
-Entonces ¿De quién vendrían estas sospechas? Ya que, ni siquiera Smg4 ha mostrado signos de tener sospechas aun pese a que no quieras o te niegues a hacer lo que te indique u ordene, pese que el resultado es lo que espera. Entonces ¿Quién podría tratarse?... mhm... Espera un momento. No estarás hablando de...
-Si. Así es. Estoy hablando de ella. ¿O es acaso que ya se te olvido lo que te dije hace un momento?- Preguntó confundido sobre lo que ocurrió en cuanto llegó a casa.
-Perdóname hermano pero no entendí nada de lo que dijiste cuando llegaste. Solo entendí que necesitábamos hablar...- Pronunció el de verde un poco apenado y rascándose el costado de la cabeza.
-No hay problema. Pero así es. Meggy ya tiene sospechas sobre lo que estoy tratando de hacer.
-Oh diablos... si será un pequeño problema.- Pronunció poniendo una expresión un poco preocupada. -Aunque la verdad, era tarde o temprano que pasara.
-Pero no esperaba que fuera ahora.- Pronunció algo histérico. -Y la verdad ya no sé que hacer al respecto. Tuve suerte hoy pero porque ella ya no estaba tan interesada en insistir. Pero que tal mañana o pasado mañana y así con los días que vengan. Ya sabes como es ella. Cuando se propone una meta, no descansará hasta que lo consiga.
-En eso tienes razón.- Afirmó con la cabeza e inclinándola. -¿Así qué no tienes un plan para eso?
-No. No tengo nada. Estoy en blanco con eso.- Pronunció decaído mientras tomaba asiento en una silla solo para después bajar la cabeza y sostenerla con sus manos.
-¿Y no has pensado en decirle la verdad o incluso decirle a alguien más?
-¡¿QUÉ?! No. Por supuesto que no. Aún no me siento preparado, y mucho menos es el momento.- Exclamó exaltado y negando con la cabeza en todo momento.
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Estoy harto de esto
RomanceMario... Un fontanero tonto el cual es conocido por sus innumerables estupideces. Teniendo una larga lista de acciones tanto malas y buenas tanto para el reino como para sus amigos. Sin embargo. Este último tiempo algo cambio. Muchas de sus aventura...