Mi Mayor Deseo - Thistle X Lectora

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Con el pasar de los años, los enemigos simplemente seguían invadiendo aquel lugar, queriendo fervientemente las riquezas de ese lugar, y obsesionados con el poder que poseía. 

Thistle se negaba a dejarte ir a combatir, decía que no era necesario que ninguna persona se encargue de ello, que los monstruos lo manejaban bien.

Pero los enemigos se fueron volviendo más inteligentes y más estratégicos, logrando acabar con algunos monstruos y avanzando cada vez más.

-"No puedes lanzar perros salvajes a pelear esperando que detengan a soldados entrenados, permítete estar con los monstruos, los ayudaré a acabar a cada uno de esos intrusos" le dijiste

Pudiste notar su rostro furioso, intentando pensar en alguna otra alternativa.

Hasta que notó que te pusiste de rodillas y tomaste sus manos, llamando complementamente su atención, le sonreiste y besaste sus palmas.

-"Tengo tu protección de mi lado, no soy tan tonta como para herirme con un hechicero tan poderoso ayudándome"

No costó mucho más convencerlo.

Te otorgaron de todas formas una armadura para que estuvieses a salvo de las armas de los enemigos, y una espada por si debías entrar en combate.

-"Un bicornio?" Preguntaste viendo al monstruo a tu lado, acariciaste con cuidado su hocico

Thistle: "Pensé que te verías muy genial cabalgando uno de esos..." Murmuró

Reiste un poco por su pensamiento, te acercaste a él tomando sus mejilla entre tus manos y besando su frente.

-"Volveré antes de que puedas empezaf a preocuparte otra vez"

Asintió mientras te observó subirte al caballo y colocarte tu casco, este te aceptó con calma como si jinete, así emprendiste tu camino al campo de batalla.

Thistle tenía sus dudas respecto a esto, observaba la situación con sus ojos a la lejanía. 

Pero notó algo.

A las personas les agradó aquello.

Parecía que les gustaba la idea de tener un tipo se héroe al cual aclamar sus victorias.

Alguien humano, con quien podían empatizar.

Aclamaron alegres tu regreso, casi venerandote como una diosa.

Thistle: "Sabías eso?" Preguntó cuando pudo tener un momento a solas contigo

-"De qué hablas?"

Thistle: "Que las personas te iban a adorar cuando decidiste volverte una guardia real"

-"Mm... Los humanos son criaturas egoístas... Desean tener la situación bajo su control, incluso están felices si todo va mal bajo su mando, porque al menos ellos tienen el control de ello. La idea que son protegidos por un elfo que solía ser un bufón... No les agradaba mucho" murmuraste

Sabías bien los rumores que se esparcian de él en el reino, las palabras corrían rápido entre la servidumbre del reino, siempre evitando los oídos de la familia real y por supuesto los de Thistle también.

-"Por lo que ellos necesitaban alguien en quién confiar, alguien en quien puedan pensar que tiene algo de poder... Soy capaz de tomar ese rol para que este lugar se mantenga en paz, no nos gustaría una revuelta interior"

Thistle: "Tch! Son unos mal agradecidos... Todo lo estoy haciendo por ellos, los mantengo seguros, libre de enfermedades, con riquezas y sin escasez"

Cuando volteó para seguir quejándose y vio tu rostro sonriente a unos centimentros del suyo, su rostro ardió.

-"El humano... Es el único ser que desea sufrir para sentirse humano... No le agrada la paz, no le agrada tener todo, se aburren si tienen todo. Vive por pequeñas alegrías, si tiene todo durante mucho tiempo, ya no sirve vivir" acomodaste un mechón de cabello detrás de su oreja "Por eso este reino va a caer... Vas a tener que ser cuidadoso con tus decisiones"

Thistle: "Por supuesto-... Pero vas a ayudarme, verdad?"

-"Oh, estaré para ti todo el tiempo que desees, mi corazón y alma estan encomendadas a ti Thistle" tomaste su mano para besar sus nudillos haciendo una reverencia "Si me permites, tomaré un baño, la sangre ha atravesado la armadura y no es una agradable sensación"

Saliste del cuarto dejando allí a aquel elfo de pie pensando sobre lo sucedido.

"Ooh ella sería una gran compañera para ayudarte con tus deseos, no lo crees Thistle?"

Thistle: "Creí haberte dicho... Que no me dirijas la palabra" mencionó furioso a aquella voz oculta en la oscuridad "Ni se te ocurra aparecer ante ella, o haré que no vuelvas a ver la luz nunca jamás"