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Eodio: "Quiero que cargues a mi hijo, su nombre es Yaad, estoy seguro de que estará encantado de conocerte"

Te sorprendieron las palabras de aquel joven... no, ahora hombre, no habías tenido noción de todo el tiempo que habían transcurrido hasta ese día.

Tomaste al bebé en brazos y sonreíste al ver el pequeño rostro de este.

-"Es igual a ti cuando eras un bebé" le dijiste meciendo al niño "Me pregunto si será igual de travieso que tú cuando crezca, me causará muchos problemas?"

Eodio: "No lo creo, estoy seguro que sacará ese espíritu pacífico de su madre, ni siquiera le dio problemas al nacer, mucho menos en el embarazo, es un niño tranquilo" respondió sonriendote

En ese instante, teniendo a Yaad en brazos te hizo recuperar un sentimiento que una vez habías sentido pero lo habías perdido hace tiempo.

Yo... podría ser una madre?

Pensaste por un momento, antes de devolverle el niño a Eodio.

Eodio: "Puedes venir a verlo cuando gustes, últimamente no has estado muy ocupada, ya casi no vienen enemigos, finalmente se están dando cuenta de que no pueden con nosotros!"

-"Oh, simplemente me quieres de niñera para ir a hacer travesuras con tu esposa, Eodio acaba de nacer tú bebé, es muy pronto para ponerse tan pillo nuevamente" reiste al ver como su rostro se puso rojo de vergüenza por tus palabras "No te preocupes, los iré a ver, de vez en cuando" asentiste para marcharte de ese lugar

Te dirigiste a la cocina, queriendo preparar algo para distraerte.

Ya me estoy volviendo algo mayor... no?

Podré llegar a ser madre algún día?

Yo acaso...

Tocaste tu vientre y lo apretaste con firmeza.

Siquiera soy capaz de tener hijos?

-"Te veo muy angustiada"

Te alarmaste un momento al oír aquella voz y al voltear te encontraste con un cachorro de león, pero este contaba con unas pequeñas alas.

Lo reconociste por las estatuas y adornos que había de él en el castillo de hace un tiempo, algunos le llamaban el protector del país pero realmente pensabas que era un tipo de deidad no visible que tenían aquellas personas.

El león se acercó a ti y se acarició en tus piernas tal como un minino queriendo tu atención.

-"Qué es lo que te preocupa? Quizás yo pueda ayudarte"

Acariciaste la cabeza del león haciendo que este sonría, sintiendo que pudo ganar un poco de tu confianza.

Te agachaste a su altura y lo seguiste acariciando.

-"Si eres tan mimoso es porque estás entrenado, si estás entrenado es porque eres alguien, y si eres de alguien... por qué estás suelto pequeña mascotita?" Le preguntaste "Debes volver con tu dueño, o acaso buscas escapar? Tch tch tch... No te alimentan bien acaso?"

-"Tal vez tenga un poco de hambre"

Tomaste sus orejas y las jalaste un poco riendo leve.

-"No te acuerdas de mi?" Apoyaste tu cabeza contra la suya "No pensé que ibas a tomar una forma tan linda esta vez"

-"Tengo un vago recuerdo de una niña que escapó de casa"

-"Después de que un demonio haya comido a su mami y a su papi y destruyendo su mundo alrededor" lo seguiste acariciando "Mi pregunta es, por qué luego de salir de allí, yo seguí con vida?"

-"Tal vez porque tu madre te deseo con demasiado amor, hasta el punto de volverte algo real"

-"Cuántos más años voy a vivir? Seré capaz de tener una familia?"

-"Si tienes tan curiosidad y tantos... deseos, sabes qué debes hacer para cumplirlos"

Una sonrisa engreída se apareció en la boca del león y lo soltaste.

-"Pequeño minino, aún eres un cachorro, vuelve con tu dueño y portate bien, aleja tus fauceas de él" le dijiste entredientes

El león simplemente se marchó con aquella sonrisa en rostro, desapareciendo de tu vista.

Mi Mayor Deseo - Thistle X Lectora Donde viven las historias. Descúbrelo ahora