Capítulo 2: Conociendote

1.4K 145 34
                                    

– ¿Por qué nos miran tanto?

– ¿No te das cuenta?

– ¿De qué?

– Del parecido entre nosotros.

– ¿Qué tú, te pareces a mi? – Ollie asintió, aún con una expresión de sorpresa – A ver si es cierto.

Pato hizo que Ollie mostrará todos sus perfiles de manera lenta mientras lo analizaba de pies a cabeza, hasta que obtuvo todo lo que quería, y dió su veredicto.

– Bueno, tus ojos están mucho más juntos que los míos. Tus orejas... no te preocupes, crecerás más que ellas. Tus dientes están astillados. – Se escucharon diversas risas del resto de campistas mientras Ollie se tocaba cada una de las partes que Pato iba mencionando – Y tu nariz, no te preocupes, existen cirujanos plásticos muy buenos.

– ¿Quieres que le de un golpe, Ollie?

– Tranquilo George, no creo que... – Ollie solo mantenía una mala cara, y fue interrumpido por Pato.

– Espera, aún no termino, ¿quieres que te diga cual es la verdadera diferencia entre nosotros?

– Puede ser que yo sé esgrima y tú no; y veo que yo tengo clase y tú para nada. Despídete

– Te crees la gran cosa.

Mientras Pato se acercaba llegó Fred a interferir en la discusión.

– Niños esperen, es hora de terminar este cariñoso encuentro. – Fred volteaba la cabeza de izquierda a derecha – Ollie, Pato – su confusión era perceptible en su voz – quiero decir, Pato, Ollie. Quiero decir, ah, ¡cielos! – finalmente se rindió en reconocer quién era quién.



¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.



En la cabana Navajos se encontraba un grupo de niños jugando al poker. Mientras se iban reuniendo más y más campistas, Ollie era quien iba ganando.

– Lo siento chicos, dos pares. Conformense con verme ganar.

Empezó a retirar el dinero y objetos que había conseguido.

– ¿Eso es todo? – empezó a contar el dinero – ¿no más jugadores?

Entonces se escuchó a la puerta ser azotada para dejar pasar a Pato, seguido de Lando y Oscar. Iban vestidos casuales con el calentador del campamento, pero Pato iba con unos lentes llamativos, peinado de una forma peculiar y las mangas arremangadas mientras sostenía en sus manos una bolsa con monedas.

– Yo te voy a dejar limpio, niño. — Poco a poco se fue acercando a Ollie mientras los demás hacían paso.

Ollie extendió las cartas de un lado y luego las giró con habilidad, regresó su mirada a Pato para luego darle una sonrisa engreída, demostrando que aceptaba el reto.

Juego de Gemelos (Chestappen)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora