Almas Entrelazadas

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Noviembre 2025
Seúl Corea 7:45pm

La noche amenazaba con una fuerte tormenta, el viento soplaba fuertemente y la gente comenzaba a disiparse.
Taehyung observaba desde el techo de un edificio, incapaz de sentir el frío o la lluvia. Ya se había acostumbrado pero las noches lluviosas eran especialmente duras para él.
Esa noche en particular tenía algo que apretaba fuertemente en su pecho, un presentimiento, acompañado con náuseas y un dolor en la barriga que hacía mucho no sentía. Se sentó en la orilla con los pies colgando mientras veía la lluvia caer, su frustración crecía junto a la tormenta y no entendía que estaba pasando. Se talló los ojos y se puso de pie para ir a su casa cuando la voz de alguien lo interrumpió.

-¿Qué crees que haces? - Tae dirigió su mirada a la dirección del muchacho pelinegro que se detenía en la puerta la entrada al edificio. ¿Cómo podía ser tan imprudente y hablarle así a alguien que no conoce? Miró a todos lados buscando a la persona a la que el muchacho le gritaba y eligió ignorarlo- Te estoy hablando a ti, ¿eres sordo? -Dijo nuevamente

Tae se sorprendió porque era en serio que le estaba hablando a él, se bajó de la barda y carraspeó

-Solo estaba viendo el paisaje niño imprudente- dijo con un hilo de voz pero molesto

-Ah, perdona, no sabía que eras inmortal- contestó de nuevo el muchacho. Tae, qué no estaba acostumbrado a que le hablarán de esa manera se acercó a él lentamente. Observó los cabellos empapados y pegados a la cara del chico que a simple vista estaba preocupado- Vamos adentro, te va a dar una pulmonía - dijo y se dio la media vuelta pero dejando su mano lista para que Tae la tomara - ¿Qué esperas?

Este lo miraba incrédulo.

-No tomo la mano de gente desconocida - dijo al fin de unos minutos. El pelinegro chasqueó la lengua y suspiró

-Bien, no la tomes- su voz sonaba molesta, lo cual tomó al castaño por sorpresa. Tragó saliva y para tranquilidad del chico decidió caminar frente a el esperando que no se acercara más de lo que debía

-¿Qué hacías? - preguntó el muchacho

-Ya te contesté, miraba el paisaje

-Claro, de pie en una barda de un edificio de 23 pisos, ¿Acaso quieres morir?

-¿Así eres siempre imprudente? ¿En qué te afectaría?- se detuvo

-Tal vez a mi no me afectaría, pero ¿qué sentiría tu mamá, por ejemplo?

-No tengo mamá

-Lo siento

-Si no fueras tan imprudente no lo sentirías

-¿Porqué pierdo mi tiempo contigo?

-¿Me estás culpando? No fuí yo quien te interrumpió a ti

-Eres un dolor de cabeza

-¡¿Disculpa?! El dolor de cabeza eres tú

-Vete al diablo- contestó el pelinegro y siguió bajando las escaleras, no sin antes chocar su hombro con el de el castaño.

Tae lo miró anonadado con lo que acababa de pasar, lo vió bajar las escaleras y después perderse en el elevador. Caminó con molestia y se dirigió a su casa esperando no volver a toparse con semejante mocoso grosero

Por otro lado, Jungkook también caminaba molesto a su casa. Era desagradable para él mirar a otras personas tratar de acabar con su vida sin pensar en los demás. En su mente le había salvado la vida al castaño, pero el solo había sido grosero.

Llegó a su casa empapado y entró rápidamente a la ducha esperando no resfriarse, era lo último que necesitaba, una vez listo se fue a la cama y estuvo un rato en su celular antes de dormirse.