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-Ustedes vienen a visitar a Min Yoongi, ¿Cierto? -la voz de una enfermera interrumpió a los tres jóvenes

-Así es -contestó Jimin con una sonrisa

-Vengan por aquí -la enfermera los guío hacia la habitación del chico

Al entrar Jungkook corrió y abrazó a su amigo con una fuerza que nunca antes había utilizado y le dió un beso en la sien

-Te extrañe mucho -Le dijo el pelinegro a lo que Yoongi rió de

-Pero si me viste ayer -Le dijo mientras le hacía espacio en la cama para que se sentara

-¿Lo ves? Como un año -dijo el pelinegro tocándose el pecho con dramatismo mientras se sentaba a su lado, lo que hizo reír ahora también a Tae -Yoongi, te presento a mi querido amigo Taehyung -El castaño le hizo una reverencia en forma de saludo y le regaló una cálida sonrisa- Y el rubio hermoso que está parado en la puerta sin moverse, es Jimin -dijo señalando al rubio y los dos chicos le prestaron atención

Los ojos del rubio — que estaba en shock — se cruzaron con los de Yoongi y por un momento sintió ahogarse, los chicos lo miraban con curiosidad.
No sabía por qué, no sabía que decir, las palabras estaban atoradas en su garganta. Esos ojos brillantes los recordaba con tanta claridad que se asustó, las rosas blancas que tenía en sus manos fueron extendidas hacia el chico de cabellos grises en automático.

-Son para ti -dijo con un hilo de voz, intentando encontrar la calma que de pronto había perdido

-Gracias, son mis favoritas -El chico sonrió y trató de tomar las flores. El corazón de Jimin intentó salir de su pecho, se sonrojó completamente, lo que hizo reír al par, que estaba sentado en la cama. Y Tae qué se había vuelto muy observador no pudo evitar sonreír con ternura ante las acciones de su mejor amigo

-¿Ya nos conocíamos? -preguntó el rubio aún sin soltar las flores que ahora ambos sostenían, Yoongi sonrió mirándolo fijamente a los ojos

-Te internaron aquí hace unas semanas- Contestó el chico de cabello gris, aún luchando por quitarle las flores de las manos a Jimin sin hacerle sentir tonto, lo que hizo reír divertidos al otro par que los miraba atentos

-Yo.. -sé sonrojó mas- debería recordarte, lo siento -dijo con un hilo de voz

-No, nunca nos cruzamos, yo te vi a lo lejos, no lo sientas -sonrió yoongi, quitando al fin las rosas de sus manos

-¿Cuándo sales de aquí? -sé atrevió a preguntar

-Mi última quimio es en unos días -dijo triunfante

-Entonces ¿Estás mejor?

-Mejor que nunca, lindo -contestó con una sonrisa y el rubio también lo hizo

Jungkook estaba viviendo un deja vú un poco raro, tal vez el destino de ese par era enamorarse si o sí, sonrió mirando a Taehyung a quien le había cambiado el semblante y no pudo descifrar si eran celos o incomodidad lo que sus ojos expresaban, se mordió el labio por dentro con un poco de culpa.

Al haber vuelto, nunca pensó en que tal vez el castaño querría intentar conquistar al rubio, pronto se sintió como una piedrita en el camino y la sonrisa se borró de sus labios

-Kookie -Lo llamó el castaño -quiero un té ¿Podemos ir por uno? -preguntó con súplica, quería salir de ahí, eso era claro

-Sí, vamos -contesto el pelinegro poniéndose de pie -¿Ustedes quieren algo?

-Yo estoy bien -contestó Jimin sin dejar de mirar a Yoongi y tomando asiento al lado de él en donde hace unos momentos estaba Jungkook

-Yo también estoy bien, gracias -dijo el chico también sin dejar de mirar con atención al rubio.

Almas EntrelazadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora