Almas Entrelazadas

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Septiembre 2020, Seul Corea.

Ser el hijo mayor de Kim Taewoo era una bendición y al mismo tiempo una maldición.

Kim Seokjin había crecido aprendiendo todo lo que necesitaba para que el día que su padre se retirara fuese él quién tomara las riendas de los negocios. Nunca se quejó, de hecho eso era lo que más quería, el honor de suceder al gran Kim Taewoo.

Cuando cumplió los 18 años tuvieron la cena de presentación del mayor, y con ella vino el anuncio de su compromiso con la hija de la familia Jung. Acción que marcaría un parte aguas para comenzar con su propio camino para tomar las riendas.

Nam y Taehyung estaban furiosos el día que eso sucedió.

-¿Cómo puedes permitir que te comprometan con alguien a quien no conoces? -preguntó un Nam de 16 años con molestia

-Nam, primero que nada, si la conozco, en Jung Jiwoo, y segundo si no lo hacen conmigo lo harán con ustedes- dijo el mayor que abrazaba a su máquina de lágrimas de 14 años -Piensen en mi como su salvador -Se rió

-Que conozcas su nombre y su cara, no quiere decir que la conozcas realmente- Dijo Nam

-¿Y si es una bruja? - Tae salió de su escondite en el pecho de su hermano mayor, a lo que esté rió divertido.

-Ademas, ¿A ti qué te dice que no lo hará con nosotros depués?-preguntó Nam

-El contrato que firmó para mi ¿Me crees tan estúpido para hacerlo solo así, sin un papel de por medio? Noticias bebé tengo mi propio abogado.

-Pero Jin a ti ni siquiera te gustan las mujeres -Soltó derepente el menor que estaba entre sus brazos aun gimoteando

-Bueno siempre me puedo casar con el hijo si eso quieren - el mayor volvió a reír

-¿El hijo de los Jung no es como de la edad de Taetae?

-No, es de tu edad -respondió

-Ese no es el tema -dijo Nam otra vez con tono de molestia -Nuestro padre había prometido que no haría tal cosa con nosotros, ¿Porqué lo hace ahora?

-Yo decidí hacerlo, es una buena oportunidada para comenzar con mi propio imperio

-No digas tonterías, si estas siendo obligado siempre podemos demandarlo para que te deje en paz

-Nadie va a demandar a nadie Tae -dijo con firmeza- La compañia del padre de Jiwoo necesita de nuestra ayuda, si no lo hacemos así entonces la casaran con el hijo de los Wang

-¿Qué tiene de malo él?

-No tiene nada de malo como persona, ni como empresario pero Jiwoo no lo quiere

Nam lo miraba con incredulidad, ¿Entonces porqué ella no quería al tipo, iban a sacrificar a su hermano?

-Mira Nam, Si los Jung fusionan su empresa con WEntertaiment a nosotros no nos pone ni nos quita nada, Jiwoo será infeliz y ustedes no conocerán a su increíble hermano. Pero si en cambio la empresa de ellos se fusiona con la nuestra, nosotros tendremos más dinero y lo mejor, a los hermanos Jung.

-¿Nosotros para qué querríamos a los hermanos Jumg? Ni siquiera los conocemos

-Bueno, cuando los conozcan me dicen lo contrario ¿si? De momento dejen de llorar, yo ire a divertirme un rato.

Diciembre 2020, Busan Corea.
Cena de Navidad

El castaño de 14 años se encontraba sentado junto al rubio fuera de la casa mientras la temperatura bajaba gradualmente, uno estaba recargado en el hombro del otro, ambos agradecían que sus familias fueran grandes amigas, así no tenían que separarse en esas fechas que resultaban especiales para ellos, ese año era diferente, ambos se encontraban abrumados con la presencia de la familia Jung, Tae seguía preocupado por el tan reciente compromiso de su hermano mayor.

-Los hermanos Jung son muy...

-Reservados -contestó el rubio mientras ambos miraban al cielo

-Yo iba a decir aburridos -contestó Tae con sinceridad

-No puedes juzgarlos, sus padres son unas personas muy estrictas, además, la razón por la que te desagradan no es válida

-¿Porqué me inválidas?

-A ti no. A tus razones para odiarlos

-No los odio, esa palabra es demasiado grande

-Bueno, la razón por la que no te agradan, Jin ya les dijo a ti y a Nam que fue idea de él y que está bien con eso. Gracias a él tú y Nam podrán enamorarse y casarse con quién quieran.

-También Hoseok está en el contrato que firmó mi padre, Jin también lo protegió a él.

-¿Lo ves? Si Jin no quisiera hacerlo de verdad, no le habrían importado ustedes

-Tienes suerte de que en tu familia eso no esté a discusión -dijo -Si ese fuera el caso entonces no tendrían a quién sacrificar por ti.

-Y dale... Ya te dije que no es un sacrificio

-El dijo "Piensen en mi como su salvador".

-¿Conoces a tu hermano? Me parece que lo conozco mejor yo que tú

-Sé que estaba bromeando -murmuró -Jimin es que no quiero que se vaya de casa

-Repito, creo que conozco mejor yo a tu hermano que tú, Jin jamás se iría de su casa antes que cualquiera de ustedes dos

-Además.. No es como que mi hermana quiera irse de casa antes que yo -el chico de cabello castaño claro y sonrisa de corazón salió contestando a los chicos, que lo miraron con un ligero toque de vergüenza

-Lo siento Hoseok -dijo Tae apenado ¿Habría escuchado toda la conversación?

-Hobi -dijo -me puedes llamar hobi. Y no lo sientas -sonrió -digamos que yo tampoco quiero que mi noona se case de esta manera, así que estamos a mano

Lo habían juzgado rápido

-Y otra cosa, yo soy todo menos aburrido -dijo sentándose a un lado del castaño que se sonrojó de inmediato

-L..lo siento -murmuró con vergüenza, el rubio le dio un codazo en forma de "te lo dije". Pero hobi solo sonrió y acarició su cabeza como a un cachorro.

-No te preocupes -sonrió -vamos por un helado los tres el día de mañana, y si vuelven a casa aburridos entonces tú tenías razón, pero si no, entonces tendrán que ser mis amigos y cumplirme un deseo

-¿Que tipo de deseo? -preguntó Tae sonrojado

-Oh pequeño ¿Qué clase de pensamientos tienes en tu cabeza? -Se burló en mayor

-¿Que clase de pensamientos tienes tú? Yo sigo avergonzado de mi comportamiento - se defendió el castaño.

Diciembre 18, Actualidad.

Y así fue, al día siguiente fueron los tres por un helado y tal como el risueño chico advirtió, él era todo menos aburrido. Si, se volvieron amigos, en Seúl solían salir juntos de compras, a comer, a los parque y en alguna ocasión se escaparon a un bar, terminando en la comisaría por intentar entrar con identificaciones falsas. Tae nunca iba a olvidar el sermón de Seokjin, le costaron semanas de ser su sirviente para que nadie, absolutamente nadie supiera que había puesto un pie en ese lugar. El deseo que mencionó Hobi nunca lo externó, hasta la actualidad no lo había hecho.

El día que Tae hizo callar al maestro, mientras iba a su banca, la voz risueña de Hobi se coló por sus oídos, tenía años sin verlo, bueno en esta vida se suponía que solo un año, pero si contaba los de su vida pasada entonces eran cuatro. No pudo evitar dejar escapar esa sonrisa boba y al encontrarse con la mirada emocionada de Jimin no lo pudo contener, literalmente casi chilló de la emoción.

La historia de Hobi con los chicos era bonita pero complicada, en primera porque gracias a él fue que Tae descubrió su gusto por los chicos, en segunda porque él estaba enamorado de Seokjin y le dolía saber que él estaba comprometido con Jiwoo, su hermana.