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Noviembre 2022

Recién lo habían dado de alta... El pelinegro había pasado alrededor de dos años internado en un hospital psiquiátrico con una severa depresión después de ver a su hermano mayor morir en manos de unos delincuentes.
Sus padres habían notado un patrón en su comportamiento, y decidieron intervenir antes de que él también los dejara. Amaban a sus dos hijos, perder al mayor de ellos había sido duro, pero Jungkook, él hubiera querido irse con su hermano y no dudó en intentar hacerlo, pero después de ver lo heridos que sus padres estaban, desistió.
Ese día la familia Jeon estaba en un restaurante cenando cuando el pelinegro alcanzó a ver en lo alto de un edificio a un chico, ahí, de pie en la barda a nada de dejarse caer. Su corazón se aceleró, una oleada de malos recuerdos llegaron a su mente y sin pensarlo dos veces se levantó y se fue corriendo dejando a sus padres desconcertados, el chico corría lo más rápido que podía, pero la lluvia dificultaba su tarea, entró corriendo al edificio y llamó a elevador, pero su desesperación era más grande que el tiempo que el elevador tardaba en bajar, entró por la puerta de servicio y corrió escaleras arriba. Para cuando llegó, era demasiado tarde, aquel muchacho había saltado, cayó de rodillas en el piso de aquel edificio, empapado sus lágrimas rodaban por sus mejillas, y pronto ese dolor se convirtió en enojo. ¿Cómo alguien podía odiar tanto a sus padres, a sus amigos, a sus hermanos para hacer algo así? ¿Si lo estás pasando mal, porqué no solo lo hablas? ¿Porque morirte y arruinar la vida de las personas que te aman?
Para cuando sus padres llegaron, el pelinegro yacía hecho bolita en el piso, empapado y con los labios morados de frío.

-Mamá... No llegué a tiempo -dijo el pelinegro con los ojos rojos llenos de lágrimas -Saltó -sus lágrimas quemaban en sus mejillas y el nudo en su garganta estaba más apretado que nunca.

Al bajar de ahí, pudo ver el lugar acordonado, y la gente amontonada alrededor, él no quería ver, no podía...

Noviembre 2025, Actualidad..

Jungkook despertó con las mejillas empapadas, se talló los ojos y después de acostumbrarse a la oscuridad de su habitación buscó con la mirada a Tae.

No estaba.

Se sentó en la cama, no recordaba haber sufrido tanto aquel día, no entendía porque ese sentimiento de culpabilidad y dolor se había instalado en su pecho, hasta que después de un rato lo entendió.
La conexión no era solo su casa, no eran solo los chicos, Jungkook, que en su momento no conocía al castaño, había intentado detenerlo, y no había llegado a tiempo. Su corazón se hundió ¿Tae lo sabía? ¿Por eso no estaba ahí? El dolor en su pecho se hizo presente una vez más, y más de sus lágrimas rodaron por sus ahora rojas mejillas.

No había podido evitarlo, se había enamorado de un fantasma encantador, ahora sabía que él no había podido salvarlo y sentía un dolor tan profundo como el que sintió cuando le arrebataron a su hermano. No entendía que había hecho que el castaño se fuera, pero lo atormentaba la idea de no volver a verlo, se levantó de la cama y encendió la luz, miró a su alrededor en busca del castaño pero no había señales de él, miró el reloj y se dió cuenta lo tarde que era, aún así no dudó en levantarse.

La lluvia estaba más fuerte que nunca, hacía un tiempo que no había tormentas así, salió de la habitación y después de encender las luces, buscó por toda la casa al castaño sin éxito, cada minuto que pasaba se hacía más insoportable el sentimiento de abandono que de pronto se había instalado en su pecho. Lo llamó pero no obtuvo respuesta y conforme pasaba el tiempo, el pánico se apoderaba más y más de él. ¿Ya no podría verlo?
¿O era que solo se había ido y ya?

Tae no sabía que estaba pasando, en algún momento durante la noche despertó sumido en la oscuridad, por más que se tallaba los ojos no podía acostumbrarse a la profunda oscuridad que había en el lugar, escuchó la voz lejana de Jungkook, lo cuál lo alertó, estaba acostado a su lado, ¿Como podía su voz sonar tan lejana?

Un sentimiento de asedio invadió por completo al castaño, al encenderse la luz y notar a un Jungkook con los ojos llenos de lágrimas y por primera vez un semblante aterrado. Su corazón se aceleró, no era cierto, eso no estaba pasando...

Jungkook seguía gritando el nombre de Tae, cada vez más ansioso, buscándolo por todas partes, el castaño contestaba pero no lograba ser escuchado, lo perseguía por toda la casa intentando que el pelinegro lo mirase, pero no había manera, Tae ya no estaba más ahí... El pelinegro salió en medio de la madrugada, para el terror de Tae, que podía verlo pero ya no podía hacer nada para detenerlo.
Pasó mucho tiempo caminando bajo la densa lluvia, ya ni siquiera sabía en donde estaba, su garganta ardía, sus ojos dolían, y la cabeza le daba vueltas, no entendía porqué razón el castaño se había ido. Podía haber pasado cualquier cosa, tal vez solo había ido a ver a Jimin, quizá estaba con Namjoon, pero la presión que tenía en el pecho le decía que Tae no estaba más con el, ni con los chicos.

Eso lo rompió.

El pelinegro se sentó en una banca frente al río, estaba empapado, estaba cansado, tenía los labios morados del frío que hacía en ese momento y no paraba de pensar en el castaño; que lo miraba impotente y con dolor.

-¿Porqué no me ves Kookie? -preguntó el castaño en voz alta, pero sus palabras fueron llevadas con el viento, nunca llegaron a los oídos del pelinegro.
Destrozado, Jungkook se acostó en la banca mirando al cielo

-Nunca te eh pedido nada -habló el pelinegro -Nunca te reproché el haberme quitado a mi hermano, entré a rehabilitación, evité el dolor de mis padres, ayude a Jimin y a Namjoon a superarlo ¿Porqué me lo has quitado? ¿Cuál es el daño que yo le he hecho a alguien para merecer esto? -el nudo en su garganta se hacía cada vez más grande y Taehyung que estaba a su lado se sentía igual, quería tomar su mano, pero a diferencia de antes, es que ahora era igual que con Jimin, el no lo percibía... -¿Como pude creer que funcionaría? Creí que lo dejarías conmigo el resto de mi vida -el pelinegro seguía hablando -¿Porqué me dejaste amarlo si pensabas quitarmelo? ¿Acaso no sabes que me necesita? ¿Acaso no sabes que lo necesito?

Tae le había pedido tantas veces una oportunidad a Dios de remediar lo que había hecho, que perdió la cuenta, a cambio le habían regalado la oportunidad de ser escuchado y amado nuevamente, pero el pelinegro tenía razón ¿Cual era el punto de permitirles conocerse, si después pasaría eso? Nunca se había quejado de su castigo, había aprendido a lidiar con el, sabía que si no cedía algún día los volvería a ver, pero Dios había puesto a Jungkook en su camino, ¿Porqué ahora se lo estaba quitando?

El castaño seguía tomando la mano del pelinegro, ambos destrozados, solo se escuchaban los sollozos del pelinegro en el lugar

-Tae ...

Almas EntrelazadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora