20

1 1 0
                                    

Tae regreso a su asiento, ahora con esa boba sonrisa en su rostro, sonrisa que no pasó desapercibida por el pelinegro y que no le estaba gustando para nada ver.

Por un momento mientras se iba a sentar los ojos del castaño se encontraron con los del rubio y la complicidad que emanaban era tan palpable que ahora eran Yoongi y Jungkook quienes se sentían incómodos.

La manera en que el semblante del castaño cambió en el momento que escuchó aquella voz que lo llamó con tanta familiaridad, tenía a Jungkook literalmente comiéndose las uñas. Le producía una sensación de malestar el solo mirar a SU Taetae con una sonrisa boba pintada en su rostro porque no era por él por quién estaba sonriendo así.

Y Yoongi, Yoongi no terminaba de comprender porque de estar cada uno en lo suyo derrepente su novio y el novio de su mejor amigo hablaban en secreto mientras se reían ¿De que se reían? ¿Quién era ese chico? ¿Porqué dijo que Taetae era suyo, si en realidad era de Jungkook? Y ¿Porque de pronto parecía que el profesor había desaparecido? el peliteñido giro sobre su asiento para encontarse cara a cara con Jungkook que lucía ligeramente afligido.

-¿Que está pasando?

-No tengo la menor idea -respondió sin dejar de mirar al castaño , el profesor volvió luego de unos minutos y depués de ponerles algo de tarea por fin los dejo salir al descanso, luego de que el profesor se fuera, Jungkook pudo notar como el chico misterioso se levantó con la intención de acercarse a su par de masitas que aun acomodaban sus cosas, así que en automatico se levanto y se acercó a los chicos, tomó la mano de Tae, que lo miró confundido

-Ven Taetae, tenemos que hablar -dijo mientras se aseguraba de enlazar perfectamente sus manos para que todo chico y chica que aun estaba en el aula pudiera notar el gesto, ese gesto que solo las parejas entienden, Tae parpadeo un par de veces y dirigió su mirada al rubio quien, tambien estaba apunto de ser arrastrado lejos del aula por Yoongi, ambos se miraron con curiosidad y luego miraron a sus respectivos secuestradores y cedieron saliendo de ahí con ellos dejando a más de uno de los compañeros, incluído el chico misterioso llenos de intriga.

No estaban seguros de lo que habían visto, pero la imagen del pleingro tomando la mano del castaño de manera posesiva era algo que se quedaría en sus mentes un muy buen rato.

Jungkook llevo de la mano al castaño prácticamente arrastrándolo hasta encontrar un lugar en el que pudieran estar a solas, así que terminaron encerrados en un cuarto de limpieza. El castaño nunca había visto actuar de esa manera a Jungkook, que derrepente tomó a Tae por los hombros y lo miró con un semblante nuevo para él ¿Estaba  triste?

-¿Ya me vas a decir porque estabas enojado? -preguntó tratando de sonar lo más tranquilo posible, el castaño evadió su mirada. Jungkook pudo mirar cómo de un momento a otro el semblante de su masita había cambiado nuevamente de tranquilidad a tristeza por aquella pregunta. Eso lo descolocó, no entendía que le estaba pasando, no quería abrumarlo pero tampoco estaba dispuesto a dejarlo pasar, primero porque necesitaba saber que él estaba bien, y segundo, los celos actuaban por él, no se iba a permitir que otro lo hiciera feliz. Pero él seguía sin hablar, lo que al pelinegro comenzaba a molestarle -Taetae

El castaño levantó su mirada cristalizada encontrándose con los ojos afligidos del azabache, su labio tembló un poco antes de tratar de emitir un sonido, el que fuera, pero no podía, simplemente no podía confezarle al azabache lo mucho que le gustaba, lo mucho que le había molestado verlo coquetear con Rosé, tenía tanto miedo de sus sentimientos que no podía decir ni una palabra sin sentir que se desbarataría ahí mismo. Entonces lo hizo, ya no le importaba, si iba a ser rechazado prefería que fuera ahora y no cuando sus sentimientos fueran más grandes y hubiera más dolor del que ya preveía. Juntó sus labios a los del pelinegro dando un beso de piquito, rápido y lleno de timidez. Se apartó dejando al azabache completamente sin habla.

Almas EntrelazadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora