XVII | La Belleza eres Tu.

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17 de febrero de 2020.

Paola.

Aún me cuesta hablar sin sentirme impotente sobre Angie y Marcus, cómo creyeron que nunca nos daríamos cuenta y como consecuencia, actuaban como si nada estuviera pasando.

Me cuesta hablar sobre esto, pero a pesar de eso me siento bien. Me siento bien porque ya no tenía que vivir en ese círculo de mentiras, porque para mí eso llegó a su fin.

La pregunta que Estarling y yo nos hicimos al final de ese día aún sigue dando vueltas en mi cabeza, porque aunque quisiera decir que nos falta mucha historia por contar, ¿quién soy yo para decirlo?

No sé qué pasará en el futuro, pero me gustaría que él esté incluido.

Hoy me tocaba participar en un día de jardinería comunitaria aquí en Gales, donde en este mes cada año las floristerías pueden participar en eventos de jardinería comunitaria donde la gente se reúne para plantar flores en espacios públicos como parques, plazas o jardines urbanos.

En representación de la floristería Jardín de Luz debía ir a participar. He ido varias veces y cada una supera a la anterior. En ella conocía a muchos colegas y fraternizaba, pero ahora no sé cómo vaya a ser con el Parkinson tan reciente en mi sistema y cómo a veces no puedo tener control de él aunque quisiera.

Al llegar a nuestro punto de encuentro, saludé a muchas personas. Algunas ya sabían de mi reciente diagnóstico de Parkinson, pero también había otras con las cuales ni siquiera quería hablar.

—Hola, pequeño sol —escuchar ese saludo me hizo voltear a ver y era mi compañero de facultad, Josh.

—Hola, Josh —saludé de vuelta y lo abracé, él correspondió al abrazo— ¿Cómo estás?

—Feliz de verte, ¿y tú?

—Estoy bien —respondí.

—¿Cómo vas con el Parkinson?

—Intento manejarlo lo mejor que puedo —confesé.

—Si estás aquí es porque lo has hecho bien —corroboró con seguridad.

En ese momento, Alison, otra compañera, se acercó a nosotros.

—¿Con que nuestro pequeño sol sigue viva? —preguntó sorprendida al verme.

—Sí, estoy aquí —respondí y ella me abrazó— Es bueno verte, Alison.

—Lo mismo digo, Pao —afirmó y en ese momento dejó de abrazarme porque escuchamos las voces del guía que nos asigna en qué grupo estaremos.

—¿Vamos por un café luego? —sugerí y ellos sonrieron.

—Como siempre, sí —Alison y Josh dijeron al unísono mientras escuchábamos al guía.

—Bien, chicos. Gracias a todas las jardinerías, floristerías y viveros presentes. También a los voluntarios les agradecemos mucho que estén aquí —en ese momento todos los presentes aplaudimos—. Ahora, comenzaré a decir los nombres del primer grupo que irá al barrio Doña Blanca, ¿bien?

—BIEN —gritamos todos al unísono.

—Pasen por aquí para que se conozcan: Paola Peters —en ese momento pasé al frente—, Scarlett Brown, Juan de Luz, Emily Parker, Margot Vivian y Estarling Baker —al escuchar el último nombre, mi corazón comenzó a latir más fuerte, pero esto aumentó al confirmar que era Estarling a quien se refería.

Él pasó al frente y se dirigió a nuestro grupo. Traía un pequeño bulto, ropa cómoda y unos lentes de sol que hacían juego con su cabello. Joder.

Por Primera Vez.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora