XX | Me gustas. Parte 1.

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14 de marzo de 2020.

Paola

Adaptarse al cambio suele ser duro. A veces, sin querer, jalamos la cuerda hasta que nos sangren las manos. A veces nos complicamos tanto, cuando solo nos queda soltar y no pensar tanto en lo que ya pasó.

Pero, ¿cómo se supera eso? ¿Cómo se aprende a superar a una persona que querías tanto y que luego te enteraste de que su corazón le pertenecía a alguien más?

Aunque todo lo de Marcus y Angie apenas fue hace semanas, hoy es uno de esos días en los que lo que pasó da muchas vueltas por mi mente y no debería. Hoy saldré con Estarling; hoy de seguro reiré y la pasaré bien con él como siempre, pero...

Mis sentimientos por Estarling, con cada abrazo, cada sonrisa, en cada momento, crecen. Y mientras crecen, me hacen preguntarme: ¿Qué pasa si nuestros sentimientos crecen y solo se quedan ahí? ¿Qué pasará con nosotros?

—Pao. —la voz de París, entrando al invernadero, hizo que volviera a la realidad— ¿Todo bien? Te ves muy distraída.

—Sí. —respondí, levantándome de la silla donde estaba acomodada— Solo me he sentido un poco distraída, solo eso. —intenté parecer segura, pero no lo estaba del todo.

—Bueno, para tu suerte, llegó alguien a hacerte compañía. —informó París, y su cara cambió a una de emoción interna.

—¿Quién llegó?

En ese momento, miré hacia la entrada y noté la presencia de Estarling, vestido con un polo negro y unos pantalones de tela del mismo color. Su presencia inundó la atención del lugar. Él sonrió al verme, y París también al ver mi reacción.

Hola, soporte —su saludo me hizo reír. No entiendo por qué, pero siempre lo hace.

—Bueno, los dejo solos —avisó París, divertida—. Estarling, bienvenido —lo saludó, chocaron un puño y luego París desapareció del invernadero.

—Hola —saludé de vuelta—. Sinceramente, no esperaba verte por aquí. Creí que nos íbamos a ver en el establecimiento.

No podía esperar a esa hora para verte —respondió acercándose a mi dirección y esa respuesta, lo bien que lucía y el momento estaban haciendo que mis sentimientos estuvieran a flor de piel, como si una ola de emociones reprimidas encontrara su camino hacia la superficie.

—¿Y eso por qué? —indagué y en ese momento él me observó fijamente estando ya cerca de mí.

—Es un secreto de estado —su respuesta hizo que riera.

—Es hermoso volverte a ver, Estarling.

—Lo mismo digo, Paola —al responder me abrazó y correspondí a ese abrazo, se sentía como un abrazo cálido y especial, sus abrazos dejaban una huella de calidez y seguridad en mí.

Cuando dejamos de abrazarnos, lo invité a sentarse y me senté al lado de él.

—¿Cómo te has sentido en estos días? —indagó Estarling mientras se acomodaba.

—He estado bien, solo me cuesta acostumbrarme a todo —solté en un suspiro, sintiendo cómo el peso de la adaptación se asentaba en mis hombros.

—¿Has estado pensando mucho en lo que pasó con Angie y Marcus?

Su pregunta me hizo pensar. Aunque sí lo había hecho, me hizo caer en cuenta de algo: hoy se cumplía un mes de que ambos terminamos nuestras relaciones.

—Tu pregunta me hizo darme cuenta de que hoy se cumple un mes de eso —confesé—. Hoy había estado pensando en eso, no te lo voy a negar, pero siendote honesta no había caído en cuenta con la fecha. De que hoy hace un mes, decidimos hacerle frente a ellos y terminar ese círculo de mentira en el que estábamos metidos.

—Y, ¿cómo te hace sentir que yo esté aquí ahora?

—Bien —asentí y él hizo una media sonrisa—. Tu compañía en este trayecto ha sido algo lindo, me he sentido menos sola desde que estás aquí, como si tu presencia trajera luz a mi vida.

Él sostuvo con sus manos mi rostro y dejó un beso en mi frente, luego susurró las siguientes palabras: —Me siento mejor desde que estás aquí.

En ese momento, su nariz comenzó a bajar con lentitud en cercanía a mi rostro y sentía como si su tacto me estuviera dando energía, una que sinceramente no sabía de dónde salía, como si cada roce fuera un susurro de vida que se filtraba en mi ser.

Nuestras narices quedaron en la misma dirección y en ese momento nuestras respiraciones nos delataban, sabíamos lo que estaba a punto de pasar, como si el aire mismo se cargara con la electricidad de nuestra cercanía, de este momento.

Me gustas demasiado, Paola —susurró mientras iniciaba a jugar con mi nariz y con juego se acercaba más a mis labios, como si cada pequeño contacto fuera un preludio de lo que estaba por venir.

Su respuesta era algo que sí esperaba, porque yo también lo sentía; desde la primera vez que lo vi, algo me atrajo de él y ahora, eso permitió que esté aquí, con él.

—¿Y qué harías si te digo que tú también me gustas? —consulté y él se quedó por un segundo estático mirando mis labios, para luego mirar mis ojos, como si en ellos buscara la confirmación de nuestras emociones compartidas.

—Pues... —en ese momento humedeció sus labios y se acercó mucho más, sus labios a los míos— Haría esto.

Joder. En ese momento me besó, sus labios se sentían como toques celestiales llenos de emoción, sus labios se adueñaron de los míos y en ese momento todo parecía estar en perfecta sincronía, porque con él estaba experimentando sentimientos nuevos, por primera vez, gracias a él.


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ALGUIEN MÁS ESTÁ EMOCIONADA??????
Yo igual, la espera valió la pena!!!!

Quise dejarles esta primera parte, para que experimentarán las emociones que tendrá esta serie de capítulos, están preparadas?

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Por allí podremos hablar más sobre esta historia.

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Nos leemos pronto <3

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