XVIII | Lo eres.

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27 de Febrero de 2020.

Estarling.

Cada día que pasa, descubro nuevos sentimientos hacia Paola. Estos sentimientos me llevan a aceptarla, cuidarla y quererla por quien es. Sin embargo, a veces me embarga un poco de miedo: miedo al fracaso, miedo a no ser correspondido.

Observo cierto brillo en sus ojos cuando estamos juntos; su sonrisa es distinta a cuando está conmigo, distinta a como lo era con Marcus. Aunque prometimos explorar esa conexión que sentimos por primera vez en el aeropuerto, aún así mi corazón tiene un poco de temor a salir herido si estos sentimientos avanzan.

—¿En qué piensas tanto? —la voz de Ashely resonó en la habitación y voltee para mirarla mejor.

—No sé por qué, pero siento miedo. —confesé en un suspiro.

—¿Miedo de qué? —indagó Ashely, sentándose a mi lado.

—Cada día siento que en mi ser se desarrollan nuevos sentimientos por Paola, su sonrisa... —me detuve mientras miraba la luz que entraba por la ventana—. Ha sido literalmente un faro de luz en mi vida, pero ¿qué pasa si solo soy yo quien siente eso?

—Recuerdo que me comentaste que en dos ocasiones ella te ha dicho que te quiere en su vida, porque esa conexión que ustedes sintieron por primera vez es especial y única, ¿no? —asentí en acuerdo— Estarling, no te puedo decir que no tengas miedo. Es parte de la vida, especialmente cuando estás comenzando a sentir cosas por alguien más, aun con el corazón un poco herido por lo que pasó. —suspiró y luego se levantó para ir a mi escritorio y tomar una de las fotos reveladas que tenía encima, debía entregarlas mañana.

Se sentó de nuevo a mi lado para mostrarme la que tomó.

—Me dijiste que esta fue la que más te gustó. —en ese momento me estaba mostrando la de Paola—. Mientras lo hacías hace días, un brillo en ti se hacía presente por lo que ella te hace sentir. —en ese momento ella me observó con seriedad—. Estarling, el amor nunca es un juego perdido y sé que eres correspondido por ella.

—¿Por qué lo crees?

—Instinto. Aunque no la conozco, te conozco a ti. Ninguna chica puede resistirse a tus encantos. —en ese momento solté una risa—. Estarás bien.

En ese momento me llegó un mensaje. Al desbloquear el celular y ver quién era, era Paola.

Miré a Ashely y ella hizo un guiño.

—Te lo dije, ninguna chica puede resistirse a tus encantos. —acarició mi hombro y se levantó para salir de la habitación.

Cuando noté que Ashely había salido por completo de la habitación, me detuve a leer el mensaje con atención.

"Hola, señor Soporte.
¿Te gusta la música clásica?"


"Hola <3. Sí, de hecho me gusta mucho."

"¿Por qué la pregunta?"


"Mis padres llegaron de su viaje de Ámsterdam y entre todas las cosas que trajeron fueron casetes de música clásica. Creo que una vez vi en tu auto un reproductor pequeño de casetes.¿Aún lo usas?"



Sonreí al leer ese mensaje. Nunca imaginé que ella podría notar eso.

"Sí, fue un regalo de mis padres y siempre lo llevo conmigo."


"Eso me alegra :).
Si deseas puedo llevártelo a Plaza Linda y ahí te lo entrego, ¿te parece bien?"

Por Primera Vez.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora