cake boy 2

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— Vamos a casa, pastelito ~ comeré todo lo que me des tí —

Mark no lo dudó ni un segundo más, necesita que el mayor probara su cuerpo, su piel, su sudor y otras cosas. Quería ser comido (aunque su subconciente aún estaba alerta por si debía detener cualquier acción que los lastime). Por otro lado, Jungwoo estaba totalmente emocionado, si piel erizada, nunca había tenido tanto tiempo ese dulce sabor en su paladar, deseaba tener más, deseaba poder alimentarse y calmar todas sus ansias, Mark parecía totalmente de acuerdo con eso.

Llegaron al apartamento en dónde vivía Mark ya que Jungwoo compartía vivienda con Yuta y no querían hacer las cosas incómodas.

Ni bien llegaron, Jungwoo lo tomó fuertemente por la cintura para luego meterse en el cuello de Mark y morder, chupar y succionar con hambre, los dedos tembloroso de Mark intentaban alcanzar su celular y cuando lo logró le envío un mensaje a Johnny para que estuviera alerta.
Mark aún tenía mucho miedo y Woo lo sentía cuando su sabor pasaba de algo dulce a un poco amargo, pero volvía a la normalidad cuando el canadiense lo miraba y soltaba fuertes jadeos sin vergüenza alguna.

— W-woo...a mi habitación, por favor — Tiró del cabello de Jungwoo con sus delicadas manos para que esté lo mirase y luego de compartir un beso más profundo, se dirigieron a la habitación de Mark.

Jungwoo se sentó en la suave cama y observó como Mark se despojaba de sus prendas superiores para luego sentarse en su regazo sin ninguna petición.

— Quiero...quiero empalagarte, pero me da miedo que no pares y y... — El suave beso de Jungwoo hizo que Mark dejase de hablar.

— Parare, lo prometo, Pastelito — Suspiro y tomó con cuidado la mano de Mark para dejar besos ahí — No quiero que desaparezcas, no ahora que me siento adicto a tí —

Mark soltó un gemido por la emoción de esas palabras y volvió a besar a Jungwoo dejando que este paseara su lengua por toda su cavidad bucal, recogiendo exceso de saliva y tragando como si fuera la mejor bebida del mundo, y lo era, para Jugnwoo lo era y Mark estaba totalmente conciente de eso.

El beso parecía no tener fin, sus lenguas peleaban entre sí volviendo todo asqueroso por sus fluidos bucales los cuales resbalaban por sus barbillas, pero a ninguno le importaba, los dos estaban tan locos por el tacto del otro que no le importaba estar sucio.

Jungwoo parecía no saciarse del sabor de Mark, pero debía dejar el beso si querían llegar a algo más, así que juntó sus fuerza para separarse mientras mordía el labio de Mark y lo estiraba un poco, su miembro erecto se había sacudido por el gemido de Mark, pero su cuerpo tuvo una fuerte corriente de placer cuando sin querer había lastimado el labio de Mark, haciendo que este grité mientras algunas gotas de sangre se filtraban en su lengua.

Santísima mierda.

Jungwoo se volvió loco.

El sabor de la sangre de Mark era demasiado dulce, tan dulce que le encantaba y por eso mismo empezó a chupar su labio, quería tomarse toda la sangre que saliera de ahí.

Su respiración estaba totalmente desordenada y para cuando vió a Mark a los ojos, le menor se dió cuenta que Jungwoo estaba locamente empalagado.

— J-jung... Woo! — Mark se separó con algo de fuerza, haciendo que su labio se lastimara más, pero debía parar a Jungwoo.

— Dame~... Sabe muy bien, pastelito, no me hagas esto — Mark relamio sus labios y negó suavemente para luego ponerse de pie dejando desconcertado a Jungwoo.

— Solo espera —

Fue lo único que dijo para luego quitarse sus últimas prendas y quedar desnudo en su totalidad, no observó a jungwoo por la vergüenza ya que su pene estaba rojo y brillante por la excitación y el pre-semen, solo se subió a su cama y abrió sus piernas timido.

ᗰᗩᖇK; 𝗳𖹭𝗿 ᨡ𝗹𝗹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora