Love

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Mark parpadeo aturdido por lo que acaba de pasar, su respiración se cortó por unos segundos antes de volver junto a sus sentidos, y fue ahí cuando sintió como su mejilla derecha ardía como los mil demonios. Alzo su mirada viendo a la persona que lo golpeó.

- Me sigues mirando como si fueras una perra - Burló el contrario mirándolo con desprecio - ¿Te golpeó de nuevo para que sepas quién manda? - Le alzó la mano de nuevo, pero Mark la esquivó haciendo que el chico perdiera la compostura, provecho eso y le pateó el estómago

- Me sigues mirando como si fueras una perra - Repitió esas palabras yendo por su camisa - No sabes en el lío en el que te metiste - Amenazó tomando al contrario por el cabello para que lo mirara - Te advertí que yo no iba a ser la perra de cualquiera Yunko - Sonrió cínico acercando el encendedor al rostro del más alto - Es una pena, me cogías tan bien -

- Me sigues mirando como si fueras una perra - Repitió esas palabras yendo por su camisa - No sabes en el lío en el que te metiste - Amenazó tomando al contrario por el cabello para que lo mirara - Te advertí que yo no iba a ser la perra de cualqu...

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Kim Doyoung era perfecto.

Nadie te lo negaría.

Hasta su nombre sonaba irreal, como si Doyoung viniera del cielo. Todos apostaban que era cierto.

Todos menos Mark, cosa que para muchos era actuar de envidia.

Que burros.

Mark no podía ver a Doyoung como alguien caído del cielo, si perfecto, pero no como un ser celestial digno de ser un santo total ¡Puras patrañas!

¿Cómo alguien que vendía drogas era del cielo?
¿En qué mundo?

Tal vez en el de Mark por haberlo hecho ver la estrellas una noche, pero no era un santo, para nada.

- Te dejaron la mejilla más roja que la nariz de un payaso - Eso fue el saludo de Doyoung cuando Mark entro a su casa

- ¿Que haces en mi casa? No, ¿Cómo entraste a mi casa? - Preguntó mirándolo confundido mientras ponía todos los seguros de la casa, si alguien entra, nunca sale. Pero es Doyoung, saldrá al día siguiente.

- Tu guardia es mi hermano, tontito - Contestó con esa característica sonrisa suya - Además, extraño verte, hace tiempo no pasas por mi trabajo y compras dulces -

- Encontré un mejor proveedor - Comentó sin una pizca de sentimiento quitándose su camisa dejándola por ahí - Pero ya debería estar muerto, así que dame más -

- Infiel - Exclamó Doyoung siguiéndolo con la mirada - ¿Ya te dije que me gustan tus pezones? -

- Hace como un año, si - Respondió tomando dos latas de cerveza, posteriormente se sentó al lado de Doyoung entregandole una lata

- Hace un año no te los habías perforado - Se quejó abriendo la lata - Ahora me gustan más, acompañados de ese mismo tatuaje de corazón, uff - Rodó los ojos como sinónimo de placer - Fan number one - Pronunció con una vago inglés - ¿Que tal lo dije? -

- Fatal - Fue lo único que respondió Mark antes de darle un largo trago a su cerveza

- Entonces deberías enseñarme - Habló Doyoung luego de dale un trago a su bebida ,- Cuando tuvimos sexo gemias en inglés ¿Sabes el nivel de excitación que fue para mí? -

- ¿Por eso te corriste a los minutos? - Doyoung soltó una risa mirándolo - ¿Callado por qué es verdad? -

- Cariño, si a minutos te refieres luego de que te corrieras dos veces, si, fue así - Volvió a tomar de su cerveza ahora poniéndose serie - Ahora si, a lo que vengo -

- ¿Por qué todas tus visitas tienen un propósito serio? - Cuestionó Mark con un bufido - Por fin pensé que me querías ver para solo tener sexo -

- Es por eso - Mark lo miró confundido  - Seré franco, me gustas - Si Mark tuviera líquido en su boca, seguro lo hubiera escupido - Cada vez que hago algo con alguien, solo vienes tú a mi mente, quiero salir a la calle contigo, tomarte de la mano, besarte, invitarte un helado sin fines de vender sustancias, quiero ser el único en tu cama como tú el único en la mía, Mark, estoy enamorado de ti -

- ¿Te tomo un año darte cuenta? - Preguntó con tono de burla intentando aligerar el ambiente, y lo logró, haciendo a Doyoung reír - No te puedo asegurar que me gustas porque no se cómo se siente eso, no me enamorado de nadie - Comentó echándose hacia el respaldo del sofá suspirando - Pero comparto el sentimiento de tenerte siempre en mi mente, no hay un solo segundo en el que mi mente proyecte algo sobre ti, siempre eres tú, y solo tu, cuando voy a parque y veo a las parejas, o cuando salgo a comer con mi hermana, pienso en como sería contigo, o cuando tengo se...

Los labios de Doyoung se estamparon con los suyos callandolo - No quiero pensar en alguien más tocando tu lindo cuerpo - Susurró muy cerca de los labios de Mark - ¿Le darías una oportunidad a este ser perfecto? -

- Si las drogas son gratis, si - Bromeó lamiéndose los labios rozando los de Doyoung suavemente - Solo bromeó, te daré una oportunidad -

- ¿Reglas? - Mencionó con calma mirándolo con cariño. Mark sonrió y negó ¿Por qué ponerle reglas a Doyoung?
Por primera vez dejaría que alguien lo tome sin sus estúpidas reglas de olvidarlo al día siguiente o matarlo si se atrevía a faltarle el respeto

- ¿Debería? - Doyoung sonrió en grande atrapando los labios de Mark con los suyos comenzando un tranquilo beso

Uno en dónde solo dejaban a flote sus más sinceros sentimientos, hasta que Mark empujó a Doyoung por el hombro para subirse en su regazo y empezar un beso más fogoso, más húmedo y desordenado. Dónde sus lenguas se encontraron al instante empezando una guerra por cual domina a la otra, ganando Doyoung, como siempre.

Al pasar los minutos, las manos traviesas de Doyoung se metieron por debajo del pantalón de Mark apretando su trasero con bastante fuerza logrando un quejido por el contrario, quien subió sus manos por debajo de la camisa de Doyoung tomando sus pezones, Doyoung siseó en respuesta.

Ahora las caderas de Mark hacían círculos por sobre el regazo del mayor pegando las erecciones de ambos generando una deliciosa fricción. Los besos de Doyoung dejaron la boca de Mark para empezar a bajar por su cuello, luego de entretenerse en esa zona, bajo hasta sus clavículas succionando con fuerza u mordiendo para dejar marcas, era muy posesivo y a Mark lo amaba todo el mundo.

- ¿Lo haremos aquí? - Preguntó Mark mirando a Doyoung agitado - ¿No es algo incómodo? -

- La otra opción es tu cocina - Mencionó con una sonrisa coqueta delineando con su dedo el tatuaje de corazón que Mark tenía en su pectoral derecho - Ya lo hicimos en tu cuarto, quiero algo nuevo -

- Entonces acomoda el sofá - Ordenó levantándose del regazo de Doyoung - Iré por lubricante y condones - Doyoung solo sintió viendo a Mark subir las escaleras

Y suspiró, recordaba como le decía a todo el mundo que no iba a amar a nadie, no quería amar a nadie, pero Mark se metió en su corazón reclamándole como suyo, y Doyoung no podía estar más de acuerdo.

MalejaR.

ᗰᗩᖇK; 𝗳𖹭𝗿 ᨡ𝗹𝗹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora