Capítulo 14. LIAM

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Todo esto me supera hasta límites insospechados. ¿En serio lo han negado en mi cara y han tenido el descaro de decirme que no era lo que creía? Los mataría si pudiese. Estoy tan enfadado que ni pienso, porque lo intento, pero solo tengo esa jodida imagen en la cabeza. Necesito pasear y tomar el aire. Voy dándole vueltas a toda esta mierda cuando escucho mi nombre. Al principio creo que le hablan a alguien que se llama igual que yo o que me imagino cosas, porque desde que llegué, la verdad es que no he socializado demasiado. Aunque para ser realista, antes tampoco lo hacía demasiado. Pero entonces, dicen también mi apellido.

-¿Eres Liam?- es una chica- ¿Liam Blake?

Me doy la vuelta y la estudio. Es pelirroja con el pelo muy largo. Tiene los ojos de un verde muy claro y la cara llena de pecas. Sé que la conozco, ¿pero de donde? Algo se ilumina en mi cabeza.

-¿Juliette? ¿Juliette Doyant?- veo como me sonríe.-¿En serio eres tú?

Se tira a mis brazos. Está incluso más guapa de lo que la recordaba. Parece una de esas muñecas de porcelana, con la boca pequeña y carnosa como si fuese a dar un beso siempre.

-No me puedo creer que seas tú- ríe emocionada- Ni te imaginas como te he echado de menos tonto. Pero desde que dejamos de vernos ni te has molestado en buscarme.

-Bueno, perdona- digo avergonzado- Sabes que pasaron muchas cosas.

-Ya- me suelta escaneándome- No sabes como sentí lo de tus padres. Pero lo peor fue cuando me enteré que ya no pasaríamos los veranos juntos. ¿Estás ocupado ahora? Aunque llevo dos años en la ciudad casi no tengo amigos. Ni siquiera en la agencia.

-¿Agencia?- sonríe.

-Sí, bueno, estoy intentando ser modelo. Por eso me decidí a venir a estudiar aquí. Pero no tenía ni idea de que tú también estabas- se la ve contenta- Me alegra que de todas las personas con las que podría encontrarme fueses precisamente tú.

-La verdad es que sí tengo tiempo- suspiro. Necesito que se me pase aunque sea un poco el enfado antes de volver a casa. Y encima hace mucho que no veía a esta chica- ¿Quieres ir a tomar algo?

-Claro- me coge del brazo mientras vamos a una cafetería cercana.- En realidad estaba viendo como contactar contigo. Incluso me planteé llamar a tus tíos.

-Tendrías que haberlo hecho. Me encanta volver a verte.

Nos sentamos y pedimos unos cafés.

-¿Qué han pasado? ¿ocho años o así?- suspira- Me parece increíble. Mi futuro esposo me abandonó sin más.

Me echo a reír y veo como frunce el ceño.

-¿Qué, no te acuerdas?- parece molesta- ¿Cómo planeábamos nuestra boda y discutíamos sobre la cantidad de hijos que tendríamos? Por que yo sí que lo hago. Cuando empezamos a pasar los veranos juntos, al principio me pareciste un poco raro, pero luego vi lo especial que eras. Me pasaba el año deseando verte pero por suerte nos mandábamos cartas, emails y hablábamos por teléfono. Pero de repente, desapareciste sin más.

-Lo de mis padres fue muy duro- suspiro por que sé que tiene razón- No quería saber nada de nadie. Me volví incluso más solitario y sombrío, créeme. Sospeché que no te haría gracia el cambio.

-Pues ahora se te ve muy bien- tiene una sonrisa preciosa. Cuando lo hace las pecas se le mueven. Recuerdo que el primer beso que le di a una chica fue a ella- Estás muy guapo. Con un estilo un tanto macabro, pero muy guapo.

-Ya, claro- le quito importancia con la mano- Mira quien fue a hablar. No me extraña eso de ser modelo. Te has vuelto toda una belleza.

-Para lo que me sirve- resopla fastidiada- Los chicos se sienten intimidados conmigo y se ponen enseguida en plan celoso y posesivo.

LLAMAS NEGRAS (2° Parte SAGA LABIOS NEGROS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora