LLAMAS NEGRAS (2° Parte SAGA LABIOS NEGROS)

Capítulo 15. LIAM

Antes de salir para el aeropuerto subo a ver Kiara para avisarle de que me marcho unos días. Al principio, he de reconocer, que iba a irme sin decirle nada, pero después de pensarlo, mientras preparaba la mochila y recordar lo que me contó Jasper, no creo que fuese buena idea. Así que subo. Cuando entro, todas luces están apagadas y subo a su habitación para ver si se ha acostado. Pero no está. Entonces se me cruza un pensamiento por la cabeza y espero estar equivocado. Voy a la cocina y descubro con angustia que tenía razón. Sigue sentada encima de la encimera. No se ha movido de ahí en toda la tarde. Se está abrazando el cuerpo, con los ojos rojos e hinchados, pero ahora mismo tiene la mirada vacía y soy consciente de que está tan perdida dentro de si misma que ni siquiera ve nada.

-¿Kiara?- le digo bajito para no asustarla.

Creo que no me ha oído, pero entonces veo como cierra los ojos. No me habla y veo como contiene las lágrimas. Me acerco a ella.

-Lo siento tanto- susurra- Sé que me odias. Te lo dije Liam, yo solo lo destruyo todo.

Apoyo mi frente en la suya y parece que eso la sorprende. Pero la siento aún más derrotada, sin fuerzas. La he odiado todo este tiempo desde que los vi, pero ahora, de nuevo, siento que el amor me devora.

-Tengo que ir a casa unos días- me mira asustada- Se ha muerto la hermana de mi abuelo. Volveré después de Halloween. Cuando lo haga, tenemos que hablar ¿Vas a estar bien sola?

-Tranquilo- me mira y suspira, porque sé que ha sentido el miedo en mi voz- No te preocupes por mi. Dale un abrazo a mi niña oscura.

Voy a besarla pero mi lado vengativo ahora mismo no me deja. Se da cuenta y me da una sonrisa triste.

-Nos vemos pronto- me doy la vuelta y antes de salir oigo que ha empezado a llorar de nuevo.

En cuanto Evelyn me ve, se tira encima de mi. La he echado mucho de menos. Nos pasamos el día juntos. Me pide que le cuente todo sobre Nueva York. Hago lo que me pide, pero evito decirle nada que la agobie. Ella parece darse cuenta, pero no me pregunta. Me habla de como le va el colegio y se la ve feliz.

Al día siguiente es el funeral. Evidentemente, yo soy incapaz de entrar al cementerio, por eso me quedo ayudando a Annie a preparar la recepción de después. La casa empieza a llenarse de gente. Estas cosas me agobian, así que me voy con Evelyn fuera.

-Hola esposo- oímos una voz detrás de nosotros- Si lo llego a saber te aviso para venir juntos.

Nos damos la vuelta y veo que Evelyn tiene los ojos entrecerrados desde que ha escuchado como me llamaba. Es Juliette que me mira sonriente.

-¿Juliette?- estoy confuso- ¿Qué haces aquí?

-Vaya, cuanta alegría de ver a la madre de tus hijos- se ríe y sé que Evelyn no la manda a la mierda de milagro- Recuerda que nuestras familias son amigas de toda la vida.

-¿Quién eres?- Evelyn ya no aguanta más. Juliette primero frunce el ceño, pero enseguida vuelve a sonreír.

-Me llamo Juliette- le responde con ese tono que utiliza la gente para hablarle a los niños como si fuesen tontos y veo a Evelyn levantar una ceja- Liam y yo somos amigos desde pequeños. Tenemos planes de futuro ¿sabes? Nos vamos a casar y tener hijos.

-¿En serio?- el sarcasmo en la voz de mi hermana es evidente y me está fulminando- Entonces, al parecer eres mi futura cuñada.

-¡Espera!- grita Juliette entusiasmada- ¿Eres la hermanita de mi Liam?

-Sí, esa soy yo- sé que está enfadada pero Juliette no parece ni darse cuenta- Creo que voy a dejar a la parejita sola. Hablamos luego Liam.

-Caray- me dice Juliette cuando Evelyn se va- Tu hermana es, no sabría decirte, peculiar.