Capítulo 50. KIARA

36 10 66
                                    

Después de la cena, mi abuela me llamó muy enfada y estuvo casi una hora echándome una bronca monumental e intentando convencerme de que le contase a Liam mi plan. Pero no pienso hacerlo. Sé que estoy siendo una cabezota, pero necesito que sepa lo quiere. Que me elija a mi y no se conforme con algo que no desea. Jasper también está enfadado y cada vez que viene Beverly me lleva a parte para suplicarme que le enseñe el maldito perfil de Juliette a Liam. Algo a lo que siempre me niego también.

Liam ya empezó a darme clases de piano y ha quedado muy claro que le va a costar mucho más que a mi con él y el español. Cada vez que terminamos de tocar, me mira con lástima porque no doy ni una. Me he planteado dejarlo, pero no pienso desistir. Tengo por lo menos que llegar a poder tocar una maldita canción en condiciones. El solfeo además es como si fuese para extraterrestres. Por mucho que lo intento no me entra en la cabeza y me frustra. Por suerte hoy le toca a él. Le tengo preparado algo para torturarlo un poco. Cuando lo llevo al salón, en vez de al despacho, me estudia con suspicacia.

-Vamos a hacer hoy algo diferente- le digo sonriendo con maldad.

-No sé si eso me gusta mucho- entrecierra los ojos.

Enciendo la televisión y noto su confusión.

-¿Sabes esas canciones que bailo, las de Reggaetón?- asiente- Pues te he hecho una playlist de vídeo con las letras en inglés y español.

-No me jodas Psicópata- bufa- Que no se te de bien la música no es culpa mía y esto claramente es una venganza.

-Cuando empieces a ver a esa chicas preciosas bailando y veas lo que dicen, te darás cuenta de que no- sin darme cuenta hago el pucherito y me mira con ojos oscuros- De hecho sé que cuando las veas, ya no querrás que baile más para ti.

Se echa a reír y lo fulmino.

-Eso no pasará ¿Hacen ese gestito sexy?- se muerde el labio- Es diferente. Además, no me gusta por lo que crees. Es que...no sé bailar y siento un poco de envidia. Como tú viendo tocar a los demás.

-¿En serio? Creía que era el estilo.

-Pues no- contesta enfurruñado- Es cierto que prefiero otros, pero ese pequeño secreto me fastidia.

Me río y me quiere desintegrar. Me siento a su lado y la pongo. Empiezan a salir los vídeos y cuando va leyendo las letras abre los ojos.

-Joder, son fuertecillas. Ahora entiendo por qué se baila así- se ríe cuando lo miro mal.

Sigue viéndolos y a mi se me va moviendo solo el cuerpo. Se da cuenta y me sonríe.

-Puedes bailar si quieres, yo tengo que concentrarme en esto que te has inventado, pero tú lo controlas. Las dos cosas, por cierto- parece que de verdad le molesta ese tema.

-¿No te importa?- dudo- Aunque bueno, estando ellas, a mi ni me miraras.

Así que me levanto y me pongo a bailar mientras Liam tiene que seguir con su clase. Empieza a sonar la canción del día que nos conocimos, cuando me vio escondida en la discoteca. Entonces me da la impresión, como ese día, de que me miran. Abro los ojos y lo veo observándome con la misma expresión. Y otra vez bailo para él. Se echa hacia delante y coloca los codos sobre las rodillas y la cabeza sobre los puños cerrados. Cuando termina, extiende el brazo para que me acerque. Me sienta encima suyo frente a frente. Apoya su cabeza en la mía con la respiración agitada.

-Ese día, cuando te vi ahí, tuve tanto miedo- su voz es casi un susurro- Sabía que solo tú le darías sentido a todo y acabarías con el vacío. Hay algo que quiero saber ¿Por qué pusiste esa fecha en los mecheros?

-Porque fue cuando lo supe- me estudia confuso- Supe que estaba perdida por completo y haría por ti lo que fuese aunque sabía que era imposible escapar. Intenté alejarme de ti, pero me pudo el egoísmo y solo quería tenerte cerca.

LLAMAS NEGRAS (2° Parte SAGA LABIOS NEGROS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora