LLAMAS NEGRAS (2° Parte SAGA LABIOS NEGROS)

Capítulo 60. KIARA 🔞

Apenas me habla. Solo me mira de vez en cuando debatiéndose entre la tristeza, la rabia y el deseo. Sospecho que pretende desatar por completo su Oscuridad, porque veo que ya lo dominan. Soy consciente de que se irá volviendo retorcido, que las tinieblas le susurrarán al oído. Pero no me importa, de hecho eso es siempre lo que he querido de él. Lo que nos hace iguales y no se da cuenta que por eso hago esto. Para ver si entiende o prefiere negarse a si mismo quién es. Quiere que me detenga y parece decidido a hacer lo que sea. Pero yo también. Cuando terminamos se echa hacia atrás cruzando los brazos.

-Contéstame Kiara- me pregunta entrecerrando los ojos- ¿Ya te lo has pensado mejor? ¿De verdad quieres seguir?

-Sí. Hasta el final- le respondo.

-Hasta el final. Ya veo- se pone en pie mientras me estudia- Entonces ¿estás dispuesta a todo hoy?

-A todo- ve que no dudo y respira hondo.

-De acuerdo. Sígueme. Volvemos arriba.

Oigo el fuego que lo devora. No solo del deseo y el amor, también del Infierno que se está desatando en su interior. Voy a subir detrás de él para que no me vea sin ropa interior desde atrás, pero al ver lo que pretendo se detiene.

-No, tú primero- me habla sonriendo y veo la maldad en su cara.

Pero me da igual. Sé que nunca me haría daño. Sé lo que está intentando y si me detengo ahora, no podré hacer lo que planeo. Entramos de nuevo en la habitación.

-Quítate la camiseta- me dice.

Cuando lo hago, se sienta de nuevo en el sillón estudiándome. Soy consciente de que lo intenta es pensar que hacer para conseguir pararme. Veo como una idea cruza su cara. Levanta una ceja sonriendo con malicia.

-Túmbate Kiara- lo hago.

Se acerca y me pone bajo la cabeza otra almohada. Así puedo verlo perfectamente. Va hacia la caja y empieza a sacar las cintas. Se acerca a un lado de la cama y me coge un brazo. Lo extiende y me ata la cinta a la muñeca y la otra parte a la pata de la cama. Hace lo mismo con el otro brazo. Va al borde de la cama y me da media sonrisa.

-Abre las piernas- de nuevo le doy lo quiere.

Empieza a atarme uno de los tobillos, pero de repente entrecierra los ojos negando con la cabeza y lo suelta.

-Hazlo si quieres- le digo- Confío en ti y sé que no me harías daño.

-Lo sé, por eso no voy a hacerlo.

Creo que se acercará, pero en lugar de eso, se vuelve a sentar. Lo observo confusa. Parece divertido y como ese ángel oscuro que es, aunque finja, veo perfectamente como esa Oscuridad que me atrapa ha tomado el control. Pero al negarse con esa idea, no ve que mezclada con la de su ira está también la intensa Oscuridad de su amor y me duele.

-¿Qué pasa Kiara?- me pregunta- ¿Por qué me miras así?

-¿No, no vienes?- quiero sentirlo.

-Ahora mismo no- me contesta sonriendo- Puede que dentro de un rato. Quien sabe. Ahora solo quiero observarte, quietecita, sin que puedas escapar de mi.

Respiro hondo. Comprendo entonces que pretende. Noto como me observa recostado en el respaldo del sillón.

-¿Recuerdas el día que me enseñaste, de esa forma tuya tan especial, lo que era la frustración?- cierro los ojos un momento porque sé perfectamente de que habla- Responde, ¿te acuerdas?

-Sí- le digo sabiendo lo que va a hacer, torturarme como hice yo con él, sabiendo incluso que no me he perdonado por lo que pasó.

-Bien, no lo dudaba. Vamos a ver que tal se te da ti.