Capítulo 6. LIAM

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Jasper se ha ido a dormir enfurruñado todavía, pero parece más tranquilo. Soy consciente de lo mal que se lo he hecho pasar. Debí hablar con él de mis sospechas y seguro que me habría abierto los ojos mandándome de una patada aquí en el primer vuelo. Si fuese al revés, yo me hubiese desesperado tanto que no sé de que hubiese sido capaz de hacer. Por eso también puedo comprender que le cueste perdonarla a pesar de todo lo que le he contado. Al menos sé cuanto la quiere y que al final lo hará. Sospecho que el alivio que siente al verme mejor, haga que se le pase enseguida. Por suerte todavía queda una semana para empezar la Universidad y conseguir arreglar todo este lío, que ahora me doy cuenta como un imbécil, que podría haber solucionado mucho antes si desde el principio hubiese hecho lo que debía. No romper jamás la promesa que le hice a mi pequeña loca.

Después de dormir por fin durante horas con la Psicópata, ahora no tengo sueño. Me pregunto que estará haciendo ella. Así que me decido y subo a su casa. Toco el timbre y tarda en abrir, por lo que pienso que quizás se haya acostado. Voy a marcharme sin insistir para que descanse, pero la puerta se abre. Cuando me ve se le ilumina la cara aunque sigue con la mirada triste.

-Perdona, estaba arriba leyendo.

Me habla con timidez. Como si nos acabásemos de conocer y en cierta manera me duele. Aunque soy consciente de que me lo merezco.

-No, es tarde- le respondo- Debí haberte avisado.

Kiara se queda de pie estudiándome. Quizás se le haya pasado por la cabeza el mismo pensamiento que a mi. Se me hace tan raro estar así con ella. Me muero de ganas de abrazarla, tocarla, sentirla. Pero si necesita tiempo, le daré todo el del mundo. De repente se echa reír y me desconcierta.

-¿Qué?- me pregunta- Parece que volvemos a comportarnos como si fuésemos colegas o es que todavía no te has decidido a perdonarme. Porque lo entendería.

Ahora baja la cabeza mordiéndose el labio. Me atrevo y la toco, solo para levantarle la cara y que me mire.

-No hay nada que perdonar Psicópata- entrecierra los ojos- De hecho, debería ser yo quien te diga eso.

-Liam- suspira- Sabes que conmigo no tienes que sentirte así. No lo soportaría.

La cojo del brazo acercándola y la abrazo. Hundo la cabeza en su pelo absorbiendo su aroma.

-Ni te imaginas cuanto te he echado de menos- le digo.

-Si es solo la mitad de lo que lo he hecho yo, créeme, puedo imaginarlo- me pasa las manos alrededor del cuello poniéndose de puntillas y por fin me besa.

Siento lo mismo que la primera vez que la besé. Como un idiota había creído antes de conocerla que había besado, sentido deseo, pero que equivocado estaba. Noto su desesperación, su intensidad, como si yo le estuviese devolviendo la vida y sé exactamente como se siente, porque yo sin duda estoy igual. Cuando conseguimos separarnos, a penas sin aire, me deja pasar. Al parecer ha terminado de decorar la casa y está incluso más oscura y siniestra que la última vez que estuve aquí. Al ver mi expresión se ríe.

-Creo que dejé que me dominara demasiado mi estado de ánimo cuando la estaba terminando- luce avergonzada- Bueno, si me canso, puedo cambiarlo.

-No, si me gusta- le respondo mientras vamos al salón- Tus primos los Addams estarán felices cuando te visiten.

-Tonto- me contesta mientras me siento en el sofá negro y ella busca un refresco.

Se coloca a mi lado. Me mira con esos intensos ojos negros. Coge el móvil y pone nuestra playlist.

-No había vuelto a escucharla- me confiesa- Tenía ganas, pero no podía sin pensar en ti.

-Ya- respiro hondo- Jasper me suplicó ver películas de terror.

LLAMAS NEGRAS (2° Parte SAGA LABIOS NEGROS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora