Los otros omegas de la manada no son amigos para Enzo, son cachorros.
La mayoría se unieron como estrategia de supervivencia, porque estar fuera de la aterradora manada de Matías es peor que estar dentro.
Matías de alguna manera logro volver la agradable atmósfera que el director se encargo de crear en un infierno para todos, excepto para el mismo.
Y sus amigos.
Enzo lo ha visto, como omega del líder ve todo, pero no puede decir nada, son los alfas jóvenes, los que están alrededor de Matías como un mismo ser, los que se mueven a cada lado, son los mismos que gritan, humillan y rebajan a sus omegas.
A veces piensa que lo aprendieron de Matías, que nunca vacila en gritarle, o en usar su voz de mando, el ya ha aprendido a no quejarse pero los cachorros todavía no.
Y entonces ellos corren a el.
Aprende con el tiempo, que no importa cuánto Matías lo humille, lo rebaje frente a ellos o lo haga llorar, esos cachorros siempre volverán a él.
En uno de esos días, Pipe, el mismo niño omega que le había dicho que su alfa era malo antes de que incluso lo fuera, llega a su habitación, llorando y con un moretón en la mandíbula.
Enzo se congela, porque aunque Matías lo haga sufrir todos los días de su vida sabe nunca le ponera una mano encima, el lo ha dicho
"A un omega no se le toca ni con el pétalo de una rosa" Le había dicho, cuando estaban abrazados, estaban viendo una película y Matías había empezado a hablar "Si me entero que alguien te pega lo mataré"
No pregunto más allá, pero nunca dejo de pensar en eso.
Pipe se derrumba entre sus brazos, llorando en la curva de su cuello, el lo abraza y lo hace callar lo mejor que puede, dejándolo entrar al nido que comparte con Matías.
"¿Que paso chiquito?" Le pregunta, suavemente, limpiando las manchas de lágrimas en sus mejillas, Pipe sorbe la nariz, llorando entre sus palmas.
"Estaba con otro, Blas estaba con otro y me enojé, ¿Estuvo mal?"
¿Lo estuvo? Se pregunta el en su cabeza, no sabe que haría si Matías lo engañara, porque nunca quiso estar ahí en primer lugar, ¿Se enojaría? ¿Se alegraría? ¿Que era lo correcto en decirle?
¿Porque deseaba que nunca pasará eso con Matías?
"No cielo, fue una reacción normal" Lo abraza contra su pecho, ronroneando suavemente, sus hermanos nunca recurrieron a él para eso, no planeaba tener hijos, eso era lo más maternal que había hecho "¿Por eso te golpeó?"
Pipe no responde nada, pero siente como su olor a angustia se agria cuando lo menciona, no necesita decir nada más.
"Tengo que decirle a mi alfa Pipe" Le susurra, cuando los sollozos del omega en sus brazos se calman, el niega, suavemente "Si no le digo se enojara conmigo"
"Por favor no le digas nada a tu alfa, le va a hacer algo y el me dijo que no lo volverá a hacer, me lo prometió, si le decís algo me irá peor"
Enzo se muerde la lengua, bombeando su olor alrededor de Pipe para calmar al omega, no sabe que decir ni que hacer, Matías lo aterra pero lo aterra más lo que podrá a hacer.
Lo abraza cerca de su pecho, "No le diré nada"
Y espera que no pase nada.
Matías no se entera de nada los primeros días, es bueno ocultando secretos y lo trata igual que siempre, hasta que Pipe aparece con otro moretón y su alfa con otro omega.
Su alfa es territorial con su manada y se enfurece de inmediato, no con Blas, o con Pipe, o con el otro omega, se enoja con él.
"¿¡Que mierda tenés en la cabeza estúpido, no podés pensar, decirme lo que pasa?!" Matías lo acorrala en su habitación, junto a la puerta, gritándole a todo pulmón.
No es justo que le grite a él y no a Blas, no es justo lo que pasa junto a él, no es justo nada de lo que está pasando.
"¡Es tu responsabilidad decirme lo que le pasa a los demás Enzo, no puedo estar en todo!" Le grita, golpeando la pared a su lado, junto a su cabeza, se encoge, intentando que el golpe no llegue.
"Lo siento Matías, yo- quise protegerlo, no les hagas nada, lo siento mucho" Le súplica, llorando suavemente, Matías no lo mira, se relame los labios y deja que una de sus manos descanse en su cintura.
"Yo no les haré nada Enzo, te lo haré a ti, te lo mereces"
El golpe llega antes de que lo espere, su mejilla arde, con fuerza y se derrumba contra la pared, viendo como destruye su nido.
Chilla y grita, viendo como Matías desgarra la poca ropa que le quedaba de Sofía, deshaciendo su nido, apestando toda su habitación con su olor a ira, no dice nada tampoco, callado y se va con un portazo.
Enzo no cree que Matías cumpla su promesa.
***
cada vez que escribo un capítulo de esto me siento este
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
