nueva ciudad | matienzo (omegaverse)

21. mal

Enzo siente que algo anda mal.

Algo profundo dentro de él está mal, pero no puede identificar el que, contesta las felicitaciones por su cumpleaños y ve un par de edits que le salen en Instagram, pero sigue habiendo algo extraño que se crea en su pecho.

Intenta saber que es y seguir su rutina, pero con la película todo cambia, ya no es ama de casa, su vida se expande más allá de sus hijos y su esposo, entrevistas en todas partes, cámaras en lo que sea que hace, es un fenómeno mundial, en ebullición y todo el mundo lo ama.

Pero siente que nadie lo hace en realidad.

Aman la imagen que tienen de él, lo que muestra en Instagram y en las entrevistas, los vistazos de su personalidad que deja que se deslizen entre sus dedos. Aman lo que él ha creado, pero él único que lo ama en realidad es Matías.

Matías es el más afectado por la fama explosiva y por lo que está mal dentro de él.

Se distancia poco a poco, y aunque va a todas sus entrevistas, sentado cerca de la cámara principal, sabe que se enoja cada vez que la atención está centrada en él.

Y no quiere que se enoje, se encarga de promocionar cualquier cosa que haga Matías, ya sea una entrevista o solo una historia de Instagram, quiere que tenga una probada a la fama que le había dicho que nunca obtendrá.

Quiere dársela toda, odia lo mucho que la gente lo quiere, como quieren saber cada cosa que hace, desde en dónde compra su cena hasta en que parque va a pasear a sus hijos.

Quieren saber cada pequeño detalle de su relación y sabe que eso trae más problemas de lo que pueden imaginar.

Una sensación de malestar entre Matías y él que inunda su relación, los momentos suaves se vuelven duros y Enzo ve de vez en cuando como Matías ve a otros omegas cuando salen juntos.

Piensa, de vez en cuando que Matías lo engañara, que se acostará con otro y no cree que pueda decirle nada, asustado de estar solo en ese nuevo mundo donde el es el centro.

Matías siempre había estado en el centro de su vida y el cambio abrupto de papeles entre los dos los afecta, el mundo ya no gira alrededor de su alfa, si no alrededor de él.

El ahora es él centro de atención. Y está mal.

No se suponía que pasará así, se suponía que Matías sería el centro de atención, que las personas iban a querer saber cada pequeño detalle suyo, no él de él.

Algo está mal dentro de su mente, disfrutando la atención que no le corresponde.

"¿Todavía me amas?" Le pregunta a Matías mientras estan acurrucado juntos, su cabeza cerca de su pecho, su bebé está dormido entre sus cuerpos en un moisés y su cachorra mas grande en una cuna en su habitación.

"¿Debería hacerlo? No hemos pasado ese punto en nuestra relación ya" Le responde Matías, seco, apartando un mechon de cara.

Enzo se siente aturdido, levantándose sobre sus codos, ¿Que mierda era esa respuesta?

"¿Me amas o no Matías?" Pregunta, exasperado, una sensación de malestar creciendo dentro de su pecho, buscando las respuestas en su mente.

"Dudo a veces en hacerlo todavía"

No piensa mucho en sus acciones, se levanta, aunque los puntos tiren en su entrepierna y sus piernas ardan de dolor, toma a su bebé, en su moisés y empieza a caminar por la casa.

"¡Te di dos putos hijos y dudas en amarme!" Le grita, las lágrimas picando en su garganta mientras rebusca entre cajones, se va a ir, a algún lado.

Enzo ama a Matías, pero si el duda en hacerlo ¿Porque debería quedarse?

"¡Cambiaste desde la película ¿Que esperabas Enzo? Que te amara después de arruinarme la vida!" Le grita Matías, desde el umbral de su habitación, tiene dos bebés entre sus brazos, que se mueven incómodos y un bolso colgado de su hombro.

No tiene a dónde ir, no tiene a quien acudir pero se irá.

"¡Tu arruinaste mi vida!" Le grita, las lágrimas empapando su cara, camina hasta la puerta, escapando de la vida que habia aprendido a querer.

La única que había podido tener desde que se acostó con él.

"Tu, tu me arruinaste, me violaste, me golpeaste, me hiciste tener a tus hijos, casarme contigo, me hiciste amarte y tu nunca lo hiciste" Susurra, en voz baja, y Matías se queda estático en la puerta, sin moverse.

"¡No te vayas! Yo te amo, de verdad lo hago, tu sabes que lo hago" Matías se arrodilla, en el suelo, sujetando su pantalón con sus manos. "No sé amarte como tú quieres que lo haga, pero te amo a mi manera, no te vayas por favor, no se que hacer sin ti"

"Si no me voy ¿No me harás daño de nuevo?" Pregunta en voz baja, las lágrimas cayendo sobre su camisa, Matías asiente furtivamente, a sus pies.

"Nunca más lo haré" Matías se levanta y limpia sus lágrimas con sus pulgares suavemente, besándolo con suavidad "Nunca mas te haré daño"

Enzo sabe que algo anda mal, pero no dice nada, como ya es costumbre, no podría decirle nada a Matías.