Capítulo 5: Amenaza marchita.
07 DE FEBRERO DEL 2014.
Entré como la nueva dueña en la florería.
De inmediato me topé con Azael; este hizo una reverencia exagerada y caminó burlón a la recepción.
-¿Azael? –dije siguiéndolo.
-¿Sí, jefa?
-No me llames así, ¿quieres?
-¿Prefieres princesa? ¿Dueña? ¿Aprovechada?
-Camelia estaría bien. Y ¿aprovechada? ¿De verdad? ¿Qué te hace pensar que soy una estúpida aprovechada?
-Yo no dije estúpida, pero si tanto insistes, esa etiqueta también se queda. Estúpida aprovechada.
-Lo gracioso es que esta estúpida aprovechada –me señalé a mi misma– puede despedirte cuando quiera. Ahora, en dos minutos, no sé, incluso, tal vez, pueda hacerte rogar y tratarte como más me plazca.
-No lo harías –me miró con desdén de arriba abajo.
-¿Qué te hace pensar eso?
-Toda tú, estúpida aprovechada.
-¿Por qué Olga te contrató?
Su rostro se ensombreció al mirarme para contestar. Abrió y cerró la boca un par de veces y miró al suelo. Todo él era extraño. Poco a poco se enderezó y volvió a mirarme con ojos fríos y tristes, mirada indescriptible. Sus puños se cerraron y enseguida volvió a abrirlos.
-Porque Olga era –calló dos segundos antes de seguir hablando– era alguien que posiblemente no entiendas nunca, Camelia.
Me dio la espalda y perdí de vista.
-Que... raro –dije a nadie.
Olvidando la razón por la que había ido a la florería, salí de prisa de la tienda.
Caminando a casa en estado dramático, no podía dejar de pensar en Azael. Sus ojos. Sus ojos eran lo que mi mente recordaba a detalle, incluso tenía grabadas sus líneas debajo de los ojos a causa de las ojeras.
Debe tener malas noches, pues estas eran muy grandes. ¿Por qué no dormirá? ¿Pensará en su padre? ¿Su vida? ¿Alguna chica? O tal vez solo le gusta dormir tarde. ¿Qué hará para dormir tarde? Sabiendo que vive en una de las calles más bajas del pueblo, tal vez él sea como la mayor parte de esos chicos: malo.
Tal vez solo estoy juzgándolo de más. Tal vez lo estoy juzgando bien. Tal vez es un intermedio entre el bien y el mal; sin embargo la forma en la que me mira no es de la forma buena. Su mirada me da escalofríos. Posiblemente en el fondo haya una mirada triste, tal vez en el fondo haya una mirada buena, tal vez en el fondo haya una mirada aun peor. Tal vez en el fono no haya nada, eso me aterra.
Me pregunto si pensará en su pasado constantemente, si habrá más en su historia. Me pregunto si su padre le quemó el cabello por una razón "justa", de igual forma, creo que nada lo justificaría. No quiero indagar en su pasado, aun así, parezco dispuesta a preguntar en tiempos correctos, parezco dispuesta a preguntar cuando esté enojado, parezco dispuesta a ser una "estúpida aprovechada"
¿Qué vio Olga en él que yo no logro ver? ¿Qué fue lo que le hizo pensar y ver que este tipo era buena persona? ¿O será que Olga sabía que era malo y quiso convertirlo?
¿¡Quién jodidas eres tú, Azael!?
Una vez entrando a mi calle dejé de pensar más en él. Me acerqué a mi casa y noté algo extraño en mi acera: un paquete.
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Rompe Flores. (EN EDICIÓN) -Zaira Nápoles Díaz.
Mystery / Thriller«Yo era alguien, una flor ahora destrozada. Él. Él era un rompe flores.»