"Es un error, uno que llevo semanas deseando cometer"
Ahí está ella. Patrizia, en medio de esa multitud, hablando con Lorenzo Constance como si nada importara más que sus palabras. La sonrisa en su rostro me recuerda, de la peor forma posible, que han pasado semanas desde que la tuve cerca. Semanas esperando un signo de ella. Un mensaje, una llamada. Una maldita señal de que no fui el único al que esa noche lo dejó ardiendo. Pero no. Patrizia desapareció como si aquel beso, aquella manera de gemir y de correrse en mi mano no significara nada.
Como si yo no fuera nada.
Para cualquiera, hoy es solo un cóctel de bienvenida: buena comida, caras conocidas, sonrisas que ocultan mentiras y juegos de poder. Para mí, cada detalle está afilado, tensionado y todo gira en torno a ella. Yo nunca espero. Los hombres me buscan, necesitan algo de mí y las mujeres, generalmente, desean mi atención.
Todas excepto ella.
Vuelvo a mirarla y cada segundo me confirma lo que llevo noches intentando negar. Patrizia no es como ninguna de ellas. No es una mujer que clama por lo que puedo ofrecerle. Se desliza entre los invitados como si nada aquí pudiera tocarla. Y su padre, Caruso, no sabe el valor de la joya que guarda en casa. Nadie se atreve a retarme. Nadie, excepto ella.
Por alguna razón que todavía no termino de comprender, cada vez que ella evade mi mirada, me siento más iracundo y, al mismo tiempo, más decidido. No permitiré que esta distancia siga creciendo.
Desde mi esquina en las sombras, el vaso de whisky se calienta en mi mano mientras sigo sus movimientos. Me mantengo frío, observando como un depredador, sintiendo el calor recorrer mis venas cuando veo a Lorenzo inclinándose, susurrando algo en su oído haciendo que sus labios se curven en esa sonrisa reservada, suave, tímida. Él no debería verla así y ella no debería estar sonriendo para él.
¿Será posible que ella no sepa el efecto que tiene sobre mí? ¿O acaso me ignora a propósito? Llevo semanas enteras pensando en lo que haré cuando finalmente la tenga otra vez bajo mi control, y he llegado a una conclusión: no voy a dejarla ir.
Voy a hacerle pagar por cada minuto que me ha dejado esperándola, voy a ponerla de rodillas y que me suplique por un poco de mi atención. Voy hacer que se retuerza de placer antes de llevarla al orgasmo, si decido dárselo.
No hay nada que más desee en este mundo que oírla suplicarme que le llene la boca. Ver sus ojos suplicantes por mi semen, ver cómo gotea por su barbilla y probar hasta dónde es capaz de tragarse mi polla.
Sin embargo, tengo que mantener la compostura, y necesito moverme incómodo para disimular la erección de mis pantalones. Me sorprende la facilidad con la que esta mujer me enciende la sangre, con un solo recuerdo consigue que me endurezca, como un maldito adolescente.
Mi agarre en el vaso de whisky se vuelve más firme cuando Lorenzo sigue mirándola, demasiado cerca. Constance actúa como si tuviera derecho a su atención, a esa cercanía que no merece. Y ella... ella le sigue el juego. Me está enloqueciendo, y mi paciencia tiene un límite.
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Secretos con el señor de la mafia (+18) [Borrador]
RomanceLo que empezó siendo tu ilusión, se convirtió en la peor obsesión de él. Un romance explosivo, dominante y ardiente. Actualización: Completado : Borrador En proceso : ✔️ Verificado y editado [Me siento en la libertad de variar la historia y su conte...