Capítulo 43

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Luka se pone de rodillas a un lado del sofá y Dante me baja de su cuerpo cuando el abogado tira de mis tobillos, escurriéndome sobre la tela sin dificultad

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Luka se pone de rodillas a un lado del sofá y Dante me baja de su cuerpo cuando el abogado tira de mis tobillos, escurriéndome sobre la tela sin dificultad.

Me abre las piernas y sus ojos centellean de forma peligrosa cuando su lengua me lame de abajo arriba haciéndome temblar, sujetando mis muslos entre sus brazos, prisionera de su boca que se deleita con mi humedad.

Giro un segundo el rostro para ver como mi marido se pone de pie para quitarse los pantalones y vuelve junto a mi, ofreciéndome su polla, o más bien reclamando mi boca. Tira de mi pelo para girar mi rostro y no pide permiso para meterla hasta el fondo en mi garganta.

Aún me duele del asalto de Luka, y Dante no tiene piedad conmigo. Ninguna de las dos entra completamente en mi boca y ambos hombres fuerzan la arcada en mi garganta, haciéndome toser cuando la retira para que pueda respirar.

Clavo mis uñas en la tela del sofá cuando la lengua del abogado busca mi clítoris y la polla de mi marido me recorre los labios.

—¡DANTE! —solo oigo su risa cuando me tortura apartándola de mi boca un segundo para volver a meterla.

—Tragatela toda, cariño —sus dedos me apartan el pelo de la frente mientras su polla se hunde en mi garganta.

Los dedos de Luka entran en mi cuerpo, acariciando la parte más sensible de mi ser, buscando la zona más rugosa de mi vagina y cuando los ojos de Dante, negros como la noche, se clavan en los míos, una explosión de placer me recorre el cuerpo. Eyaculo en la boca de Luka que no deja de follarme con su mano, sin parar, me hace temblar y gemir desesperada porque detenga sus dedos, agarro sus manos con las mías, clavando mis uñas en el dorso, haciéndole daño para que se detenga pero solo consigo provocar a la bestia que lleva dentro.

Incrementa la intensidad de su mano y me retuerzo entre sus brazos cuando mete dos dedos en mi culo y sus dientes se clavan en mi muslo hasta dejarme marca. Mis piernas se retuercen sobre sus hombros y mi sexo traicionero busca el calor de boca, moviendo mi cadera desesperada.

—Gatita, estás empapando el sofá —el aliento de Luka me roza el clítoris, y otro espasmo incontrolado me recorre hasta las pestañas, corriéndome con solo el roce de sus labios.

Pero apenas puedo respirar, el orgasmo me sorprende cuando Dante me ahoga presionando con su polla, sintiendo los gemidos en su glande haciéndolo jadear. La aguanta dentro de mi boca a propósito, sujetando mis manos sobre mi cabeza. Sintiéndome prisionera de ambos hombres, como una presa a punto de ser sacrificada por sus depredadores.

Mi marido me da una tregua para que respire y jadeo con la boca chorreando de mi saliva, pero tras un segundo cogiendo aire, siento sus brazos por debajo de mi cuerpo, alzándome, mientras me quito los restos de su asalto de mis labios con el dorso de mi mano y mi humedad me chorrea por los muslos. Sus ojos brillan oscuros y peligrosos, haciéndome gemir, hundiéndome en un pozo de lujuria y desenfreno cuando observa mi lengua recorrer mi boca.

Secretos con el señor de la mafia (+18) [Borrador]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora