Ser la segunda esposa del Duque Ploen no estaba en sus planes, ser obligada a casarse por el bien de su familia y nación, pensó que el trato de su esposo sería por lo menos de respeto, no deseaba ser amada por el, porque sabía que el ama a su primer...
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¿En que momento de su vida dejo de sentir felicidad?
En el momento en que se caso.
Su nación, su Imperio pasaba por una rebelión, el cuarto príncipe se levanto en contra de su padre el Emperador, la guerra interna tenía hasta a la nobleza con temor, sus padres fueron al campo de batalla, ambos fallecieron en el frente, quedo junto a sus dos hermanos mayores a su suerte, su hermano mayor sin saber como manejar el Marquesado, el Ejército que Comandaba su madre, la vida de su gente y la vida de sus hermanos, su segundo hermano siendo un mago estaba en peligro, y ella, una mujer que a penas había cumplido la mayoría de edad, la familia Hummel aún siendo inestable logro salir adelante, pero no era suficiente.
El ganador fue el príncipe quien ascendió a Emperador después de matar a la mayoría de su familia, como los Hummel fueron quienes lo apoyaron, como sus padres murieron por su causa, el le dio el título de Duque a su familia, desde ese momento eran una familia Ducal y consiguieron un puesto en la mesa del consejo.
Pero, el Imperio vecino los amenazo con comenzar una guerra, su nación no estaba en condiciones para pelear otra guerra.
Así que acordaron un matrimonio.
El Emperador enemigo ofreció al Duque Ploen, su perro.
Y su Imperio la ofreció a ella.
Hizo un trato con el Emperador, ella se casaría con el Duque Ploen y traería la paz, a cambio del bienestar de sus hermanos, un trato que la orillo a está vida miserable.
Enviada a casarse con un hombre que no conocía y que recientemente había perdido a su esposa, no era sorpresa para ella que el Duque no la llegará a querer, los rumores de lo mucho que amaba a su fallecida esposa fueron suficientes para ella, así que solo pediría lo mínimo, respeto, respeto como un ser humano.
La boda ocurrió, pero no parecía una boda, parecía un funeral.
Y como su racionalidad ya se esperaba, el Duque le dijo que jamás la amaría, que jamás la querría.
Estaba bien con eso, ya se lo esperaba.
Pero no se esperaba que fuera enviada a un anexo, que su habitación fuera el de una sirvienta, que nunca fuera reconocida como Duquesa, que todos los sirvientes fueran libres de maltratarla, que los caballeros la adiaran, incluso la niña, la pequeña Jubelian que tuvo que criar porque el Duque no se hacia cargo, la terminará despreciando y ignorando después de enamorarse de un patético hombre.
Años...
Años de maltrato.
Qué soportaba gracias a su mejor amigo, aquel que la siguió como su caballero personal a esté Imperio, que dejo todo por ella para protegerla.
Arthur, su única luz en el infierno.
Desapareció.
Pasaron dos meses, dos jodidos meses en que no aparecía.
¿La había abandonado?
No lo culpaba.
El también sufría lo mismo que ella.
¿No era esperado que se fuera de su lado?
Camina por los fríos pasillos del anexo, donde las pinturas abandonadas están colgadas, donde la mugre está por todos lados, donde los sirvientes nunca van y los caballeros nunca protegen, su delgado cuerpo tiembla mientras por su rostro caen lagrimas al pensar en que su única razón de seguir viva la ha dejado.
Llega a su habitación y cae de rodillas al no poder soportarlo más.
Quiere volver a casa.
Quiere volver a ver a sus hermanos.
Quiere a su madre.
Quiere a su padre.
Quiere volver a su Imperio.
¿Es mucho pedir? ¡Quiere una maldita vida normal!
—¿Por qué...? yo no soy culpable de nada...—¿Por qué la odian? ¡No ha hecho nada malo!
"Si alguna vez debes protegerte..." la voz del Emperador resuena en su mente, el cuarto príncipe que apoyaron sus padres, un buen amigo con el que tiene buenos recuerdos "...no dudes en hacerlo..." se levanta con las pocas fuerzas que tiene y se dirige a la única maleta que no ha desempacado en todos estos años "...toma mi espada, si debes matar a alguien de ese Imperio, si debes matar a tu esposo para proteger tu vida, hazlo con mi espada, no me importará ir a una guerra por ti" toma la espada en sus manos.
—Lo siento... Osiel—murmura poniendo el filo de su espada en dirección a su corazón—, no quiero que nuestra gente sufra otra guerra... solo soy una vida más...
En un ataque de valentía apuñala su propio corazón.
Cierra los ojos con una sonrisa en su frágil rostro.
El cuerpo sin vida de la Duquesa de Ploen y de su Caballero Arthur fueron encontrados una hora antes del catastrófico banquete.
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¡Buenas!
Aquí escribiendo una historia de otro manhwa.
Espero que les guste y que lo disfruten, aviso que la protagonista de está historia NO regreso al pasado ni nada.
Otro aviso, "Batalla Real" quedará en hiatus indefinido, ya que me cuesta MUCHO que Bavilo!Fem sea mala, no puedo, la veo como un terrón de azúcar.