Lonestar[Hannigram]

14. El balón en el aire

Will extendió su mano a través de la red para saludar al jugador del equipo contrario que tenía al frente, su adversario le devolvió el saludo con un apretón y una sonrisa despreocupada. Los oídos de ambos equipos estaban completamente entumidos por los vítores de los asistentes que estaban sumidos en una batalla por ver quién animaba más ruidosamente a su equipo.

El equipo visitante venía de Hampton y exudaba seguridad. Cada jugador se veía más relajado y confiado que el anterior, para ellos el partido no era otra cosa más que un juego de niños, claramente sentían la copa del tercer lugar ya tenía su nombre grabado y que este evento no era más que un mero tramite antes de completar su victoria.

Los jugadores de Mirfield eran otra historia, nadie llegó a la cancha con la certeza de que iba a ganar ese partido, por el contrario, su incertidumbre se podía sentir a través de las miradas que compartían entre sí y el único momento que les sirvió como respiro fue cuando notaron la gran cantidad de personas que los apoyaban desde las gradas.

El primer saque le correspondía hacerlo a Mirfield y como era costumbre quedó a cargo del capitán. Hannibal caminó hasta la línea de saque, en ese mismo instante se volvió extremadamente consciente de la textura del balón entre sus dedos y de la mirada de reojo de Will que sin decir mucho era suficiente para hacerlo comprender la importancia de su posición en este momento, Lecter asintió casi imperceptiblemente y lanzó el balón en dirección hacía el equipo de Hampton.

Tres saques seguidos de Hannibal se convirtieron en puntos para Mirfield y hasta el cuarto fue que el líbero del otro equipo fue capaz de poner la pelota en el aire. Cuando el equipo de Hampton fue capaz de atacar Will estaba frente a la red, esperando el momento indicado para tratar de bloquear el balón. El ataque llegó y el entrenamiento de Graham falló totalmente, su salto vino a destiempo y lo único que alcanzó a tocar el balón fue la punta de sus dedos causando que este saliera de la cancha y regalando el primer punto de Hampton.

Ese pequeño error de Will lo atormentó todo el primer set del partido y eventualmente desembocó en que Hampton se llevara el primer set con una puntuación de 25 contra 20. En un torneo como este que se jugaba a solo tres sets, ganar el primero significaba una importante ventaja y golpe a la mentalidad del equipo que iba perdiendo, cosa que Mirfield iba a tener que aprender a lidiar de la mejor manera.

A la mitad del cambio de canchas la mirada de Will se cruzó con la de uno de los jugadores de Hampton, los ojos de sus adversario estaban llenos de una bufonería que causo que su sangre comenzara a hervir, pero, Hannibal detuvo a Graham antes de que pudiera decir cualquier cosa poniendo una mano sobre su cabeza y obligándolo a ver hacia el suelo.

"Guarda esa energía para ganar este set, no pierdas tu tiempo con un jugador mediocre" dijo el capitán de Mirfield con el suficiente volumen como para que lo pudieran escuchar sus compañeros de equipo.

Esa sola mirada burlona fue suficiente para despertar el espíritu competitivo del equipo de Mirfield, de ahí en adelante el set estuvo plagado de jugadas llenas de pasión, particularmente de Vernon el líbero del equipo quien corría y alzaba en el aire hasta las jugadas más complicadas, dejando atónitos hasta a las personas que solo estaban como espectadoras.

Con el marcador marcando 25- 21 favor Mirfield un grito emocionado rompió entre la tribuna de la escuela del internado. Las chicas se organizaron y gritaron al unísono el nombre del líbero, causando que este volteara completamente enrojecido y con una sonrisa tímida.

"Si sigues jugando así conseguir novia ya no va a ser ningún problema" dijo Oliver codeando a Vernon de manera juguetona.

Lamentablemente, una buena racha no es eterna y con un marcador global de 1-1 la situación del juego se había convertido en algo serio para ambos equipos, más aún cuando se tomaba en cuenta que Hampton podía cambiar libremente a sus jugadores para evitar que el cansancio se convirtiera en una desventaja, pero, Mirfield no podía tomarse esas libertades, causando un serio desbalance en la situación.

Una sola palabra es suficiente para describir el último set del partido: Tortura.

Por más que los equipos se esforzasen el marcador siempre se mantenía reñido con tan solo un punto de ventaja entre ambos equipos, el cual casi inmediatamente se recuperaba causando un empate. Esta situación se mantuvo así hasta que ambos equipos tuvieron veintiún puntos y así sucesivamente hasta llegar a la línea de los 24 puntos.

Luego de una jugada maravillosa que pasó el bloqueo de Hampton, el encargado de dar el punto ganador fue Will, sin embargo, esto no fue tarea sencilla. El primero obstáculo fue recibir el balón, la pelota la alzó en el aire Cole, pero, su trayectoria claramente marcaba que saldría de la cancha, Will quien estaba justo detrás de su compañero corrió tras del balón y con tal de evitar que tocara el suelo terminó chocando contra un contenedor de pelotas.

Desde el suelo y rodeado de otros balones de voleibol Will observó como sus compañeros se encargaban de lograr ese punto, Eric acomodó el balón y Hannibal se encargó de rematar con un salto lleno de sed de victoria.

Cuando la pelota tocó el terreno de Hampton el gimnasio entero se quedó callado, nadie alcanzaba a comprender lo que acababa de pasar, en menos de un minuto se había conseguido una victoria que hasta hace un momento parecía imposible. Luego, cuando todos cayeron en cuenta de lo que había pasado volvió la euforia.

Todo el equipo de Mirfield corrió hasta donde estaba Will y antes de que este pudiera terminar de levantarse ya estaba rodeado por los brazos de sus compañeros que no se cansaban de decirle que habían ganado por su necedad de querer perseguir ese balón.

"¿Ganamos?", preguntó Will confundido.

"Lo hicimos" confirmó Hannibal quien por primera vez no podía ocultar su alegría.

"Oh por dios, ¡Ganamos!", gritó Will rodeando con sus brazos a Lecter justo un segundo antes de que Freddie Lounds disparara el flash de su cámara captando el emotivo momento de la victoria.

En esa foto quedó inmortalizado el tercer lugar que ganó el equipo de Mirfield en el torneo de voleibol de 1980, sin embargo, la alegría no fue eterna, pues instantes después de que esta fuera tomada Will perdió el conocimiento ante la mirada atónita de sus compañeros y de todos los presentes en el gimnasio.

Su tiempo en 1980 se había terminado por el momento, era hora de dejar de ser William.