La muerte de una estudiante en instalaciones escolares no era una cuestión simple y las autoridades del instituto Mirfield lo sabían, a penas llegaron las autoridades del pueblo se dieron instrucciones claras, los siguientes tres días no habría clases, toda actividad extracurricular estaba estrictamente prohibida y todos los estudiantes debían estar en su habitación antes de las 6 de la tarde.
En el confinamiento Will se escabulló un par de veces a la habitación de Hannibal, pero, ninguno de los dos parecía estar de humor para cualquier otra cosa que no fuera hacerse compañía y sus conversaciones nunca pasaban de unas cuantas palabras antes de que Graham buscara una excusa para volver a su propia habitación.
Aun cuando Will no decía nada sí notaba que Lecter estaba particularmente más preocupado que él, después de todo el destino del equipo de voleibol era incierto y su mejor amiga de la infancia era compañera de cuarto de Freddie Lounds, lo que ponía a Bedelía en una situación lamentable y especialmente peligrosa si es que la muerte de Freddie no había sido un accidente.
Pronto un rumor se empezó a correr en el dormitorio de hombres, al parecer dos oficiales de policía habían estado interrogando a todos los estudiantes de Mirfield que pudieran tener algo que ver con el fallecimiento de Freddie Lounds e incluso se decía que ya tenían a un sospechoso en la mira.
La presencia de la policía en la escuela no hacía más que confirmar una cosa: La muerte de Freddie no había sido accidental. Realmente había alguien allá afuera que a sangre fría decidió asesinar a una adolescente para luego dejar su cadáver a la vista de todos como si se tratara de algún espectáculo.
A media tarde del último día de confinamiento la policía de Mirfield tocó la habitación de Will, estaban acompañados del profesor Mark y venían con la intención de hablar con Will. Graham los dejó pasar a su habitación no sin antes disculparse por el desastre que tenía y le ofreció al par de oficiales que tomaran asiento en su cama.
Solo uno de los oficiales se sentó en la cama de Will, en su placa se leía en nombre Brian Zeller y no parecía tener más de 35 años, mientras que el otro oficial, un hombre de mediana edad que se identificó como Jimmy Price se recargó junto a la ventana del cuarto de Will. Graham tomó asiento en la única silla de la habitación y enderezó su espalda ante la mirada de los tres adultos que los miraban con ojos inquisidores.
“Will, estos oficiales tienen algunas preguntas que hacerte, no es nada de lo que debas preocuparte” aseguró Mark sentándose en la esquina del escritorio de Will.
“Son preguntas de rutina” añadió el oficial Price mientras sacaba de los bolsillos de su chaqueta una pequeña libreta.
“Podemos comenzar con algo simple, ¿Conocías a Freddie Lounds?", preguntó el oficial Zeller con una sonrisa amable.
Will frunció el ceño, “Claro que la conocía, cualquiera en Mirfield que dijera que no la conocía mentiría”
“¿Puedes explicarnos de donde conocías a Freddie?” preguntó Jimmy luego de anotar algo en su libreta.
“Ella es fotógrafa para el periódico escolar y también escribe ahí, la primera vez que hablé con ella fue en el torneo de voleibol” Will se encogió de hombros, “La verdad es que no fue muy amable conmigo ese día”.
El oficial Zeller alzó una ceja, “Así parece ser ¿no?, Freddie no era muy agradable”
“Cada persona con la que hemos hablado nos dice lo mismo, que Freddie podía ser…” Jimmy dejó sus palabras suspendidas en el aire.
Brian completó la oración de su compañero, “Desagradable o entrometida quizás”.
Will apretó los labios, “No me gustaría hablar mal de alguien que ya falleció”.
El par de oficiales de policía se vieron entre sí antes de proseguir.“¿Sabes algo Will?” empezó a decir Brian, “ A nadie nos gusta la gente entrometida y menos cuando nos usan como su fuente para los chismes”.
“A cualquiera nos gustaría darles una lección para que se metieran en sus propios asuntos” añadió Jimmy apuntando a Will con una pluma.
Mark se bajó del escritorio y dió un paso al frente “Oficiales, ¿A dónde va todo esto?”
Brian alzó las manos en señal de paz, “Simplemente queríamos que Will supiera que cualquiera puede cometer un error mientras trata de hacer algo por un bien mayor”.
“¿Están sugiriendo que yo maté a Freddie?” Preguntó indignado Will.
“Nada de eso” dijo sonriente Jimmy, “Simplemente estamos explorando la posibilidad de que haya ocurrido un accidente, algo que no era tu intención”.
Will negó fuertemente con la cabeza, “¡Jamás le haría algo a Freddie! Ni a ninguna persona”
“Nosotros somos conscientes de eso, pero algunos de tus compañeros parecen creer que tú fuiste uno de los más afectados por los reportajes de la señorita Lounds” explicó Brian cruzando las piernas.
“Entonces también mis compañeros pueden confirmar que yo nunca salí de mi salón el día de la muerte de Freddie” contestó enojado Will.
“Claro, claro” Jimmy le hizo una seña a su compañero para que se pusiera de pie.
“Tienes que entendernos Will, no podemos dejar suelto ningún cabo” Brian se puso de pie y se acercó a la puerta de la habitación del adolescente.
“Ahora que confirmamos tu versión de los hechos y tomamos tu declaración solo nos queda pedirte una cosa” explicó sonriente el oficial Price, “Cualquier información que tengas háblalo con tu profesor para que se contacte con nosotros”.
Will se limitó a azotar la puerta de su habitación en cuanto se retiraron los oficiales, pensando que quizás a este evento se refería Abigail cuando le pidió que prestara atención hasta los más mínimos detalles.
Media hora más tarde Will tocó a la puerta de Hannibal y esperó a que este abriera.
Lecter lo recibió con una expresión sorprendida y se apartó para que pasara, “¿Estás bien?
Will asintió, “La policía me interrogó en la tarde y sugirieron que yo la maté”.
Hannibal se recostó en su cama, “También vinieron a mi habitación e insinuaron que yo lo hice".
“Parece que no tienen ni idea de qué pasó realmente” dijo Will sentándose en el suelo de la habitación.
Hannibal se estiró para alcanzar el libro que tenía sobre su buró, “No lo creo, a Bedelía le dijeron que en el pueblo ocurrió un caso similar”.
“¿Fuiste a verla?” preguntó Will extrañado.
Hannibal asintió, “Ayer hablé con ella antes del toque de queda, sigue realmente impactada por toda la situación”.
“No puedo imaginarme cómo se siente”.
“Me dijo que ayer fue la madre de Freddie a llevarse sus cosas de la habitación” añadió Lecter en un tono compasivo.
“Supongo que nada de esto ha sido fácil para ella” dijo Will.
A pesar de que Will trataba con todo su corazón de sentirse mal por Bedelía quien acababa de perder a su compañera de habitación algo en él se lo impedía, era un sentimiento egoísta e infantil que surgía en él al ver la mirada de Hannibal cada vez que hablaba de su amiga de infancia, era el eterno recordatorio de que ahí existía un vínculo que él no terminaba de comprender y que jamás sería capaz de romper.
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Lonestar[Hannigram]
Fanfikce𝐄𝐧 𝐞𝐥 𝐦𝐨𝐦𝐞𝐧𝐭𝐨 𝐞𝐧 𝐪𝐮𝐞 𝐖𝐢𝐥𝐥 𝐆𝐫𝐚𝐡𝐚𝐦 𝐯𝐢ó 𝐚 𝐇𝐚𝐧𝐧𝐢𝐛𝐚𝐥 𝐋𝐞𝐜𝐭𝐞𝐫 𝐮𝐧 𝐝𝐞𝐣𝐚 𝐯ú 𝐥𝐨 𝐢𝐧𝐯𝐚𝐝𝐢ó, "𝐘𝐨 𝐚 𝐭𝐢 𝐭𝐞 𝐜𝐨𝐧𝐨𝐳𝐜𝐨", 𝐩𝐞𝐧𝐬ó 𝐖𝐢𝐥𝐥. 𝐄𝐧 𝐞𝐥 𝐦𝐨𝐦𝐞𝐧𝐭𝐨 𝐞𝐧 𝐪𝐮𝐞 𝐇𝐚𝐧𝐧𝐢𝐛𝐚𝐥 𝐋...