"Hannibal" Will alzó la voz tratando de llamar la atención de su compañero de cuarto que caminaba delante suyo y al verse ignorado lo intentó un par de veces más,"Haaaaannibal, Hannibaaaaal".
"Por un demonio, ¿qué quieres?" Hannibal detuvo en seco sus pasos y giró su cabeza para poder ver a Will.
"Dios, que manera de contestar" dijo Will fingiendo un tono ofendido, "Solo quería preguntar ¿Por qué tenemos que bajar al comedor?, creí que habías dicho que en los fines de semana no estábamos obligados a despertar temprano".
Hannibal volvió a caminar en cuanto su compañero comenzó a hablar, "No estamos obligados, pero, la comida de los domingos suele ser la mejor de toda la semana, los ingredientes están recién llegados y por tanto la carne no sabe a refrigerado".
Will asintió al escuchar esas palabras, parecían algo razonable, sin embargo, no estaba seguro de que realmente valiera la pena despertarse temprano en fin de semana, especialmente no cuando acababa de tener una de las experiencias más ridículas e incómodas de toda su vida.
Todo el camino hacia el comedor Graham trató de explicarse a sí mismo que acababa de vivir, solo para llegar a la conclusión de que lo más lógico era que todo había sido una pesadilla particularmente lúcida, después de todo,sus problemas para conciliar el sueño no eran nada nuevo y justo antes de quedarse dormido estaba leyendo ese diario y viendo esa fotografía, no sería ni la primera ni la última vez que su imaginación jugaba con sus recuerdos del día. Cuando Will estaba finalmente convencido de que todo fue un sueño su corazón se tranquilizó.
Unos minutos de caminata más tarde Hannibal se detuvo frente a una hilera de lavabos colocados en el costado derecho del pasillo y procedió a alzarse las mangas de la ropa para lavarse las manos, Will tomó el grifo más próximo a su compañero de habitación para imitarlo, se mojó las manos, las talló con jabón y las colocó bajo el chorro del agua, todo en unos cuantos segundos, sin embargo, cuando volteó a ver a Hannibal este seguía lavandose las manos meticulosamente, tallando entre sus dedos y cuidando que sus uñas quedaran perfectamente limpias.
"No necesitas esperarme, esa puerta azul es el comedor" dijo Hannibal incómodo por la mirada de su compañero.
"No es ningún problema esperar, no tengo nada mejor que hacer que ver como al parecer todo este tiempo me he estado lavando mal las manos" respondió Will encogiéndose de hombros.
Un minuto más tarde Hannibal sacudió el exceso de agua de sus manos sobre el fregadero y comenzó a caminar en dirección hacia la puerta azul. El adolescente entró al comedor con su compañero de cuarto caminando cerca de él y se acercó hacia una inmensa pila de bandejas metálicas divididas estratégicamente para poder acomodar las diversas partes de la comida que servía la cafetería.
Will observó sin mucho entusiasmo como su bandeja se llenaba de alimentos a medida que recorría la línea tras de la cual se encontraban las empleadas de la cafetería, la comida no parecía algo que servirían en la prisión, aunque tampoco se acercaba a la calidad de los alimentos que solía preparar su madre para él, solo era suficiente para evitar que muriera de inanición.
Hannibal abandonó a su compañero de cuarto en cuanto terminó de servirse su desayuno, rápidamente se abrió paso entre las mesas, al ver esto Will se apresuró para poder seguirlo incluso evitando que le sirvieran una última ración de ensalada, todo con tal de no terminar comiendo solo en su primera semana de escuela.
"Si sabes que no soy tu niñera, ¿cierto?" dijo Hannibal acomodando su bandeja sobre una mesa, " Puedes sentarte donde quieras, no necesitas seguirme a todas partes".
"Y tu no necesitas ser tan desagradable Hanni" añadió una voz femenina, que con un gesto amable extendió una mano para invitar a Will a que tomara asiento.
El recién llegado examinó desconcertado el rostro de aquella chica, sus facciones lucían atractivas por donde se les viera, ojos de un color claro acentuados por unas cuantas pecas y una sonrisa tímida que contenía una perfecta mezcla de infantilidad y travesura que la hacía parecer alguien accesible, mucho antes de que la adolescente pudiera presentarse Will pensó de forma casi impulsiva "Abigail", el nombre simplemente vino a su mente como si tratara de un comando instaurado previamente.
"Soy Abigail" dijo la joven con una sonrisa discreta, "Quiero suponer que tu eres Will, el nuevo compañero de Hanni".
"Mhm" respondió Will, completamente desorientado por la dirección que habían tomado sus pensamientos.
"No te tomes personal la actitud de Hanni, a veces no piensa bien lo que dice, estoy segura de que entiendes a lo que me refiero".
"Abigail", Hannibal pronunció cada letra del nombre de la joven con especial cuidado y exasperación, "Te he dicho cientos de veces que no me digas Hanni, es demasiado infantil".
Abigail simplemente hizo una mueca y rodó los ojos en respuesta al reclamo de Hannibal, para luego cambiar el tema de conversación, "Por cierto, Bedelía me dijo que hoy no desayunaría con nosotros, que no era necesario que la esperáramos".
"¿Dijo por qué?" preguntó Hannibal intrigado.
Abigail miró a los ojos a Hannibal y negó con la cabeza, pero sus mirada mostró una expresión de incomodidad que hizo que Will sospechara por un instante que la ausencia de esa otra chica podría ser parcialmente su culpa por algún motivo.
El desayuno transcurrió en medio de un particular silencio que solo se veía interrumpido por el ruido de los cubiertos y el sonido de fondo de las conversaciones de los demás estudiantes en el comedor. Esa falta de conversación comenzó a levantar una sensación de ansiedad en el estómago de Will, que lo obligó a repensar ese extraño sueño que había tenido, algo en su interior no dejaba de plantear la posibilidad de que esa experiencia fue algo más que una pesadilla, y la curiosidad lo hacía pensar en tratar de replicar las circunstancias en las que había ocurrido.
Mientras devoraba su desayuno Will llegó a la conclusión de que no estaría tranquilo sino hasta probar que aún en las mismas circunstancias el sueño no se repetiría, cuando Abigail lo sacó de su ensimismamiento sacudiendo una mano frente a él.
"Will, ¿Cuándo es tu cumpleaños?" preguntó la joven con una mirada curiosa.
"Agosto 7" contestó Will automáticamente.
"Oh" Abigail enarcó las cejas sorprendida y vio de reojo a Hannibal por un instante.
"¿Por qué la pregunta?".
"Solo me pareció que ya te había visto antes e incluso compartes cumpleaños con alguien que conocí, no será que también naciste en Richmond" preguntó Abigail con una sonrisa incómoda en los labios.
"No, soy de Chesapeake, mi familia ha vivido ahí por generaciones".
Hannibal dejó caer su tenedor al escuchar la respuesta de su compañero de habitación causando un estruendo metálico.
"Chesapeake, claro" dijo Abigail desviando la mirada, para luego tragar saliva haciendo claro su nerviosismo, "Hermosa ciudad".
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Lonestar[Hannigram]
Fanfic𝐄𝐧 𝐞𝐥 𝐦𝐨𝐦𝐞𝐧𝐭𝐨 𝐞𝐧 𝐪𝐮𝐞 𝐖𝐢𝐥𝐥 𝐆𝐫𝐚𝐡𝐚𝐦 𝐯𝐢ó 𝐚 𝐇𝐚𝐧𝐧𝐢𝐛𝐚𝐥 𝐋𝐞𝐜𝐭𝐞𝐫 𝐮𝐧 𝐝𝐞𝐣𝐚 𝐯ú 𝐥𝐨 𝐢𝐧𝐯𝐚𝐝𝐢ó, "𝐘𝐨 𝐚 𝐭𝐢 𝐭𝐞 𝐜𝐨𝐧𝐨𝐳𝐜𝐨", 𝐩𝐞𝐧𝐬ó 𝐖𝐢𝐥𝐥. 𝐄𝐧 𝐞𝐥 𝐦𝐨𝐦𝐞𝐧𝐭𝐨 𝐞𝐧 𝐪𝐮𝐞 𝐇𝐚𝐧𝐧𝐢𝐛𝐚𝐥 𝐋...