15. El comienzo del año escolar (otra vez)

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"¿Estás bien?" Abigail trataba de buscar alguna lesión en el rostro de su amigo, pero la fuente de su incomodidad no parecía ser externa.

Will alzó una mano y asintió a modo de respuesta, sin embargo, su rostro aún no recuperaba una coloración sana y su respiración seguía estando agitada sin importar cuanto tratara de controlarla.

"¿Necesitas agua o algo así? Te ves realmente mal" el tono preocupado de Abigail era palpable.

Will respondió entre jadeos, "Estoy perfecto, es solo que pareciera que acabo de correr un maratón, mi cuerpo cree que sigue en el partido"

"¡Ah, el torneo!", exclamó emocionada Abigail, "Esa vez ganaron el tercer lugar, recuerdo muy bien ese día, Freddie les tomó una fotografía legendaria".

"Precisamente mi último recuerdo es el flash de una cámara" dijo Will recargándose contra su cama.

Abigail comenzó a buscar entre las entradas del diario de William y finalmente alzó algo frente a los ojos de Will, "Mira incluso William guardó un recorte del periódico escolar de ese día".

Will examinó la fotografía de un recorte de periódico ya envejecido, en ella aparecía una persona idéntica a él la cual se encontraba en sumergida en un efusivo abrazo con Hannibal mientras los demás integrantes del equipo los veían con una sonrisa amplia y el rostro brillante por el sudor, "Es una buena foto, se tomó de mi mejor ángulo".

"No sabía que podías ser tan presumido" se burló Abigail girando la foto para verla una vez más y poco a poco su rostro se acomodó en una expresión confundida, "Esta foto parece un poco distinta a la que recuerdo, no estoy segura de recordar que William hubiera abrazado a Hannibal".

"Puede que no lo recuerdes bien, ha pasado mucho tiempo de esa foto" Will frunció el ceño confundido por las palabras de Abigail.

"Es solo que..." Abigail interrumpió sus palabras insegura de como continuar, "Todas las chicas en ese momento querían una edición del periódico escolar para recortar esa foto porque Hannibal aparecía sonriendo, pero aquí nada de eso pasa es casi como si... como si hubiera cambiado".

"¿Cambió el pasado?" Will se apartó de la cama y se inclinó hacia Abigail tratando de evaluar su expresión.

"Eso parece" el rostro de Abigail se iluminó, "¡Quizá es posible evitar tu muerte!"

"¿Por que lo dices?", dudó Will.

Abigail puso sus manos sobre las rodillas de Will, una sonrisa de lado a lado se dibujaba en su rostro, "Ninguna de las reencarnaciones anteriores había logrado un cambio, es posible que tú puedas evitar muchas cosas, eres nuestra esperanza".

Sin saber como reaccionar Will le devolvió la sonrisa a la chica que tenía frente a el, mientras pensaba para sí mismo "No confiaría tanto en mí".

El primer día de clases en el tiempo de Will se sintió aburrido, por un momento extrañó a su profesor de aula de 1980, la presencia de Mark le hacía falta a la imagen que era la escuela y la mezcla de rostros familiares y desconocidos lo incomodaba a sobremanera, pero, definitivamente la peor parte era volver a presentarse frente a clase.

Cuando pasó la tortura de los primeros contactos con sus compañeros Will terminó con un repertorio nuevo de rostros y personas que acababa de conocer. Estaba su compañera de asiento Alana, quien parecía disfrutar de destacar en clase, también Brian quien seguramente iba a ser el payaso del salón o Jimmy quien se sentaba frente a el y de vez en cuando volteaba con la intención de distraerse de la clase.

Sin embargo, la verdadera sorpresa para Will fue que la ausencia de prácticas de voleibol lo hacía sentir vacío. En esta época Hannibal no parecía formar parte de ninguna actividad extraescolar, ni tampoco se veía muy interesado en convivir con los demás, particularmente trataba de evadir lo más posible a su compañero de habitación, haciendo particularmente difícil la convivencia entre ambos.

"Dale tiempo" le susurró Abigail tratando de evitar que un prefecto descubriera que se había escabullido fuera del dormitorio de chicas.

"Lo único que no tengo es tiempo" dijo entre dientes Will, "Esto sería más fácil si el estuviera dispuesto a hablar".

"Tienes que entender que verte es algo difícil para el, eres el motivo por el que nosotros seguimos atrapados aquí", Abigail bajó la mirada al suelo apenada.

Will alzó la voz, "No pueden culparme por algo que no hice yo, de hecho tendría que ser yo quien no pudiera verlo ni en pintura, prácticamente es su culpa que yo tenga una sentencia de muerte sobre mi cuello si es que no logro resolver su estúpido asunto pendiente".

"No lo veas así" empezó a decir Abigail, pero ella misma se quedó sin nada más que decir y terminó por disculparse, "Perdónanos Will, tienes razón nada de esto es tu culpa".

"No te disculpes, nos vemos mañana, quiero acabar con esto lo más pronto posible, después de clase ayúdame a regresar a 1980", suspiró Will.

Abigail asintió y se despidió agitando una mano para luego regresar a su dormitorio.

Luego de esta conversación Will regresó caminando al dormitorio de hombres, a esa hora el profundo velo de la noche ya cubría las instalaciones de la preparatoria Mirfield y eran pocos los estudiantes que seguían afuera, sin embargo, si quedaban algunas parejas escondidas en las sombras que se negaban a separarse y que trataban de pasar desapercibidos de los ojos de los profesores que pudieran atraparlos.

A unos cuantos pasos de la entrada del dormitorio y cuando sentía que su día se había arruinado por las parejas de enamorado Will se encontró con algo que parecía enviado por alguna divinidad: Una pelota de voleibol. Este balón estaba en una canasta junto a otros parecidos de varios deportes, todos custodiados por el portero que se encargaba de vigilar que nadie se escapara a la mitad de la noche.

"Toma la quieras" le dijo aquel hombre al ver que tenía fija la mirada en el cesto, "Solo hazme un favor y regrésala antes de que sea más tarde".

Will se apresuró a tomar el balón que llamó su atención y susurró a medias "Gracias".

A decir verdad, Will no estaba obsesionado con el voleibol, ni siquiera estaba seguro de poder decir que le gustaba mucho, simplemente disfrutaba de convivir con otras personas que lo trataban bien y de alguna manera el deporte era lo que lo había acercado a tener lo más parecido a una amistad que conocía, pero, ahora se encontraba con que nada de esas alegrías efímeras le pertenecían, todas eran algo que había tomado prestado de la vida de William.

Will se acomodó en uno de los lados del edificio de dormitorios y comenzó lanzar pases contra la pared, de alguna manera el sonido de la pelota rebotando calmaba poco a poco la ansiedad de un día tan incómodo como el que acababa de pasar; sin embargo, uno de sus pases se resbaló de entre sus dedos y la pelota rodó hasta chocar con los pies de una persona.

"Disculpa, espero que no te haya pegado" se apresuró a decir Will sin comprobar la identidad de la persona cuyo rostro se veía parcialmente cubierto por la sombra de los árboles que rodeaban el dormitorio.

La otra persona se agachó para recoger el balón y dio un solo paso al frente antes de lanzarlo de regreso a Will.

Will atrapó el pase y sintió como un hueco en su estómago se formaba. La persona que le devolvió el balón fue Hannibal.

Lonestar[Hannigram]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora