Autora: Kain
Perfil: KainStorm
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Con el corazón aleteándole en el pecho, producto de la expectación por estar haciendo algo que, a ella le habían enseñado, era indebido, lo siguió por los pasillos y escaleras que daban al altillo donde él dormía y trabajaba. Justamente, para llegar allí, tuvieron que pasar por la primer planta donde se encontraba el burdel.
Aurora, logró entrever a la escasa luz de los faroles de gas, como una de esas mujeres, la que había dicho que Mateo solo tenía ojos para ella, reía divertida y se dejaba acariciar de forma indecente por un hombre de aspecto desaliñado. Se ruborizó al verla, así tan incorrecta, tan obscena, con la falda levantada mostrando parte de sus glúteos. Sin embargo, tampoco pudo evitar sentir cierta curiosidad culposa al verla tan segura y descarada en aquella situación.
Mientras caminaba siguiendo a Mateo, no pudo apartar la vista de aquella escena que se le presentaba. De modo que lo vio todo. En la tras luz de los faroles, tuvo ocasión de presenciar como el vestido de esa mujer era abierto por el escote sin el menor cuidado aparente, para dejar al descubierto un par de grandes pechos caídos de pezones oscuros y estirados.
Pudo ver con lujo de detalle como aquel amante los tomaba entre sus manos apretándolos con rudeza y provocando gemidos de la boca de esa mujer. Vio como ese hombre de aspecto desaliñado bajaba las manos hasta los glúteos de ella, separándole las piernas y tomándola allí mismo, sin la menor intención de buscar un mínimo de intimidad.
Sintió sus mejillas arder y un dolor extraño en el pecho, junto con un inusitado calor allí, donde sus piernas se unían. Era la primera vez que presenciaba todo eso, antes, solo había recibido una vaga alusión al asunto. Pero, lo que presenciaba en ese momento, no se le parecía en nada a lo poco que ella sabía del tema.
Sintió una mano posarse con delicadeza en su hombro, sobresaltándola. Con el corazón que amenazaba con salírsele del pecho, miró en esa dirección con recelo, tal cual lo hubiera hecho una niña pequeña que acababa de verse descubierta en una travesura. Mateo la observaba con una expresión significativa en el rostro.
«¡Oh! Creo que ya me estoy haciendo una idea del tipo de mujer que será cuando la tenga entre mis manos...¡Dios mío, qué delicia!»
Pensó deleitándose por la visión de aquellas mejillas arreboladas, ardientes de lo que él conocía muy bien por el nombre de deseo. Se preguntó qué tanto podría tensar las cuerdas y aprovechar la situación esa misma noche. Sería solo cuestión de intentarlo. A fin de cuentas, ganas no le estaban faltando en absoluto.
—Sígame en silencio, por favor... no queremos molestarlos ¿No es así?— susurró con calma tendiéndole la mano para guiarla mejor por las escaleras que daban al altillo.
Aurora echó, tímidamente, otra mirada silenciosa a aquellos amantes que al parecer no se habían dado cuenta de nada que no fuera sus propias urgencias. Vio como esa mujer se encontraba aplastada entre la pared y el hombre que la poseía salvajemente. Observó los brazos blanquecinos de ella rodearlo por los hombros, mientras él parecía muy ocupado en morderle el cuello que le ofrecía.
Casi al momento en el que Aurora se disponía a desviar la mirada de una vez por todas, la mujer abrió sus ojos de gata en la dirección donde se encontraban las escaleras. Los vio, pero aun así no pareció intimidarse en absoluto por eso. Al contrario, parecía que lo estaba disfrutando.
En silencio, sonrió a Aurora y, con una mirada lasciva de profundo placer y gozo, tuvo el completo descaro de guiñarle el ojo derecho. Como si con eso le estuviera diciendo que su pequeño secreto quedaba bien guardado.
Luego, tiró la cabeza hacía atrás, como si no hubiera visto nada realmente y siguió en lo suyo, dejando escapar de su garganta un profundo gemido de placer. Aurora, atemorizada e impactada, volteó la cara de una vez por todas y se perdió entre la oscuridad silenciosa de las escaleras, aferrada a la mano que Mateo le ofrecía.
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Con todos lo sentidos. Relatos
NouvellesRelatos surgidos de la imaginación de nuestros autores y autoras para una actividad en el grupo La Resistencia Escrita ✒️. "El erotismo es la capacidad que tenemos los seres humanos de sentir y provocar deseo y placer sexual." Esperamos disfruten l...