Capítulo 10 - Gracias

105 8 6
                                    

FLIPPY

Normalmente cuando hacíamos entrenamiento era de lo más normal. Sin embargo, cuando nuestro lider de tropa recibió la indicación de que la gran guerra iba a comenzar y que incluso los más jóvenes apenas unidos al servicio militar tendrían que dar su vida por ello, sus constantes entrenamientos comenzaron a ser.. totalmente insoportables.

- ¡Mgh! - Me quejé para mí mismo.

- ¡No se detengan. Será un latigazo para quien lo haga!. - Exigía nuestro comandante a cargo. Por cualquier lado se sentían distintas feromonas diciendo y gritando que estaban enojados, frustrados y sobre todo cansados.

Por el agotamiento, todas mis extremidades estaban debilitadas y ni hablar del dolor en mi estómago. Me detuve unos segundos para tomar aire aun en posición cuando sentí el primer latigazo.

- ¡Cadete!, ¡¿Su cerebro recibió la orden de "no detenerse"?! ¡Porque parece que no!. ¡Adelante, no perdamos el tiempo!.

Sin más opción y sin quejarme en el momento, seguí con el entrenamiento.

Y así era nuestra rutina. Si había algún indicio de descanso en medio del entrenamiento, nos obligaba a seguir por medio de castigos horrorosos. Nos levantabamos mínimo a las 4:00 o 5:00 de la madrugada. Parecía que nos querian matar antes de ir a la guerra.

Recordaba brevemente cuando estábamos en las trincheras, una puerta muy facil de abrir para dar paso al infierno. Porque las trincheras eran eso, infierno.

Cuando llovía nos veíamos obligados a tocar el agua lo menos posible, pues si lo hacíamos por gran cantidad de tiempo en las húmedas y frías trincheras, la piel de nuestros pies se ablandaba, causando la herida en los tejidos e incluso a veces poniéndose pesados hasta que por fin explotaban. Pero una vez ya cansados, teníamos que hacerlo. Los cuerpos de más soldados en el piso e incluso cadetes apenas entrados al servicio. Y con todo eso, no te puedes imaginar la comida.

Muchas veces nuestro alimento estaba infectado por algún virus debido a que, los cuerpos recién muertos eran un festín para las ratas que aparecían atraídas por el olor a putrefacción de los cuerpos.

¿Te imaginas estar en un lugar largo y un poco profundo, sin poder salir a la superficie ya que corrías el riesgo de un disparo en la cabeza o una lanza en los sesos? ¿En ese mismo lugar durante meses, trasladandote de un lugar a otro? ¿Con un olor a mierd4 de cuerpos muertos en tus narices? ¿Comiendo alimentos mayormente en mal estado?

Pues yo si. Lo sé y lo sentí vividamente durante mucho tiempo hasta que las trincheras dejaron de ser útiles. Pues con las nuevas armas que el enemigo cargaba, ya no servían para nada.

-¡Mark! ¡Quítate de ahí, es una granada! - Le intentaba advertir a un soldado que recién había entrado y por ende, también fue con nosotros a la guerra.

Cuando la granada explotó, traté de alejarme lo más rápido que pude, sin embargo la presión que sentí detras de mi me hizo caer de cara. Intenté levantarme pero ya no tenía fuerzas, y así, caí desmayado con un dolor punzante en mi pierna.

Cuando la guerra terminó completamente, desperté debajo de unos escombros y cuerpos ya sin dar señales de vida.

Mi pierna estaba rota, y como pude me levanté de ahí, cojeando y mirando hacia los alrededores consiguiendo observar a todos mis conocidos y los enemigos desangrándose, pero sin dar indicios de estar vivos. Nadie despertaba a pesar de mis gritos desesperados. Nadie se movía. Nadie hacía nada.

- ¡¿HOLA?! ¿¡ALGUIEN PUEDE OÍRME!? - Intentaba hablar / gritar. Mi voz salía entrecortada y rasposa.

Cuanto más recorría más conocidos miraba. Sabía que no fue suerte la que me salvó, si no alguien, porque estaba seguro que al momento de caer desmayado ya solo quedábamos unos pocos, y no recuerdo haber quedado en el mismo lugar en el que desperté debajo de esos escombros cuidadosamente colocados, tapandome completamente.

El Tercero Es El Vencido [Flippy x Nutty] [Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora