The golden girl

08

Sthephanie

Suspire cansada.

Llevaba 3 horas en una junta sobre la mierda que fue la carrera de el fin de semana pasado.

Me recoste en mis brazos y cerre los ojos.

No me dormi, estuve apunto.

—Sthephanie tu que opinas—escuche que me dijeron.

Me levante rapidamente.

—Perdón, no, no estaba prestando atención—dije.

Agradeci haberme alisado el pelo y que no lo tenia echo un desastre.

—Que si estas de acuerdo poner los mismos frenos que tiene el auto de Oscar, a el auto de Lando—dijo un ingeniero.

—No creo que sea justo, misma escuderia, diferente auto, esa es la ley de la formula 1—dije sincera.

—Bueno si, pero ultimamente Lando a tenido serios problemas con esos frenos y ya no puede seguir asi—dijo su ingeniero principal.

—Busquen otros frenos, pero los que tiene Oscar no—dije.

Varios ingenieros me apoyaron.

—Los que tiene Oscar son los mejores actualmente, son los que utilizan los red bulls—dijo otro ingeniero.

—Lando tiene mas agilidad en el volante, y no me dejaron agregarla al volante de Oscar—reclame.

La junta se termino y sali de la sala.

Consegui que Oscar tuviera mas aceleración como los autos de red bull y que sea mas liviano.

Baje las escaleras, busque con la mirada a Oscar pero no lo encontre.

Tenia buenas noticias para el y no esta, y cuando no lo nesesito ahi esta.

Entre a mi oficina y mire el pizarron, el dibujo de Oscar seguia ahi, me gusta, asi que no pienso borrarlo, me gusta el dibujo, no Oscar, bueno poquito.

Me recoste en mi silla y cerre los ojos.

Queria dormir.

¿Es etico dormirme 5 minutos en el trabajo?

Yo creo que si.

Me recoste en el sofa y cerre los ojos.

No pasaron ni 2 minutos cuando escucho alguien tocar la puerta, puede que sea un ingeniero o algun piloto.

Si me quedo callada no sabran que estoy adentro.

—Se que estas ahi adentro—dijo Lando tocando la puerta.

Rode los ojos y abri la puerta.

—Que nesesitas—suspire cansada.

—Que Oscar deje de estar enojado conmigo—dijo tirandose al sofa.

Oh no, mi siesta.

—No puedo hacer eso—dije suspirando.

—Si puedes.

—No.

—Oh vamos, siempre pasa tiempo contigo, esta todo el dia contigo.

—¿Y eso que?

—Tu sabes como puede perdonarme—dijo—es lo mas tonto por lo que se enojo, solo es una carrera.

—Por eso se enoja, siempre haces que los problemas se escuchen como lo mas minimo solo para no sentirte mal—reclame levantando un poco la voz.

El se paro del sofa.

—Claro que no, ¿como se puede enojar si somos del mismo equipo? Fue un maldito accidente—reclamó.