Capitulo 16

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Después de eso, el tiempo pareció avanzar muy rápido. Hubo quienes estuvieron de acuerdo y quienes se burlaron, pero no di mi brazo a torcer. Fueron escépticos hasta el final.

Mi hotel que en un inicio permanecía vacío sin contar a dos inquilinos, poco a poco comenzó a ganar huéspedes cuando se enteraron que mi padre había hecho un trato con Heaven de que aquellos que vivieran en el hotel eran exentos de exterminio. Aunque al inicio pensé que Heaven rechazaría, por el contrario elogiaron nuestro intento y lo permitieron.

Sin embargo, aunque también papá intentó a puertas cerradas parar la purga, con pesar me notificó que eso era mucho pedir. Con la presión de Adam tras el tablero, me tuve conformar con que solo el hotel pudiera funcionar libremente aunque no tuviéramos pruebas de que realmente los demonios pudieran redimirse. Mi primer año en funcionamiento fue tortuosamente largo y para cuando la purga llegó, la palabra del pacto hecho meses antes se respeto.

Eso solo basto para que más gente llegara. Pronto, el hotel estaba a reventar de gente, con la expectativa de irse de ahí. Sin embargo, ¿Cómo lograrlo? Tenía un desastre de organización y mi papá estaba muy ocupado en otras cosas como para estar todo el tiempo metido en el hotel.

Aunque me sentía abatida, de pronto sentí que todo mi esfuerzo valió la pena cuando el primero de ellos pudo redimirse, Sir Pentious había demostrado que se podía ir a Heaven si se hacían buenas acciones y se era constante con ello.

Y después, simplemente cada pieza cayo en su lugar. Todo parecía tan correcto y en menos de lo que pensé, los años pasaron y las almas se seguían yendo a casa; pero el numero de pecadores que seguían llegando día con día a Hell no disminuía por lo que tome la decisión de abrir mas a hoteles con el apoyo de mi papá.

Pero ¿Cómo organizar todo? Esa era la cuestión y probablemente me hubiera encontrado perdida si cierto día, un demonio no hubiera tocado a mi puerta. Aun recordada como se había presentado con una enorme sonrisa y la invitación de servir para mi con la única condición de que le dejara esperar por una amiga que llegaría en unos años más.

Aquello no me pareció extraño pues conocía la reputación de ese demonio y probablemente alguien que dejó en Heart habría sido como él y por eso estaba tan seguro de que esa misma persona llegaría hasta ahí, por lo que tras discutir un poco su papel en el hotel, pronto todo tomo su lugar como el administrador.

Alastor resulto ser mejor para organizar de lo que pensé pese a su naturaleza egocéntrica y su nulo respeto por la vida ajena y el espacio personal. Aunque en un inicio mis inquilinos se vieron visiblemente nerviosos por su presencia, pronto se acostumbraron y cuando dos hoteles mas llegaron, todo creció exponencialmente.

Mi cadena de hoteles se convirtió en un éxito en todos los circulos. Alastor fue mi mano derecha en todo momento y se convirtió en un buen amigo mío. Con palabras de apoyo y siempre con las acciones correctas, me apoyo a la par de mi padre que aunque no estaba muy contento con su presencia, le agradeció por lo menos para hacer que no se preocupara por el circulo del orgullo mientras el buscaba otros que pudieran apoyar con el resto de circulos.

Y así fue como mi proyecto continuo creciendo.

—Querida, ¿tienes un momento? —eleve la mirada de mis papeles y mire hacia Alastor que me sonreía como siempre, con la ligereza de que parecía que había hecho una travesura y esperaba que al viera.

—¿Qué hiciste?

—¿Yo? Nada —rio al decirlo antes de rodear el escritorio y recargarse en mi silla desde la parte posterior—, ¿qué te parece si damos una vuelta por la ciudad?

—Mañana es la purga Alastor, no tengo tiempo para eso.

—Si, exactamente, es un excelente momento para reclutar más almas, lo sabes ¿no? Estarán desesperados para evitar una muerte inminente —argumento y gruñí en respuesta porque sabia que tenía razón.

Sin embargo, consideraba que era muy bajo eso. Aprovecharse de su desesperación para hacerlos entrar al hotel.

—Bien —dije tras un momento poniéndome de pie, mirándolo deslizarse como una sombra hasta la puerta donde volvió a materializarse—, realmente parece que hiciste algo y quieres que lo vea.

—¿Te lo parece? —volvió a reír.

Eso era raro, Alastor parecía inusualmente feliz.

Tras varios minutos caminando, llegamos a la ciudad. Tal como me temía, todo el mundo tapiaba negocios y se preparaba para la purga, algunos más simplemente aceptaron su destino e iban tranquilamente por la calle. Alastor iba por ahí regando volantes mientras reía.

—Se los debes de dar en la mano.

—Igual los levantaran —argumento y a lo lejos mire que así era.

—Ah, eres increíble.

—Lo sé —volvió a reír y entonces se frenó de golpe, casi golpeo su espalda, por lo que me incline hacia un costado para ver que veía—. Ve a darle el folleto, querida Charlie.

Mire hacia la chica de cabellera plateada mirando las noticias en el único escaparate que quedaba sin protección. Alastor se disolvió y alejo al otro lado de la calle. Bastante segura de que se debía a que no quería asustarla. Por como lucia, era obvio que no llevaba mucho tiempo en el infierno.

Me acerque a ella decidida, si podía ayudar a otra alma perdida, no desaprovecharía la oportunidad.

—Hola, ¿buscas dónde quedarte? —entonces al volver su vista a mí, sentía como si mi pecho se apretará. Ella era hermosa y tenía un aura tan preciosa—, so-soy Charlie, tengo un hotel que redime pecadores, ¿te interesa ingresar? —torpemente le extendí un folleto, no entendía porque de pronto, todo mi mundo vibraba.

—Soy Vaggie —se presentó tomando el folleto de mi mano, rozando la punta de sus dedos con los míos, ocasionando que mi cuerpo volviera a temblar—, me encantaría, gracias.

Quede embelesada. Volvió sobre mí para avisarle a Alastor que lo había logrado, pero se había esfumado, él ya no estaba más.

—¿Alastor?

—¿Alastor?

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Caída al pecado [Chaggie]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora