Caída al pecado [Chaggie]

Capitulo 10

Charlie era fascinante a mis ojos en más de un sentido. Era como un rayo de luz en medio de tanta oscuridad, esa esperanza que hacia a los demonios querer aferrarse a una salida segura.

Y eso no hacía mas que acrecentar mi amor por ella.

Padre pensó que al ver la verdadera naturaleza de Charlie, desistiría de estar a su lado, pero era esa misma naturaleza la que me seguía empujando a estar a su lado.

Charlie era la hija de su padre en todo sentido, ella era libre, era soñadora, ella amaba con locura y deseaba que todas y cada una de las almas en Hell tuvieran una mejor vida, y eso era un corazón bondadoso que me jure proteger.

Si bien en un inicio me limitaba a permanecer en el hotel como una pecadora que buscaba redimirse, cada vez se me hacia mas difícil mantener mis sentimientos bajo control. Cada una de sus sonrisas y sus acciones, me hacían caer cada vez más profundo en una espiral.

Y la verdad era que no quería detenerme, deseaba más de ella, aunque solo como amiga pudiera obtenerlo.

Inconscientemente la observaba por el hotel, fascinada de su dedicación y su determinación por seguir ayudando.

Charlie era todo lo que estaba bien en aquel lugar y eso me hacia sentir plena, pese a que la incomodidad de permanecer en Hell nunca desparecía del todo. Yo sabía que no pertenecía ahí, sabía cual era mi verdadero lugar, pero realmente ya no deseaba volver.

Con los años entendí que Heaven no era lo que yo creía.

Lucifer fue el primero en darse cuenta de ello, luego lo hice yo.

Un lugar donde el libre albedrio no esta permitido, un sitio que otorga paz eterna, a cambio de tu voluntad misma. A veces deseaba contarle a Charlie sobre Heaven y como termine en Hell, sobre mi vida en tierra, pero no me creía capaz de aceptar la mirada que pudiera dedicarme, pues muy en el fondo yo realmente sentía que Charlie me rechazaría.

Me había acercado a ella con mentiras y sabía que de confesar, arruinaría la amistad que teníamos.

Y ese temor, me hizo callar.